Sobre el proyecto de ley de estacionamientos

El proyecto de ley 10 recién aprobado por la Asamblea Nacional, que modifica y adiciona artículos a la Ley 45 de 2007 y dicta medidas sobre el derecho de los consumidores al uso de estacionamientos en locales y centros comerciales, generará ciertos beneficios, pero al mismo tiempo podría afectar a los comercios e incluso a sus clientes.

Esto es así por la cantidad de tiempo gratuito que estipula de hasta tres horas, lo que provocará que algunos centros comerciales se queden sin espacio e imposibilitaría la llegada de otros clientes, mientras los dueños de muchos de los vehículos que ocupan los estacionamientos, al final, compren cualquier tontería para justificar su uso.

En este caso, tanto los comercios como sus clientes serán afectados, porque si los espacios están llenos de vehículos cuyos dueños pueden ser clientes simulados, entonces, los que realmente quieren comprar tendrían que irse, así ellos pierden tiempo, y los comercios, dinero.

Creo que el cobro o no de estacionamientos, y la cantidad de tiempo gratuito debe ser flexible, tomando en cuenta los siguientes factores:

Primero, la escala de centro comercial. En los pequeños, en donde en pocos minutos se recorren todos los locales, el tiempo gratuito debe ser menos, normalmente con una hora es suficiente; en los grandes que tarda más recorrer y los clientes pueden hacer varias compras, se debería alargar el periodo gratis; y en el caso de los complejos aislados donde no es posible estacionarse, para luego caminar hacia otro lado, los estacionamientos deben ser totalmente gratuitos, si cuentan con suficientes espacios como de hecho se hace en Albrook Mall y otros similares.

Segundo, hay que considerar la cantidad de estacionamientos por local y el movimiento que tiene el lugar. Uno con muchas tiendas, pero pocos estacionamientos, obviamente no puede darse el lujo de ofrecer tres horas gratis, máxime cuando tiene mucho movimiento. En realidad los centros que cobran por ese servicio lo hacen más bien para controlar el acceso que por el ingreso a obtener. Por esto, es mejor que sean los propios administradores los que decidan si cobran y cómo, con base en las condiciones de cada uno. Si el ingreso por cobro no compensa la caída de negocio por la medida, creo que ningún comerciante en su sano juicio lo exigiría.

Tercero, el tipo de negocio y el tiempo que tarda el cliente para obtener el servicio o producto. Por ejemplo, en salones de belleza y estética, salas de juego y gimnasios, el tiempo gratuito debe ser mayor. Pero, al margen de la cantidad de horas que se establezca, no se debe condicionar el derecho de uso gratuito a la presentación de la factura de compra, pues si uno realmente quiere comprar, pero no consigue lo que busca, tendría que pagar de todos modos. Lo justo sería reconocer igual derecho a los visitantes que no concretan la compra. Algunos dirán que si no se pone esa condición, mucha gente abusaría. Para evitar esto, se pueden adoptar otras medidas de control para saber si un cliente realmente está en el complejo comercial, mientras su auto permanece estacionado. Por ejemplo, exigirle al que no concreta la transacción, que pida una constancia de visita y tiempo estipulado en la tienda que visitó. En los centros grandes que disponen de más recursos y cuyos clientes suelen ir a varios locales, se les puede exigir registrar la estadía cada cierto tiempo, validando su tiquete de estacionamiento en máquinas automáticas instaladas a cierta distancia.

Espero que los honorables diputados, en particular los proponentes, sean capaces de reconsiderar el proyecto ya aprobado, e introduzcan modificaciones, tras efectuar las consultas necesarias con los sectores empresariales. Es deber de los diputados crear un ambiente legal favorable para los comerciantes que son una parte importante de los que pagan impuestos.

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