Panamá, ¿Ciudad Trancada?
A casi todos nos resulta obvio que Panamá ha sufrido cambios importantes en su infraestructura y la Ciudad Capital ha incorporado desde la Cinta Costera hasta el Metro, pasando por el Metrobús. Sin embargo, independiente del método de transporte que usemos, experimentamos tranques fuera de horas pico y parálisis cuando todos hacemos uso de las vías… a la vez.
Pareciera que nuestra movilidad necesitara hilvanarse mejor y los usuarios, usarla mejor. Resulta imperante iniciar un proceso de revisión y corrección de temas de diseño y uso, aunque las soluciones no suelen gustarnos: ‘Pico y placa', así como tributos para disminuir la oferta de nuevos autos o la salida de circulación de otros que no cumplen con funcionamiento, seguridad y emisiones.
Pero en el lado positivo hay que probar otras cosas y la aparición de la Línea 1 del Metro es algo a lo que hay que sacarle partido. Ya lo mencionaban usuarios de la 24 de Diciembre cuando inició su servicio e indicaban que ahorraban 20-25 minutos tomando un bus hasta San Miguelito y el Metro de ahí en adelante. Significa que debe contarse con la Línea existente mientras llegan la 2 y la 3; el tema es que todas ellas recorren y recorrerán el área metropolitana fundamentalmente de Este a Oeste y viceversa, por lo que le sigue faltando ampliar el área de influencia con el uso de rutas transversales.
Los ingenieros en transporte indicarán rápidamente que el Metro no parece tener mucho sentido en tramos cortos y transversales (sentido norte-sur) a la línea existente y a las futuras (2019-2023). ‘OK', lo que significa que hay que echar mano de otro sistema y lo que tenemos disponible es el Metrobús, mejorando los intercambiadores, paradas y aceras.
Tomemos dos casos puntuales: La vía Ricardo J. Alfaro (Tumba Muerto) y la próxima terminación del Corredor Norte. En el caso de la Ricardo J. Alfaro, el tranque es permanente alrededor de El Dorado y de las universidades, entre la USMA y la estación del Metro en San Miguelito. Si separamos el problema en dos y nos concentramos en las universidades, podríamos tener un circuito cerrado y corto entre la Tecnológica y San Miguelito, con servicios frecuentes en función de la hora y que le brinde a los usuarios acceso al Metro; puede estudiarse el uso de un circuito aún más corto, con la USMA como retorno vía Miraflores, que le brinde servicio a todas las universidades al final de la Ricardo J. Alfaro y una estación de Metro. El otro segmento, alrededor de El Dorado, puede interconectarse en la otra dirección, hacia la Iglesia del Carmen (y su estación de Metro).
Por el otro lado, la Línea 2 del Metro no estará lista sino en 2019; pero está por abrirse el Corredor Norte hasta Mañanitas-24 de Diciembre. ¿Cómo logramos evitar el ‘tranque pagado' que vemos diariamente en el Corredor Sur? Hilvanando el sistema; creando un circuito cerrado de Metrobús que una esas áreas y otras como Rana de Oro, Pedregal, Colinas del Golf y Villa Lucre con la estación del Metro de Los Andes o la de San Isidro, permitiéndole a los que viven en las afueras disminuir sus tiempos de recorrido con la combinación de los sistemas, viajando una porción rápida en Metro y otra, con muy pocas paradas, en el Corredor Norte. Una variación de esta solución sería proveer circuitos cerrados cortos en la porción norte de la Ciudad (Las Cumbres, Chilibre, hasta Colón) que no entren a la Ciudad y que descarguen en la nueva estación del Metro en San Isidro.
La aparición de circuitos cerrados y transversales a la línea actual del Metro, junto con mejores (amplias, confortables, bien señalizadas, seguras, etc.) zonas de intercambio deben tener resultados positivos. Mientras la opción de transporte público no sea equivalente o mejor en términos económicos y de calidad que ir en el mismo tranque, pero manejando el carro de uno, ¡seguiremos trancados!