Constituyente, una promesa de Varela que sigue sin rumbo

La promesa de campaña de Juan Carlos Varela de redactar una nueva Constitución Política que rija los destinos del Estado panameño, cada día se aleja más de convertirse en una realidad.

No hay acuerdo sobre la manera en que se harían los cambios, si será una modificación parcial o un texto totalmente nuevo, como exigen algunos sectores. En este caso, habría que definir si sería a través de una constituyente, ya sea paralela u originaria.

CONSTITUCIÓN

Experiencias del Estado panameño

Panamá ha tenido cuatro constituciones a lo largo de su historia como República. La primera se promulgó en febrero de 1904, tres meses después de la independencia y la conformación del Estado. Ese primer documento se inspiró en el texto de la constitución colombiana de 1886.

Luego vino la de 1941, posteriormente la de 1946 y finalmente, la de 1972.

El segundo texto constitucional de 1941 fue impulsada por el gobierno que encabezó Arnulfo Arias Madrid. Fue el texto constitucional panameño que menos vigencia ha tenido .

La tercera constitución panameña fue aprobada en 1946, siendo presidente Enrique A. Jiménez.

La cuarta se aprobó en 1972, durante la dictadura militar. Esta constitución ha sido reformada en cinco oportunidades, siendo la última en 2004 .

Para tratar el tema, el presidente Varela designó a su viceministro de la Presidencia, Salvador Sánchez, para que analice, en conjunto con diferentes grupos de la sociedad civil, cuáles reformas se incluyen al texto constitucional existente.

Para esta misión, tendrá como plazo hasta el 30 de junio de 2017, fecha en que debe presentar al Ejecutivo los cambios constitucionales que deben hacerse.

RECHAZO A LA REFORMA

El constitucionalista y miembro de la Comisión Pro Constituyente del Colegio Nacional de Abogados (CNA) Miguel Antonio Bernal cuestionó el ‘letargo' de esta promesa de campaña y rechaza la designación de Sánchez para que se reúna con la ‘sociedad civil organizada'.

Mediante un comunicado, el también docente universitario le recuerda al mandatario que no permitirán que les diga que ‘un proceso constitucional tiene que darse cuando el sistema de la justicia esté un poco más avanzado'.

Bernal también destacó que el grupo que encabeza no está dispuesto a permitir que la Constitución vigente siga siendo reformada para adecuarla, según él, a los intereses políticos del momento.

Otro abogado que tiene una posición similar es Ernesto Cedeño, quien piensa que este retraso se debe a una evidente falta de voluntad del gobierno de querer cambiar y ser diferente.

De acuerdo con el jurista, lo ideal sería modificar íntegramente la Constitución mediante una constituyente paralela, en la que se abre una elección general para que el pueblo escoja a los constituyentes que redactarán el nuevo texto.

Las palabras de Cedeño ponen en evidencia que el mandatario no tiene deseos de tomar esta opción, porque percibe, ante sus bajos niveles de popularidad, que probablemente la constituyente que elegirá el pueblo no quedará integrada por las personas que él quiere.

MOMENTO QUE NO LLEGA

‘Ahora mismo muchos factores del sistema de justicia han colapsado y esta sería una buena oportunidad para establecer las bases; sin embargo, nuestros políticos deben tener voluntad de hacer el cambio y hasta ahora ninguno lo ha tenido', insistió Cedeño.

César Ruiloba, expresidente del CNA, fue más allá y cuestiona la falta del cumplimiento de la promesa del mandatario, a dos años de su administración.

El abogado propuso que si por algún motivo el presidente Varela no hace realidad su promesa, la sociedad debería buscar un mecanismo de censura para aquellos políticos que incumplen sus propuestas de campaña.

Otra opción que sugirió Ruiloba es que la sociedad presione al gobierno para que ejecute su compromiso y se convoque a un referéndum para que el pueblo elija si acepta la propuesta de la nueva Carta Magna.

Sectores adversos no son los únicos que reclaman un nuevo texto constitucional para el país. El 26 de julio, el alcalde de Panamá, José Blandón, indicó que el país necesita una nueva constitución y que el mejor camino para hacerlo es través de una constituyente.

El aquella ocasión, el político panameñista dijo que el cambio constitucional es una necesidad ‘insoslayable'.

En 2004, cuando se encontraba en el poder el entonces presidente Martín Torrijos, se realizó la última reforma a la Constitución Política, vigente desde el año 1972 y creada durante el régimen militar.

El tiempo corre y los actos de Varela, según los abogados consultados, apuntan a que su administración no cumplirá su promesa y que el Estado seguirá con la misma Constitución.

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