Hay fundamentos en acusación a Martinelli
Los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) concluyeron que el expediente remitido a esa corporación por la Fiscalía Segunda Anticorrupción, en el que se menciona al expresidente Ricardo Martinelli, contiene suficientes elementos de convicción para investigar posibles actos ilícitos.
Así está consignado en el fallo que aprobó el pleno de la CSJ el 28 de enero pasado, fundamentado en el testimonio del exdirector del Programa de Ayuda Nacional (PAN) Giacomo Tamburrelli, quien afirmó que Martinelli le ordenó formalizar el contrato por $45 millones para la compra de comida deshidratada.
Según Tamburrelli –detenido por anomalías en dicho contrato– la orden vino directamente del expresidente, quien le dijo: “Eso va porque va”.
Tamburrelli habla y delata
Cuando el exdirector del Programa de Ayuda Nacional (PAN) Rafael Guardia Jaén dijo que Adolfo Chichi De Obarrio –secretario privado del expresidente Ricardo Martinelli– era el que elegía las empresas proveedoras de la institución, pocos pensaron que el exfuncionario tomaría un avión tan rápido como pudo para abandonar el país en medio de acusaciones en su contra.
Después de la declaración de Guardia Jaén, tocó el turno a Giacomo Tamburrelli –también exdirector del PAN– y este no solo dijo que Chichi De Obarrio hacía lo mismo bajo su administración, sino que agregó que también recibía órdenes del propio Martinelli.
Dos días después de esa declaración –el miércoles de la semana pasada– el exgobernante partió hacia Guatemala a una plenaria del Parlamento Centroamericano. Luego viajó a Estados Unidos e Irlanda, aunque su paradero actual es desconocido, pues aunque su avión está en Italia, él no arribó con la aeronave.
INSTRUCCIONES PRECISAS
Al secretario privado de Martinelli le han formulado tres cargos por la supuesta comisión de los delitos de peculado, corrupción y fraude en contrataciones públicas, al tiempo que la Corte Suprema de Justicia investigará al expresidente por las irregularidades en el PAN, particularmente en el tema de las comidas deshidratadas para estudiantes de escuelas públicas, vendidas al PAN en 45 millones de dólares.
Fue en esta última indagatoria que Tamburrelli reveló quiénes eran los artífices del contrato para comprar comida deshidratada. El “intermediario” entre la Presidencia y el PAN era Javier Pariente, gerente de Ensa (Elektra Noreste, S.A.), afirmó Tamburrelli.
“Él transmitía algunos mensajes del señor presidente de la República Ricardo Martinelli, para que se diera todo tal como lo requería la Presidencia […] todo lo relacionado con la contratación, el enlace del proveedor, inclusive con la compañía directa en Brasil de la comida deshidratada, este señor era quien mediaba en todo”, afirmó Tamburrelli a los fiscales.
El exdirector del PAN declaró que es amigo de Pariente desde hace, al menos, 10 años, cuando él trabajaba en el Súper 99. Pese a que él no era funcionario ni del PAN ni de la Presidencia, transmitía órdenes de Martinelli , recordó Tamburrelli.
Por ejemplo, el exdirector del PAN recordó aquella vez que Pariente le dijo que “acelerara el pago del anticipo a los contratos de comida deshidratada [del 40%]” o esa otra vez en la que le dijo “que recordara que esas eran instrucciones del boss, o sea, Ricardo Martinelli”.
Interviene Martinelli
Si bien Pariente intervenía como intermediador, según Tamburrelli, este también dejó claro que además recibió instrucciones directas del mismo Martinelli de contratar a la sociedad Lerkshore International Limited para comprarle la comida deshidratada. “Fue una llamada telefónica [de Martinelli] que ejecutara el proyecto […] lo más pronto posible”.
Y no solo fue una vez, sino dos veces las ocasiones en las que Martinelli le dio instrucciones sobre la compra de comida deshidratada, afirmó Tamburrelli.
“De igual forma ocurrió para la segunda contratación [para comprar comida deshidratada], cuando me informa el presidente Ricardo Martinelli; yo automáticamente tuve que convocar a la junta directiva [del PAN] por el monto del proyecto, para que fuesen informados y avalaran la contratación…”.
Incluso, a Tamburrelli le sorprendió que Martinelli lo llamara para que “contemplara dar un adelanto del 40%… cuando lo acostumbrado es del 10% y 30%” y que la Contraloría refrendara un contrato de 45 millones de dólares en tan solo 10 días.
“Cabe en lo posible que, así como yo recibí la llamada [de Martinelli] para que se ejecutara el proyecto, no quisiera pensar que la contralora Gioconda Bianchini haya recibido alguna orden muy parecida a lo que a mí me ocurrió para el refrendo del contrato, ya que, reitero nuevamente, se me hizo muy extraño que en corto tiempo fuese refrendado ese contrato por el monto tan alto”, declaró Tamburrelli.
castillo Y de Lima APROBABAN LOS FONDOS
Mientras Martinelli daba órdenes de contratar a la sociedad Lerkshore International Limited, Chichi De Obarrio hacía también lo propio. Tamburrelli dijo que las empresas que se contrataron para la distribución de la comida deshidratada “fueron sugeridas por Chichi De Obarrio […] Él mandó una lista […] con nombres sugeridos de las empresas para la distribución… [de la comida deshidratada]”.
Tamburrelli involucró a ministros de Estado. “La gran mayoría de las cotizaciones y las órdenes de partida presupuestaria del MEF [Ministerio de Economía y Finanzas] ya venían firmadas por el viceministro Omar Castillo y en ocasiones hasta de [el entonces ministro] Frank De Lima […] venían en un fólder, lista para ejecutarlas”.
“Las órdenes presupuestarias –explicó el exdirector del PAN– mantienen un número que ese es el que permite hacer el cheque para cancelar las órdenes de compra o insumos. Con ese número, el MEF automáticamente te acredita la plata en la cuenta del PAN. Sin ese número no hay plata”.
trató de ubicar al extitular del MEF, pero no respondió el mensaje que se dejó en su celular.
Las explicaciones que debe dar Martinelli sobre este asunto, así como su empleado Chichi De Obarrio, tendrán que esperar. Ambos dicen que “no hay condiciones” para regresar al país.