Investigan La Visita De Lula A Panamá En 2011

La investigación judicial por tráfico de influencias al expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva –abierta por la Fiscalía de Brasilia en mayo y formalizada el jueves de la semana pasada– tiene en uno de sus principales ramales el viaje que este hizo a Panamá, en mayo de 2011, el cual fue pagado por la empresa Norberto Odebrecht, hoy una de las principales contratistas del Estado panameño.

 “Por invitación de Odebrecht, el expresidente Lula hizo un viaje a esta capital al final de la semana pasada, acompañado por el exministro Luis Dulci y José Dirceu”, escribió el 23 de mayo de 2011, en un correo electrónico, el embajador de Brasil en Panamá, Eduardo Prisco Paraíso Ramos, comunicación a la que tuvo acceso La Prensa.

La tesis principal de los investigadores es que Lula de Silva usó su prestigio político personal, así como sus influencias, para facilitar los negocios de la empresa e influyó en los gobiernos de los países que visitó, entre ellos, Panamá, para que le otorgaran contratos a la transnacional brasileña.

En este sentido, los fiscales tendrán que demostrar que la constructora se benefició injustamente, obteniendo concesiones y contratos millonarios de los gobiernos de los países que el expresidente brasileño visitó, lo que sentaría las bases para investigarla por el delito de cohecho.

En Panamá, desde el viaje de Lula da Silva, en mayo de 2011, hasta 2014, período que coincide con los años en que los fiscales centran su investigación, Odebrecht –sola o asociada con otras empresas– ha sido la adjudicataria de obras por un valor total superior a los 2 mil 400 millones de dólares (ver nota relacionada).

El Departamento Anticorrupción de la Fiscalía de la República de Brasilia (Brasil) abrió diligencias para descubrir si Lula se confabuló con las autoridades de los países que contrataron a Odebrecht para generar contratos millonarios financiados por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes), gracias a su influencia, con un bajísimo interés.

Las sospechas de corrupción en torno a las operaciones del Bndes –capitaneadas por el expresidente de Brasil para favorecer las obras de Odebrecht– comienzan a voltearse contra los gobiernos extranjeros que contrataron a la empresa.

De momento, los investigadores han puesto bajo la lupa judicial el préstamo concedido por el banco brasileño –por valor de 747 millones de dólares- para la construcción por Odebrecht de líneas del metro de Caracas y Los Teques, también en Venezuela.

Los fiscales tendrán que esclarecer por qué el Bndes se prestó a financiar –con un interés muy bajo– las obras de Odebrecht en el extranjero y determinar qué tipo de garantías estaban previstas del traspaso de dinero del banco brasileño hasta las arcas del Gobierno venezolano.

El Bndes ofreció condiciones ventajosas en el préstamo que concedió a Odebrecht para construir la autopista Madden-Colón (Panamá) en 2006, según supo La Prensa.

El banco brasileño –fundado en 1952 para subvencionar programas de desarrollo– financió con un interés del 1% anual en la tasa Libor (Londres Interbank Offered Rate) y estableció un plazo de 12 años para que la compañía brasileña pagara la totalidad del préstamo.

El Comité de Financiación y Garantía de Exportaciones (Cofig), una comisión con representación institucional de siete ministerios, que controla las operaciones del Programa de Financiamiento a las Exportaciones, aprobó en junio de 2006 la cobertura de un seguro de crédito a la exportación, financiado por el Bndes, por un valor total de 142 millones de dólares, para la construcción de la carretera que une Madden y Colón.

En este sentido, el Tribunal de Cuentas de la Unión (Brasil) comenzó a indagar sobre las irregularidades en las concesiones de préstamos por parte del Bndes y no se descarta que en un futuro se extienda el escenario investigativo hasta Panamá.

Según se lee en un telegrama enviado por la Embajada de Brasil en Panamá de julio de 2006 –al que ha tenido acceso La Prensa–, la operación de préstamo por parte del banco brasileño fue validada gracias a la recomendación del entonces director de Exportación del Crédito del Banco de Brasil, quien destacó que el proyecto se “inserta en el ámbito de pretendida ampliación del Canal de Panamá, obra cuyo coste estimado está entre 6 y 10 billones de dólares”.

Como se pone de manifiesto en la correspondencia de la sede diplomática brasileña en Panamá, Odebrecht tuvo interés en la participación en el proyecto de ampliación del Canal, aunque fracasó en su intento.

Pero desde que empezó a negociar con Panamá en 2006, Odebrecht –sola o asociada con otras empresas– se ha adjudicado contratos que hasta la fecha suman más de 8 mil millones de dólares, contando la licitación de la línea 2 del Metro de Panamá, que suman más de 3 mil millones de dólares por encima de las inversiones que realiza el Estado panameño en las obras de ampliación del Canal.

Según ha puesto de manifiesto las primeras pesquisas, Odebrecht habría protagonizado un esquema corruptivo de pago de coimas millonarias, vinculadas a la empresa estatal Petrobras que ha llevado preventivamente a la cárcel a su presidente, Marcelo Odebrecht.

La Contraloría General de la República anunció el pasado 30 de junio que comenzaría la auditoría al contrato de la línea 1 del Metro de Panamá.

Asimismo, las autoridades brasileñas solicitaron a Panamá una asistencia judicial a fin de que se investiguen las actividades de la constructora brasileña en el territorio panameño.

 

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