Barro Blanco: Imparcialidad Del Presidente A Prueba
Indudablemente que el proyecto de la hidroeléctrica de Barro Blanco servirá para mostrarnos, de una vez por todas, si nuestro actual presidente planea liderar un Gobierno honorable u otro, como la gran mayoría de los Gobiernos de antaño, que, si se limitaban a ‘engañar moderadamente' al pueblo, era para evitar un suicidio político como el del pasado Gobierno.
En tiempos de Cambio Democrático, los promotores de Barro Blanco hicieron todo lo que les dio la real gana, levantando una represa sin contar con los permisos requeridos y desconociendo la resolución de los técnicos de la ONU que estudiaron y censuraron dicho proyecto por violatorio a los derechos de nuestros indígenas, quienes, durante ese quinquenio, fueron sangrientamente reprimidos por Ricardo Martinelli, quien así empezaba a convertirse en dictador civil.
Es sumamente lamentable que ahora el presidente Varela esté respaldando un diálogo desatinado sobre un proyecto que constituye el continuismo de la gran estafa de nuestras hidroeléctricas, porque, no solo contribuyen al calentamiento global con el gas metano que producen las plantas sumergidas en agua, sino que, desde que fueron privatizadas, jamás han contribuido a reducir las tarifas eléctricas, por vendernos la electricidad que generan al mismo precio que la producida por los generadores termoeléctricos, los que a su vez contaminan fatídicamente el aire que todos respiramos.
Lo más irónico es que tanto los generadores termoeléctricos como las hidroeléctricas ejemplifican tecnologías consideradas obsoletas, porque ahora existen innovadoras instalaciones para generar electricidad limpiamente, como las eólicas y solares, capaces de producir toda la energía adicional que necesitemos en el futuro, solo que rindiendo unas ganancias menores a las que reciben los inversionistas de instalaciones obsoletas de generación eléctrica.
Citando nuestra necesidad de más electricidad, y como insulto a la inteligencia de nuestra ciudadanía, estos inversionistas inescrupulosos han iniciado una campaña publicitaria prometiéndonos no solo las mismas falsedades que en el pasado, sino que, infamemente, ahora han inventado una supuesta conspiración de los panameños que se oponen a Barro Blanco, dirigidos por supuestos agentes del Gobierno venezolano de Nicolás Maduro, quienes torpedean las nuevas hidroeléctricas para sostener la venta de petróleo a las actuales plantas termoeléctricas; cuando todos los ingenieros eléctricos que se mantienen actualizados profesionalmente pueden confirmar la tendencia mundial a sustituir gradualmente ambos tipos obsoletos de generación eléctrica, que suficientes perjuicios ya le han causado a nuestro pueblo y nuestro medio ambiente.
Finalmente, hacemos un llamado a todos los periodistas responsables, para que no se dejen guiar por quienes, haciéndose pasar por ‘expertos en la generación de electricidad', solo promueven los mezquinos intereses de unos capitalistas salvajes.