‘Bullying’, Propio De Nuestra Cultura:

Por lo visto, el bullying es considerado como un elemento de nuestra cultura. Expresiones como “siempre fue así” o “eso es pasajero” son frecuentes y tratan de explicar esa conducta acosadora, sumémosle lo frecuente que es la imposición de la “dedocracia” sobre la “democracia” en la toma de decisiones de grupos sociales.

En Panamá, país multirracial, multicultural y multirreligioso, es costumbre complementar actividades no religiosas con una misa. He sugerido la celebración de un acto ecuménico o interreligioso, considerando que no todos los miembros eran católicos, y actividades que fuesen incluyentes, no excluyentes. Siempre obtuve la misma respuesta: “la religión católica es la de la mayoría”, sin que hubiese mediado algún tipo de encuesta que determinase la tendencia religiosa de sus miembros. Me han señalado que el motivo de mi cuestionamiento es mi no adherencia a religión alguna, e incluso, que la misa no es lo más importante.

No es raro que las decisiones sean adoptadas por imposiciones de una persona sobre un grupo o de una mayoría sin tomar en consideración la opinión de la minoría (no en democracia). Es esta falta de democracia la que brinda suelo fértil para el desarrollo y crecimiento del hostigamiento. Por algo este tipo de conducta sirvió de inspiración a la escritora Rose Marie Tapia en su obra Un grito desde el silencio y a las labores de la fundación Relaciones Sanas.

Las redes sociales están saturadas de un tipo de bullying cibernético religioso. Por medio del WhatsApp y otras herramientas algunos quieren imponerse sobre todos, mediante un constante bombardeo e invasión de la privacidad, con mensajes religiosos. Por lo visto, existe la creencia de que el derecho que se tiene de practicar una religión va más allá de lo personal y, por ello, sienten la necesidad de invadir el espacio real o virtual de otros.

En la experiencia vivida –que inspiró este artículo– he observado el desconocimiento de conceptos como “ecuménico” o “diálogo interreligioso” y en mi intención de establecer un debate me han preguntado ¿cómo se combate el acoso u hostigamiento? Es difícil de combatir o exterminar, pero para hacerlo se debe iniciar con una educación de los niños en democracia, tal como lo señala Guillermo Carvajal en su obra Cómo formar un demócrata sin corromperlo. Hay que recordar que gracias a los demócratas, quienes practican una religión pueden hacerlo sin los temores y peligros de otras épocas. La educación en democracia es la mejor prevención contra el bullying.

Recientemente (6 de junio de 2015), La Prensa publicó que “América Latina es la región con niveles más altos de bullying escolar”. La falta de un desarrollo y educación en democracia, más el aprender de forma precoz esta conducta anormal, más la intolerancia propia de las religiones monoteístas, podrían ayudarnos a entender las razones por las que al ser adultos vemos y aceptamos el acoso y sus consecuencias, como normales, como parte de nuestra cultura.

 

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