Cumbre, ¿éxito o fracaso?
Hoy día se habla a través del dinero, de las armas o de las ideas. De esto se puede colegir que hay gobiernos plutócratas, militares y demócratas. Pregunto: ¿Qué propósito habría en propiciar reuniones con gobiernos que hablan diferentes idiomas, si no lograran entenderse?
Con todo, pudiera ser que a pesar de que no hablen el mismo idioma, logren cierto entendimiento a través de la comunicación por señas. Esto no haría sino evidenciar su interés en consensuar ciertas tendencias para lograr lo que a la postre sería una paz efímera o un mero protagonismo político.
Ralph Waldo Emerson dijo: “Solo los que construyen sobre ideas construyen para la eternidad”. Infiero, pues, que a quien no le interesen las ideas no le interesará, por ende, la eternidad. Mucho menos la democracia, porque esta se sustenta en las ideas que perpetúan la verdadera paz.
Tal vez a esto se deba que en American Sniper (El Francotirador) se diga que “hay tres tipos de personas en este mundo: ovejas, lobos y perros pastores”. Las ovejas creen que no existe el mal y su mundo solo gira en torno a su “lana”. Los lobos son los malos y, así como el mundo de los lobos gira en torno de sus afilados colmillos para depredar, así el de los malos se mueve en torno a sus afilados cuchillos, espadas, sables y fusiles para devorar la carne y la sangre de los débiles. Y los perros pastores son los buenos que han asimilado la impronta o idea de cuidar o proteger. Ellos se deben a la protección de los débiles.
No soy político, soy un hombre que observa, por ejemplo, cómo a un niño cansado y hambriento, tras su jornada escolar, el Metro Bus no le para a pesar de que él le haga señas al chofer. En una policlínica escuché decir a unos enfermos que esperaban desde hacía rato sus medicinas que lo menos que les interesaba en esos momentos eran Barack Obama, Raúl Castro o Nicolás Maduro. También escuché a un comentarista radial preguntarse, ¿cómo es que cierto país, que en estos momentos experimenta graves problemas de inundaciones, discuta sobre la despenalización de las drogas? Y esto no es lo único en que pierden el tiempo ciertos países, mientras los débiles sufren toda clase de vicisitudes.
Como un cristiano (creyente) más de este país, lo único que puedo decir es que de la misma manera que Dios le pedirá cuentas a un padre o una madre por cada lágrima que vierta un niño innecesariamente, de esa misma manera Dios le pedirá cuentas a cada gobernante por el tipo de prioridad que gestionó su administración. La recién finalizada Cumbre fue un ¿éxito o fracaso? Usted decida.