Cumbre ¿de quiénes?

Siempre he tenido mis aprehensiones sobre las reuniones de presidentes. Primero, porque siempre he sabido que hay unas comisiones técnicas que son las que preparan los documentos finales que los presidentes firman, supuestamente tras discusiones y análisis. En segundo lugar, porque en un mundo globalizado y con tanta información, siento poco respeto por muchos de los presidentes que estarán en la misma. Por ejemplo, la cumbre a iniciarse el jueves acá reúne a una manada de presidentes donde muy pocos han logrado éxito en sus gestiones.

Por ejemplo, ¿qué nos puede enseñar el presidente de México, que aún no encuentra a los 50 estudiantes asesinados? O cuya policía y hasta el ejército está infiltrado por los carteles del narcotráfico, y donde la seguridad es muy pobre con exceso de secuestros y asesinatos. ¿De qué nos podría hablar? Y para temas de conciliación, ¿de qué me sirve el de Colombia? Meses tratando de llegar a acuerdos con las FARCS, mientras a lo interno lucha contra la corrupción. A Panamá quizá le iría mejor reuniéndose con los presidentes centroamericanos, con los que tenemos más cosas en común, pero realmente los países más grandes tienen hoy día problemas mayores y donde difícilmente pueden recomendarle al resto como manejar las cosas.

En resumen, para mi gusto, esta cumbre al final será un evento social con 34 presidentes, donde 33 de ellos vienen a ver si pueden hablar al menos unos minutos en privado con el norteamericano, mientras los periodistas estarán a la caza de la foto de Obama con Castro, Obama con Maduro y una que otra entrevista con la Kirchner o el enviado papal.

Quizás más interesante nos resulte el Foro Empresarial, donde Slim, Clinton, Zuckerman y varios importantes CEO intercambiarán ideas sobre el nuevo rol empresarial, la responsabilidad social y la mejor distribución de la riqueza. Me pregunto si en la Cumbre llegarán a hablar de los endeudamientos de los países buscando inversiones de infraestructura, o bien en los montos de subsidios que los Gobiernos están destinando a los pobres, donde, por ejemplo, Panamá pasa ya de los 1400 millones de balboas anuales.

No hay duda de que el plato fuerte de la Cumbre será el posible encuentro entre Raúl Castro y Barack Obama, donde las negociaciones para levantar el bloqueo y reanudar relaciones normales ya ha avanzado. A lo que hay que añadir el rejuego que podría darse entre Venezuela y USA, donde creo yo el continente pedirá a USA que levante el criterio que designa a Venezuela como una peligro para la seguridad norteamericana.

Y ¿para Juan Pueblo qué? En 1956 recuerdo cómo todos fuimos a la avenida Central para ver pasar al presidente Eisenhower y los otros 15 mandatarios que iban hacia el Casco Viejo, a la Presidencia. Ellos, la mayoría, en convertibles y lejos de los temores de actos terroristas que hoy nos abundan. En 1976 Jimmy Carter y Torrijos recorrieron la vía España y en Río Abajo la caravana se detuvo para que ambos se bajaran y dieran la mano a muchos aglomerados en las aceras. En esta cumbre, los carros pasarán a alta velocidad, el recorrido tendrá pocos curiosos en las aceras y la Cumbre será un evento televisivo para el panameño. Muchos capitalinos ya prepararon todo para volver a las playas el fin de semana.

Para las izquierdas, obreros y uno que otro gremio serán días de protestas, que ojalá los medios no le den mayor cobertura, sea una cumbre de resultados o cosmética, tenemos como país que mostrar nuestra mejor cara. El Gobierno lo está haciendo con mucho esfuerzo, el resto lo tenemos que hacer los panameños.

Panamá tiene disidentes venezolanos y también cubanos, espero que sepan comportarse en el marco de huéspedes de un país al que no deben querer perjudicar.

Y desde ya me atrevo a predecir que el presidente más popular, después de Obama, será Evo Morales, que simplificó la importancia de la cumbre, él trae su equipo de asesores y seguridad que juegan fútbol y jugarán contra un grupo local. Creo que ese juego será más productivo a Evo que lo que salga de la cumbre.

Al final del día, ¿qué nos deja más beneficios?, ¿los seis millones de la cumbre o pagar los seis millones a Miss Universo y montar el concurso acá nuevamente? Yo creo que Miss Universo nos pone en las noticias mundiales 10 días, trae más turismo y vendemos más a Panamá. Pero, no veríamos a los 34 presidentes, qué dicha la verdad, creo que me interesaría ver solo a dos de ellos.

ANALISTA POLÍTICO.

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