Confidencialidad De Ley Esconde Compra De Sistema De Espionaje

El rastro de la compra del equipo italiano con el que el gobierno Martinelli espió durante su mandato se ocultó en la confidencialidad de una reforma a la ley de contrataciones públicas.

El negocio se respaldaba en la Ley 41 de 2008, que permite al Gobierno adquirir productos y servicios para la seguridad ciudadana y del Estado sin pasar por una licitación pública e incluso sin pedir autorización para una contratación directa.

Según la norma, como el precio de la compra efectuada a la empresa italiana Hacking Team era menor a los $3 millones, simplemente pasó por el despacho del ministro de la Presidencia.

Los pagos a la empresa, cuya data fue filtrada en Internet este fin de semana (hasta 400 GB de información confidencial que incluye el expediente panameño), fueron triangulados a través de tres sociedades que intervinieron como intermediarias en la compra del servicio.

Según el informe público, en la red de las facturas cargadas por la empresa a todos sus clientes, Panamá pagó al menos tres facturas por 750 mil euros (no dólares, como equivocadamente se publicó en la edición del martes).

Hacking Team emitió sus facturas al Estado panameño entre 2011 y 2013 a través de Theola Ltd y Leyte Ltd, ambas compañías radicadas en Belice y con directivos comunes: Ardilla y Teófilo Homsany Cohen, un experto en seguridad informática.

La primera se emitió a nombre de Theola Ltd, por unos 680 mil euros, ‘para la compra de licencia y actualización del programa de rastreo por control remoto DaVinci', capaz de utilizar un terminal telefónico como micrófono, como cámara y como agente espía sin que su dueño, el ‘target', lo supiera.

Para protegerse de ese tipo de tecnología, y conociendo que el sistema estaba funcionando en suelo panameño, algunos políticos consultados por La Estrella de Panamá relataron que mientras sostenían conversaciones personales ‘sensitivas' desactivaban sus móviles sacándoles las baterías.

El sistema adquirido por Martinelli permitió seguir a ‘40 objetivos' durante el período en el que fue ejecutado. En 2012, Hacking Team cargó a la compañía TheolaLtd otros 50 mil euros por la licencia y actualización del sistema para el Consejo de Seguridad de Panamá. Gustavo Pérez, llamado a juicio por la intervención telefónica ilegal de opositores, estaba entonces a cargo de ese departamento.

Un año después, en concepto de ‘entrenamiento avanzado en Milán', la empresa de espionaje facturó a Panamá otros 20 mil euros. El cobro se efectuó a través de la sociedad Leyte Ltd., cuando Alejandro Garuz estaba al frente del Consejo de Seguridad.

Los equipos con el software de la compañía italiana desaparecieron del Consejo de Seguridad justo días antes de que Ricardo Martinelli dejase el poder y, consecuentemente, el Palacio de las Garzas.

La curiosa notificación la hizo el empresario Hugo Ardilla al informático Alex Velasco, el asesor que Hacking Team asignó para sus negocios con el gobierno de Martinelli. Ardilla es el representante de Robotec, una de las compañías que se encargó de ejecutar el sistema de espionaje para Panamá.

— Nuestra mejor esperanza es que no se elabore ningún informe sobre esto —, respondió Eric Rabe, jefe de mercadeo de Hacking Team, a Velasco en un correo divulgado en redes, que se publica ya en los principales portales de información especializada.

Pero fue un deseo lanzado al vacío: el hackeo a la base de datos de la compañía, el pasado domingo, ha sacado a la luz las pistas sobre su negocio de pinchar ‘legítimamente' en éste y otros países, y nuevos datos de la política de espionaje indiscriminado de Martinelli.

Los documentos indican que Hacking Team pretendía seguir con su negocio en Panamá y ganar en 2014 otros 140 mil euros para renovar la licencia.

Los cálculos de este periódico apuntan a que la primera compra se hizo en tiempos del exministro Demetrio Papadimitriu. El resto de las transacciones se hicieron con Roberto Henríquez al frente del ministerio.

La Estrella de Panamá intentó ponerse en contacto con ambos exfuncionarios, que no respondieron sus respectivos teléfonos.

Una fuente del gobierno pasado que prefirió no ser identificada sostuvo que ese tipo de compras eran del interés exclusivo del expresidente Martinelli. ‘Nadie más tenía potestad, el Consejo de Seguridad era su juguete, su campo', dijo.

Desde el corregimiento de Bella Vista, la sociedad KBH Aviation facturó para Hacking Team 450 mil euros, contra la armada de México, otro de sus clientes.

 

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