Tenemos Barro, No Humo Blanco:

Cuando estamos estancados en una situación sin aparente solución inmediata, se suele decir “aún no hay humo blanco”, haciendo referencia a la conocida práctica para el proceso de elección de un Papa en el cónclave vaticano. De manera semejante, podemos afirmar que esa es la situación que experimenta el proyecto hidroeléctrico Barro Blanco por el conflicto que enfrenta a la empresa constructora con diversos dirigentes indígenas de la comarca Ngabe-Buglé, y en el que está inmerso el Estado panameño desde hace varios gobiernos.

El espacio de este artículo es insuficiente para siquiera intentar hacer un resumen de las múltiples causas de ese conflicto (y no digamos para plantear alternativas de solución), sin embargo, sí es posible acotar algunos elementos que amplíen nuestra perspectiva.

Entre las causas, podríamos enumerar desde el manejo inadecuado de la empresa en su relación con las poblaciones y los dirigentes comarcales; deficiencias en la elaboración, aprobación y fiscalización del estudio de impacto ambiental; la intransigencia de algunos dirigentes indígenas; la intromisión de intereses políticos, y la represión violenta del gobierno anterior contra los que se oponían al desarrollo del proyecto.

Sin embargo, al escudriñar profundamente el tema encontraremos que, en gran medida, muchas causas derivan de la ausencia de un proceso previo de consulta y participación ciudadana (y comunitaria) para la formulación de una política pública que, además de sus pilares técnicos y económicos, contemple los aspectos socioambientales que le permitan implementarla, de forma efectiva, por parte de los actores involucrados.

Las posiciones e intereses en torno al desarrollo del sector energético y sus proyectos específicos van mucho más allá de la conformación de la matriz de generación eléctrica, la extensión de la electrificación rural o la forma de bajar las tarifas. En el fondo, el tipo de política que elaboremos será un reflejo del modelo de sociedad que queremos en lo económico, político, social y ambiental.

En la actualidad, la Secretaría de Energía de Panamá da los primeros pasos en esa dirección, por lo que es fundamental apoyar y fiscalizar la iniciativa, con el fin de que se formule un proceso amplio y profundo de participación (no solo de consultas) respecto a los objetivos de largo plazo en esa materia y los medios para alcanzarlos, y en el que se fije el desarrollo humano sostenible como base de toda la propuesta, tomando en cuenta no solo la factibilidad técnica de sus alternativas, sino la viabilidad sociopolítica de estas.

Formalizar este compromiso del actual gobierno hacia el futuro serviría como catalizador que suelte el nudo en que se encuentra el conflicto. La forma en que se resuelva nos mostraría el camino a seguir en lo sucesivo. Si hubiéramos desarrollado un proceso como este hace algunos años (aunque en el gobierno anterior habría sido imposible), no hay duda de que ahora no solo tendríamos barro, sino también humo blanco para la tranquilidad de todos los panameños.

 

Constituyente: ¡A Buena Hora Presidente!

Confesamos nuestra satisfacción con el anuncio del Ejecutivo en el sentido de dar a conocer, al cumplir un año, lo que ocurrirá con la constituyente. Así dice la nota periodística, lo que nos parece correcto, porque no solo es la reforma ‘per se', sino la transparencia de una promesa. En el mundo de hoy, los niveles de transparencia impactan a la administración pública en diversas direcciones. Tan ausente en la región, ésta no se reduce al manejo de las finanzas del Estado ni al hecho de que haya información oportuna sobre las actividades desarrolladas por el Gobierno. Cada una de estas exigencias están presentes en ese valor ético-social, no obstante que también involucra el cumplimiento de las promesas hechas a la población.

La historia, en las diversas realidades políticas, enseña que el remedio acostumbrado para los desbarajustes institucionales han sido los cambios constitucionales. De esto hay sobrados ejemplos. El último de ellos, el de Chile, donde los escándalos de corrupción han obligado a la presidente Michelle Bachelet a hablar del tema. En Panamá, el caos del régimen institucional del quinquenio Martinelli, presionó sobre el ambiente electoral. Así resultó la propuesta de una constituyente en el programa del partido que hoy gobierna. Ya en el poder, se designa al ministro de Gobierno, M. Henríquez, como coordinador de la iniciativa, pero que después se la traslada a la Concertación; una táctica, según algunos, para congelar su real posibilidad.

A un año de las elecciones; a distancia, además, de una reglamentación anunciada por el Tribunal Electoral, pero que ya nada se menciona, y a la mano de algunos artículos de opinión, que esporádicamente abordan la temática; después de estos signos, que poco dicen de la buena marcha de la promesa, el asunto de la constituyente pareciera congelarse como glacial. Pero, urge dar respuestas, de ahí lo importante del anuncio, que resuelvan las inquietudes de quienes dieron credibilidad a esa vía de solventar los problemas nacionales. La población debe conocer la verdad sobre la suerte de una promesa dirigida, según se dijo, a sanear el deterioro de la institucionalidad estatal.

Sobre reformas constitucionales se tiene, después de constitución militar de 1972, una rica experiencia. El primer acto reformatorio (1982), dictó pautas de lo que fue denominado la ‘apertura democrática' con ‘repliegue militar'. Le sigue 1994 con el Gobierno de Ernesto Pérez Balladares. Con este acto, se aprueba un título sobre el Canal de Panamá y se ‘desmilitariza' el país con la prohibición de ‘tener ejército'. Para 2004, la Asamblea Nacional aprueba nuevas modificaciones: se elimina la inmunidad parlamentaria, se establece un número fijo de diputados, se elimina un vicepresidente de la República, se fortalece el Tribunal Electoral, entre otras.

¿Y en tiempos de Martinelli? Por Consejo de Gabinete fue creada la Comisión de los Notables; el producto, de más de 500 artículos, hubiese significado un avance en los derechos políticos, sociales e institucionales, pero que se archiva so pretexto, como llegó a señalar el mismo presidente, de ‘ser un disparate'. La decisión del Ejecutivo fue otra de las tantas mentiras, un atentado a la transparencia que alentó falsamente a la población. Es esto, ahora que se busca recobrar lo perdido, lo que no debe repetirse con la promesa de una constituyente. Y es más temprano, que tarde, para hacerlo señor presidente; que no se repita la nefasta historia del quinquenio anterior. Lo importante es que se diga: ‘La constituyente va'.

 

Laboratorio Político De La Democracia

¿Por qué la desafección ante la democracia es tan superior en España al resto de países europeos? Cuando los historiadores hagan el balance de la gran recesión en un país como el nuestro encontrarán dos elementos que lo distinguirán de su entorno geográfico y que posiblemente estén concatenados: el gigantesco volumen de desempleo y una percepción ciudadana muy mayoritaria de que la joven democracia, que nació a finales de la década de 1970, no funciona bien, y que ese deterioro se expande con una enorme rapidez.

Al estudio de esta segunda característica de la crisis dedica una buena parte de sus páginas el Informe sobre la Democracia en España 2015 (IDE 2015), que desde hace nueve años elabora la Fundación Alternativas.

En el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en el que se incluyeron preguntas específicas sobre este asunto en (no deja de ser sorprendente que luego no se hayan hecho) siete de cada 10 ciudadanos estaban poco o nada satisfechos con el funcionamiento de la democracia en España: el 48% de los encuestados se sentía poco satisfecho y un 20% adicional, nada satisfecho. Antes de la crisis ocurría al revés: el porcentaje de personas satisfechas era tradicionalmente muy superior. Esto cambia a partir de 2008, por lo que no es difícil relacionar esta evolución con la crisis económica y su gestión.

Los datos se hacen más concluyentes si se tienen en cuenta los que proporciona la Encuesta Social Europea (una iniciativa del Comité Permanente de la European Science Foundation): 1. España era el país con menor nivel de insatisfacción con el funcionamiento de la democracia tras los escandinavos, los más avanzados; 2. Desde el inicio de la gran recesión nuestro país se encuentra alineado en el nivel de insatisfacción con los países del Este de Europa, en general los más retrasados, y más de 20 puntos por encima de la media europea; 3. Ningún país de la encuesta (no hay información de Grecia) ha registrado un incremento tan abrupto del descontento con el funcionamiento de la democracia.

Los datos comparados apuntan a que la existencia de una crisis económica no es una condición suficiente para un incremento sostenido de la insatisfacción (por ejemplo, no pasa así ni en Portugal ni en Irlanda). No es suficiente, pero es muy importante; según el Eurobarómetro, esa satisfacción se redujo entre 2007 y 2011, en especial entre los países formalmente bajo condicionalidad del Fondo Monetario Internacional –Grecia, Hungría, Irlanda, Letonia, Portugal y Rumanía–, los países que más han sufrido la presión de los mercados internacionales en el momento de financiar sus deudas –

 

Se Desenreda La Telaraña

De una manera rápida y con una estrategia tan brillante como las usadas durante la Segunda Guerra Mundial por el líder fascista Adolfo Hitler. Con palabras, mazo en mano y propaganda sobre grandes vallas que decían ‘Ahora le toca al pueblo', Ricardo Martinelli logró penetrar en las mentes de los panameños y engañarlos sobre que lo que se hacía en la marina de Figali era lo correcto.

Irrumpir en la marina de Amador, donde el empresario Jean Figali mantenía contratos vigentes, con una turba de policías, ministros, directores de instituciones y con luces, cámaras, micrófonos, era el escenario perfecto para entrar en escena y hacer un ‘show' mediático y apoderarse ilegalmente de eso.

Hoy se desenreda entrar toda la telaraña de corrupción que armó para despojar a la fuerza un bien privado que contaba con todos los permisos legales que establece la legislación panameña. Sin orden judicial, pasando por encima de la justicia o, mejor dicho, controlando la justicia a su antojo. ¿Cómo es posible que el entonces ministro de Seguridad, José Raúl Mulino, y Gustavo Pérez, director de la Policía, prestaran las unidades de la institución policial para violar una propiedad privada sin mediar orden?

Otro, el exadministrador de la Autoridad Marítima de Panamá, Roberto Linares, ahora señala que todo se armó en la Presidencia y que desconocía que los contratos entre Figali y el Estado eran legales; sin embargo, era uno de los primeros en el día de la intromisión a la marina. Ese día, además del expresidente Martinelli, aparecieron el exministro Alberto Vallarino y Salomón Shamah. Hoy se esconden y no dicen nada sobre este tema.

Pero el ataque era para desmoralizarlo y aplastarlo para que no se levantara más, esta vez no fueron cámaras de gases, sino celdas de terror y de silencio. Encerraron al empresario Figali para intimidarlo y presionarlo para que firmara los documentos que le darían a Martinelli y su círculo el control pleno sobre el negocio del empresario.

La telaraña es tan compleja, pero poco a poco se está cayendo y cuando una verdadera justicia entra para limpiar la casa llena de corrupción, se logra ver claramente las clases de insectos y alimañas que la habitaban.

Solo por mencionar otros elementos de este caso. Hay un fiscal acusado de inventar pruebas contra Figali, utilizaron al director de la Dirección General de Ingresos, Luis Cucalón, para perseguir a muchos empresarios, entre ellos Figali. El juez ejecutor del Ministerio de Economía y Finanzas, Raúl Taboada, quien en la actualidad es funcionario del MEF y está denunciado por presuntas irregularidades en el caso, se prestó para dichas irregularidades, al igual que el administrador judicial. El poder hipnotizador de Martinelli era tan fuerte que nadie le decía no.

Posterior a esto, la empresa que hizo la mayoría de los eventos allí, terminó debiendo agua, luz e impuestos. Sospechosamente esa empresa ahora también le pertenece al hijo de Ricardo Martinelli. La trama conecta a la empresa que construía ilegalmente centros de convenciones, se le vincula a Cobranzas del Istmo.

Tantas irregularidades y nadie aún preso, ¿será que tendrá que hacerse una comisión especial que revise este caso, pero es solo uno de tantos? En la calle aún muchos empresarios solo comentan y piensan que de qué vale denunciar, si pareciera que el círculo cero todavía tiene poder sobre a justicia. Triste que en Panamá, en los últimos cinco años, se creó una estructura para delinquir, perseguir y hacer negocios ilegales.

 

El Hedor De Las Medidas Cautelares

Conforme a la Ley, nadie puede ser sometido a medidas cautelares, si no existen graves indicios de responsabilidad en su contra.

El problema de las medidas cautelares es que cada funcionario de instrucción, a su prudente arbitrio, las impone a veces de manera hasta desproporcionada y sin honrar la uniformidad en muchos casos.

La Ley dice que: salvo que existan exigencias cautelares de excepcional relevancia, no se decretará la detención preventiva cuando la persona imputada sea mujer embarazada o que amamante a su prole, o sea una persona que se encuentre en grave estado de salud, o una persona con discapacidad y un grado de vulnerabilidad, o que haya cumplido los sesenta y cinco años de edad. (Artículo 2129 del código judicial).

No obstante, en el caso del Tío Pipo se decretó inicialmente la detención preventiva en su contra, pudiendo obviarse esto, por lo antes expuesto; sin embargo, tan pronto amplió su declaración indagatoria (mencionando nombres) y reintegró cinco millones de balboas, le dan casa por cárcel. ¿Cómo se digiere esto en un sistema de justicia?

Definitivamente que la administración de justicia no huele bien hoy y afecta la marca país.

Debemos cultivar en nuestra justicia, también, la cultura de la transparencia que es la que va a mitigar la corrupción en todas sus formas.

¿Qué debe hacer el Ministerio Público para fortalecer y hacer objetiva y transparente su función?

 

Cuando La Justicia Agoniza:

“Los magistrados y jueces son independientes en el ejercicio de sus funciones y no están sometidos más que a la Constitución y a la ley…”, así reza parte del artículo 207 de la Constitución Nacional. Esta norma y otras entregan en manos de los jueces el sagrado deber y derecho de impartir justicia. Pero, ¿qué es la justicia? Tiene muchas definiciones, pero a final de cuentas es uno de los valores más sagrados y valiosos de la sociedad.

Mediante su aplicación se decide la suerte de fortunas, vidas, honras, futuro y hasta el pasado de hombres, mujeres, Estados y naciones. En consecuencia, la impartición de justicia no se le puede otorgar a cualquier persona, sino a aquellas que aparte de tener un profundo conocimiento del derecho, muestren comportamiento vertical, moral transparente y ética incuestionable. Como seres humanos tendrán falencias, pero dentro de límites, razonables y entendibles, siempre condicionadas a su papel de jueces. Ello es así porque desde que aceptan la responsabilidad de ejercer la judicatura se exponen a pruebas y retos, para salvaguardar la dignidad del cargo que se les confía. Pero la fragilidad de la naturaleza humana nunca podrá ser un justificante o excusa para desvaríos, desaciertos y comportamientos lesivos o inmorales.

Cuando la impartición de justicia comienza a degenerarse, y los jueces y magistrados son señalados, objetiva o presuntivamente como corruptos, la justicia agoniza. La nuestra ha sido herida mortalmente durante años por sus propios sacerdotes y servidores. Se le hiere brutalmente con fallos manipulados o vendidos o por decisiones anémicas de conocimiento jurídico, que son las más leves. Se le hiere cuando un operador manipula un procedimiento para beneficiar a una de las partes, negando pruebas viables, por ejemplo. Pero el daño más serio es la agonía institucional. Esto ocurre cuando del cuerpo judicial emanan señales de corrupción y degeneración empañando esto la imagen de jueces y magistrados que hacen honor a su cargo. Cuando esto ocurre, sufre la democracia y la sociedad, pues se origina una percepción de corrupción generalizada e indefectiblemente se cierne sobre todos los estamentos de la corporación la sombra de la desconfianza ciudadana.

La génesis del problema puede ser la forma en que se nombra a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia. En algunos casos no son escogidos por méritos académicos, profesionales ni talante ético. Son designados por el dedo del Ejecutivo, tal vez retribuyéndoles algún servicio prestado o para asegurarse impunidad judicial ante la eventualidad de un juzgamiento personal o intereses de allegados. Al no ser elegidos por méritos y algunos con trayectorias cuestionables, como en el caso de un exmagistrado sancionado, estos corruptos se convierten en sicarios judiciales, asesinos de la justicia e indolentes morales. No tienen ni sienten compromiso con la sociedad ni con la judicatura, solo utilizan y lesionan la justicia para su propio beneficio o de aquellos a quienes le deben el cargo.

 

Las Competencias Necesarias En El Ejecutivo:

Las organizaciones han ido evolucionando y Panamá no escapa de esta realidad, factores como: la educación, la globalización, la economía, los cambios en los procesos productivos, la tecnología y las comunicaciones, han hecho que quienes las dirigen tenga que contar con las competencias que les permitan relacionarse con los mercados, clientes, proveedores, colaboradores, aliados estratégicos y socios de negocios. Hay que identificar metas, relacionarse con el entorno, sus tendencias y desarrollar estrategias para obtener resultados efectivos.

El conocimiento es un factor importante, muchas organizaciones, tienen la disposición para reforzar la formación a través de capacitación adicional.

El éxito de toda organización está en alinear a las personas de su equipo hacia los objetivos propuestos, para que compartan de manera genuina la misma visión y misión. Ese nivel de compromiso, de sinergia, lo logra un líder a través de su capacidad de interactuar con otras personas, escuchar y manejar las situaciones de posibles conflictos.

Hoy día vemos cómo en muchas organizaciones se realizan cambios en las funciones de los colaboradores sin ninguna evaluación previa, esto debilita la posición actual y hace ineficiente la nueva. Se requiere evaluar los perfiles, ubicar al personal en los puestos en que desarrolle sus puntos fuertes, y saber si están en el proceso e identificar cuando se desvían. Deben administrar sus procesos a través de indicadores.

En nuestros tiempos, el ejecutivo no agrega valor por sus conocimientos, títulos o autoridad, sino por transferir conocimientos y lograr cambios de comportamiento. Hay que capacitar y motivar al equipo. Se trabaja en base a prioridades, se delega y empodera.

El servicio es estratégico, las empresas están orientadas por el cliente y sus necesidades. Vemos cómo se desperdicia la oportunidad de lograr una ventaja competitiva utilizando el servicio como un elemento diferenciador.

En forma oportuna los problemas se deben identificar adecuadamente, implementar soluciones, controlar y evaluar.

En este siglo, para dirigir una organización, más que una educación formal, es relevante saber cómo el ejecutivo va a interactuar con la organización y su entorno. Se valoran las cualidades personales, esas que no se adquieren en una universidad y que no se pueden enseñar, como: los valores, el comportamiento, la voluntad, la actitud, el respeto, la sinceridad, el autocontrol, la pasión, el entusiasmo, la asertividad y el aprendizaje a través de experiencias.

 

“Cuando Se Jodió Panamá”: ¡Homenaje A Tito Jaén!

El martes 3 de marzo, de este año, falleció el banquero y exdiplomático Eudoro Jaén Esquivel. Mi amigo, mi profesor, un extraordinario ser humano, un panameño fuera de serie. Tito, para los amigos, fue el José de Fábrega del siglo XXI. Directo, locuaz, sin pelos en la lengua, conocedor de la historia de su país, como historia viva, porque el supremo Dios le permitió vivirla y ser parte de ella. Para mí fue un honor haberlo conocido y asimilar sus enseñanzas. No puedo negar que su partida, inesperada y a destiempo me ha afectado al punto que he tardado dos meses para poder hacerle este homenaje póstumo. Pero el tiempo de Dios es perfecto.

Uno de los más importantes diarios de Panamá, La Estrella de Panamá reseñó su fallecimiento señalando: Eudoro Jaén, quien por varios años escribió en la columna de opinión en La Estrella de Panamá, estuvo al frente de la Embajada de Panamá en Italia en el 2006-2009, y se destacó en el Chase Manhattan Bank. También se desempeño en la presidencia de la Comisión Bancaria (1992) y gerente general de la Caja de Ahorros (1994 – 1999).

Así de simple es la mezquindad de los medios, porque esa nota no resume ni la mitad de lo que fue la vida de este ilustre panameño, ingeniero agrónomo, genio de las finanzas, y profesor de una de las más importantes y prestigiosas Universidades de Panamá. La UCA, Santa María La Antigua, donde lo acompañe muchas veces, incluso a cobrar su salario.

Tito era un hombre humilde, sencillo, pero con mucho estilo y clase. Caminar con él por Panamá, era un odisea; en cada esquina lo paraban, lo saludaban, le consultaban, o le buscaban la lengua, sobre el acontecer político de su país o más allá de sus fronteras. Mi hija Yoslin tuvo el honor de tertuliar con él y aprender lo que en las aulas no se enseña.

Mi amigo don Tito, era un erudito de la historia, las finanzas, la diplomacia, pero más allá de eso, era un enamorado de la familia, los hijos, los nietos, de Rosario su mujer y de una de sus hermanas, la antropóloga física María Teresa Jaén Esquivel, fallecida en la Ciudad de México, que tuvo el honor de haber certificado los restos de sor Juana de la Cruz, esa muerte lo afectó de manera muy especial, fui testigo de excepción.

Siempre una vez a la semana nos comunicábamos y me mandaba su artículo que publicaría; cuando dejó de hacerlo, a finales del año pasado, yo presentía que algo andaba mal. Se fue de repente, como la brisa. No sufrió ni padeció. Hasta en eso Tito tuvo estilo. Me cupo el honor con Richard Sanz, a través de Radio Rumbos, entrevistarlo durante más de una hora, precisamente en los días cuando Venezuela rompía relaciones diplomáticas con Panamá.

El presente artículo fue publicado el 15 de mayo del 2012 y en su elocuente sencillez, Tito Jaén me pidió antes de publicarlo que lo puliera y lo corrigiera. Así lo hice, por eso hoy le rindo homenaje publicándolo tal cual y como salió en el diario La Estrella de Panamá. Tito ha podido tener muchos defectos, era humano, pero tenía tres virtudes, que al menos yo le conocí: era amigos de sus amigos, le sobraba clase, estilo e hidalguía, y siempre recordaba a su padre, allá en la aduana de David, de Chiriqui, Panamá, como un funcionario, honesto, correcto y cabal. Eso deja mucho de qué hablar de un hombre a sus tantos años de edad.

¡CUANDO SE JODIÓ PANAMÁ!

Cualquier parecido con nuestra realidad es pura y simple coincidencia.

‘Tenemos 36 meses de sufrir una ola de escándalos, una cadena de sobresaltos que aparenta no tener fin, cada día más peligrosa para nuestra estabilidad emocional y social. La Clase Política y los gobernantes no dan tregua. No es justo, merecemos disfrutar de mayor paz y tranquilidad. ¿Hasta cuándo? Estoy hastiado. ¡Basta ya! Siete meses después, nada ha cambiado, está peor'.

‘Otros piensan que la causa del mal fueron los años de la dictadura, concedo cierto mérito a esta tesis, pero no como la causa, más bien como contribución al proceso, pues este ya estaba en marcha. Sí acepto que uno de los mayores daños de la dictadura ha sido el de convertirnos en un país de cínicos donde nadie cree en nadie ni en nada, pero debo reconocerle a Torrijos su contribución al desarrollo de un mayor sentido de orgullo nacionalista y el estímulo a la formación de una mayor clase media profesional, que casi no existía previa su toma del poder, en la época de los grandes gamonales políticos'. ‘Muchos opinan que Panamá se jodió con este Gobierno. No comparto esa tesis, aunque acepto que con este Gobierno el mal ha alcanzado su cenit histórico'.

‘Mantengo mi propia visión del ‘cuándo'; pienso que sucedió en el periodo de la Patria Boba, durante la Segunda Guerra Mundial y el periodo de postguerra que se intensifica en los años 60, cuya situación nos lleva a la dictadura. Fue el periodo cuando los partidos políticos aceleran su degradación, pierden disciplina partidaria, abandonan sus doctrinas (salvo el Partido del Pueblo) y pierden visión de país. Es cuando surgen los grandes gamonales políticos, empieza el populismo y la corrupción de las masas (‘paquetazos', ‘botellas', compra de votos, etc.), periodo de recia competencia por el poder político entre la oligarquía criolla gobernante, en búsqueda de mayores beneficios para sus intereses particulares. Periodo de la ‘danza de millones' y el ‘quita y pon' de presidentes. Periodo en que, como resultado lógico de ser la única institución con orden y disciplina, aumenta el poder de decisión política de la Policía, luego Guardia Nacional, que llega a su máxima expresión con la elección a presidente del general Remón. Para mí, en ese periodo se jodió Panamá. Situación que no hemos podido superar y, con el nivel de conformismo y desidia que hoy mostramos, no estamos nada cercanos a superarla, por lo contrario, se ha tornando peor'. ‘La Historia tiene el mal hábito de repetirse. Preocupa el paralelismo entre el periodo actual y el de los años 60, cuando nos jodimos. Existen situaciones similares a ambos periodos, tales como el actual fortalecimiento institucional de las fuerzas armadas, el desprestigio de los partidos políticos y la clase gobernante, resurgimiento de los gamonales políticos y serias acusaciones de corrupción y mal uso de fondos públicos. ¿Qué sucedería si continúa el rumbo hacia la autocracia y continuismo? ¿Qué debemos hacer para frenar esa confrontación, violenta, para muchos, que se perfila? ¿Cuándo despertaremos de nuestro estado de amnesia social?'.

 

En Defensa De Panamá Y Su Economía

En febrero de este año, el abogado australiano Terry Dwyer escribió un artículo sumamente importante para entender los ataques de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a países como Panamá y lo que esa intromisión significa para el ordenamiento jurídico internacional. El destacado jurista reside y ejerce en un país miembro de la OCDE, por lo que dicho escrito, publicado en Offshore Investment, bajo el título “La guerra a la privacidad, ¿se puede resistir al estándar de intercambio de la OCDE?”, merece especial atención.

En 1998, el club de los países ricos llamado OCDE lanza una ofensiva denominada “competencia impositiva dañina” (en inglés harmful tax competition). Desde esa fecha, esta nefasta organización liderada por Estados Unidos y sus adláteres europeos ha violado el derecho internacional en forma flagrante y ha atacado a los países pequeños que osan irrumpir en el negocio de servicios financieros y administración de patrimonios internacionales. Incapaces de aceptar su ineptitud de crear políticas económicas y fiscales que atiendan el descalabro financiero de sus economías, pisotean la soberanía y el derecho a la autodeterminación del rumbo social y económico de países más pequeños.

El distinguido colega panameño Adolfo Linares Franco, acérrimo defensor de la soberanía nacional, afirma lo siguiente sobre la OCDE: “En abierta violación al derecho internacional público, la OCDE pretende imponer a la fuerza unos supuestos estándares en materia fiscal en detrimento de países como Panamá con el único propósito de ponerlos a ellos –los países de la OCDE– en ventaja y Panamá no debe caer en ese juego. Debemos denunciar este atropello ante las Naciones Unidas y exigir el respeto al principio de la igualdad jurídica de los Estados. No hacerlo y ceder sería entregar nuestra soberanía a los intereses de la OCDE y esto es inaceptable”.

Dwyer concuerda con la posición de Linares y con los argumentos de muchos abogados y economistas locales: se está obligando a países soberanos, como Panamá, a ser recolectores de impuestos sin importar su soberanía, leyes internas y, probablemente, violando principios constitucionales tan fundamentales como el derecho a la privacidad y a la inviolabilidad de documentos y de correspondencia.

Resulta inverosímil que un ejército de burócratas encerrado en sus oficinas palaciegas en París, sede de la OCDE, donde, paradójicamente, están exentos de impuestos, llegara tan lejos en detrimento de la soberanía de múltiples pequeñas naciones. La última movida de la OCDE, endosada por otros países ricos del G-20, es establecer un intercambio automático de información, lo que equivale a una forma de intervencionismo financiero.

Cito a Dwyer: “Así, han caído bajo ataque normas lógicas y de larga data sobre doble criminalidad, leyes de inexigibilidad de rentas de otros países, el respeto a leyes locales sobre privacidad y confidencialidad, por órganos internacionales expertos, no elegidos y designados por distintas burocracias fiscales. De alguna manera, estos órganos no elegidos como son el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), el Foro Global sobre Impuestos, la OCDE y el Fondo Monetario Internacional se han autodesignado como los amos de Gobiernos soberanos. Muchos centros financieros no parecen darse cuenta de que sus sectores de servicios se encuentran bajo una amenaza real. Algunos parecen querer consolarse con la idea de que habrá suficiente trabajo corporativo para compensar por la pérdida del trabajo con clientes privados”.

Países más pequeños que Panamá, como Barbados en 2011 y más recientemente las Bahamas, le han dicho a la OCDE que no firmarán ningún acuerdo estándar que le haga daño a su industria financiera y que prefieren firmar tratados para evitar de la doble tributación con países que los respeten, que respeten las leyes internacionales y cuyos acuerdos les traigan beneficios tangibles. Panamá debe montar una estrategia agresiva en defensa de la soberanía y de la Constitución Nacional. Esta ha sido la clave de nuestro éxito como nación.

Sí, el mundo ha cambiado. Hay necesidad de mayor transparencia financiera y de mejores prácticas de debida diligencia. Panamá cumple con esa nueva realidad, como da fe la nueva Ley 23 de 27 de abril de 2015 que extiende, entre otras cosas, la necesidad de conocer a su cliente a más de 20 industrias que antes no estaban reguladas. Pero hay que aceptar que el mundo no ha cambiado en otro aspecto: cuando los países poderosos quieren imponer sus ideas y sus políticas lo hacen con doble moral y sin importar las consecuencias. El intervencionismo sigue vivo en pleno siglo XXI.

 

Barro Blanco: Imparcialidad Del Presidente A Prueba

Indudablemente que el proyecto de la hidroeléctrica de Barro Blanco servirá para mostrarnos, de una vez por todas, si nuestro actual presidente planea liderar un Gobierno honorable u otro, como la gran mayoría de los Gobiernos de antaño, que, si se limitaban a ‘engañar moderadamente' al pueblo, era para evitar un suicidio político como el del pasado Gobierno.

En tiempos de Cambio Democrático, los promotores de Barro Blanco hicieron todo lo que les dio la real gana, levantando una represa sin contar con los permisos requeridos y desconociendo la resolución de los técnicos de la ONU que estudiaron y censuraron dicho proyecto por violatorio a los derechos de nuestros indígenas, quienes, durante ese quinquenio, fueron sangrientamente reprimidos por Ricardo Martinelli, quien así empezaba a convertirse en dictador civil.

Es sumamente lamentable que ahora el presidente Varela esté respaldando un diálogo desatinado sobre un proyecto que constituye el continuismo de la gran estafa de nuestras hidroeléctricas, porque, no solo contribuyen al calentamiento global con el gas metano que producen las plantas sumergidas en agua, sino que, desde que fueron privatizadas, jamás han contribuido a reducir las tarifas eléctricas, por vendernos la electricidad que generan al mismo precio que la producida por los generadores termoeléctricos, los que a su vez contaminan fatídicamente el aire que todos respiramos.

Lo más irónico es que tanto los generadores termoeléctricos como las hidroeléctricas ejemplifican tecnologías consideradas obsoletas, porque ahora existen innovadoras instalaciones para generar electricidad limpiamente, como las eólicas y solares, capaces de producir toda la energía adicional que necesitemos en el futuro, solo que rindiendo unas ganancias menores a las que reciben los inversionistas de instalaciones obsoletas de generación eléctrica.

Citando nuestra necesidad de más electricidad, y como insulto a la inteligencia de nuestra ciudadanía, estos inversionistas inescrupulosos han iniciado una campaña publicitaria prometiéndonos no solo las mismas falsedades que en el pasado, sino que, infamemente, ahora han inventado una supuesta conspiración de los panameños que se oponen a Barro Blanco, dirigidos por supuestos agentes del Gobierno venezolano de Nicolás Maduro, quienes torpedean las nuevas hidroeléctricas para sostener la venta de petróleo a las actuales plantas termoeléctricas; cuando todos los ingenieros eléctricos que se mantienen actualizados profesionalmente pueden confirmar la tendencia mundial a sustituir gradualmente ambos tipos obsoletos de generación eléctrica, que suficientes perjuicios ya le han causado a nuestro pueblo y nuestro medio ambiente.

Finalmente, hacemos un llamado a todos los periodistas responsables, para que no se dejen guiar por quienes, haciéndose pasar por ‘expertos en la generación de electricidad', solo promueven los mezquinos intereses de unos capitalistas salvajes.