Desfile De Delincuentes

Al leer los diarios, nos desayunamos con nuevos nombres y apellidos de elementos corruptos que integraban el pésimo régimen de Ricardo Martinelli y a cuyas órdenes se mostraban complacientes, ya que en la comisión de diversos delitos la mayor parte le tocaba al gánster mayor, que huyendo de la justicia se ha refugiado en Miami, alegando en principio que sería una gira para entrevistarse con varios gobernantes, pero lo cierto es que muy lejos ha estado de ello, por razones lógicas, y sólo se le ha visto presente en un restaurante estadounidense.

Sin hacer mayores esfuerzos la imaginación nos lleva ante la presencia del régimen autoritario con que contábamos en Panamá antes de que asumiera las riendas del poder el presidente Juan Carlos Varela y ese examen a conciencia que se hizo la mayoría de los ciudadanos, llevó a infligirle las más demoledora derrota en las urnas a quien pretendió perpetuarse en el poder con sus más allegados títeres, tan corruptos como él mismo.

Con las riendas en sus manos, logró que todos los poderes del Estado le fueran incondicionales y por eso hoy desfilan ante la justicia cada uno de esos elementos cómplices suyos, que no escatiman esfuerzos para no cargar ellos solos con todas las culpas, y embarrar a su exjefe.

Si por un lado esto está llevando a que los expedientes sean cada vez más voluminosos, en el embarre no se salva el inductor mayor de toda la corrupción que observamos, lo que demuestra que lejos del poder ha caído en desgracia, ya no le temen y no hay nada que obedecerle.

Como abogado, considero que el Ministerio Público, y en lo que toca al Órgano Judicial, están haciendo su trabajo en forma eficiente y con firmeza, eso sí: lo que esperamos todos es que al final de tan extensas investigaciones en las distintas instancias, las decisiones que se tomen deben ser para que ninguno de estos pillos queden sin castigo y vayan a parar sin contemplación tras los barrotes de la cárcel, sin miramiento ni consideración alguna.

Por lo que a este momento se refiere, algunas de las medidas cautelares que se han tomado en algunos casos de alto perfil son cuestionables, debido a que no merecían que se les aplicara las menos graves, sino las más fuertes, como la detención preventiva. Por allí anda un sujeto, a quien se le dio casa por cárcel, y cuando se examinó su caso en segunda instancia para ser detenido por sus delitos, se ha esfumado y no se le encuentra ni debajo de las piedras.

Insistimos en que si por el momento la justicia está actuando con rectitud y con mano fuerte, esperamos que esa siga siendo la práctica de todos sus funcionarios a lo largo de todas las investigaciones a los corruptos en general, que casi acaban con nuestro país en tan solo un quinquenio, fatalmente gobernando por Martinelli.

 

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