‘Si hay que mejorar las leyes, lo haremos como país’
El Gobierno se abrió a la posibilidad de reformar el sistema financiero del país, como una estrategia para aplacar las presiones mundiales que han generado las filtraciones sobre las sociedades offshore que la firma Mossack Fonseca ha constituido en los últimos 40 años.
El presidente Juan Carlos Varela allanó este martes el camino a los cambios, tras una reunión con abogados, banqueros y funcionarios relacionados al tema de la banca y de valores, a los que consultó sobre qué medidas podría adoptar el país para enfrentar el problema.
De hecho, el Ejecutivo prepara una comisión de ocho expertos para revisar la legislación financiera. El grupo será presidido por el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, y participará Mark Pieth, profesor de derecho de la universidad suiza de Basilea. Todavía deben integrarse seis personas más: dos especialistas internacionales y otros cuatro panameños.
El comité ad honorem revisará las prácticas de los servicios financieros del país para ayudar a mediar posiciones con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sin renunciar a los intereses del país.
Aun con el plan para contener la crisis, el presidente Varela se mostró cauteloso ante la eventualidad de aplicar ‘medidas de retorsión' contra Francia, que anunció la incluyó de Panamá en su lista de paraísos fiscales a partir del próximo enero. En cambio, el mandatario habló de ‘medidas diplomáticas' y dijo confiar en que París rectifique.
El primer paso, explicó, será el acercamiento que sostendrán los ministros de economía de ambos países, entre el 25 y 27 de abril.
La segunda idea del Gobierno es concretar las negociaciones técnicas que adelantaba Panamá con la OCDE, para la firma de un tratado sobre intercambio automático de información tributaria.
‘Hay un costo para el país en hacer o no hacer nada, en este caso, el que más conviene es el de hacer algo', indicó el ministro de Economía y Finanzas, Dulcidio De la Guardia.
La posición de Panamá, explicó antes del ministro de la Presidencia, Álvaro Alemán, es la de ofrecer información automática bilateral a aquellos países que la soliciten. La OCDE pide un arreglo multilateral.
En ese sentido, insistió el presidente, Panamá está dispuesto ‘a encontrar un punto medio que satisfaga a ambas partes'.
Varela insistió en que las negociaciones con Francia se deberán llevar a cabo al margen del diálogo con la OCDE.
‘Las acciones al portador han dejado de ser anónimas; si tenemos que mejorar nuestras leyes, lo haremos como un asunto de país, pero no por una presión externa', manifestó Varela.
La presión de Francia hacia Panamá ‘la origina una situación política interna y un conflicto mediático producido por los mal llamados Papeles de Panamá y no un interés positivo de permitir que la OCDE negocie ciertos temas técnicos con Panamá donde han habido avances importantes', expresó el mandatario.
Es posible que la reacción del os franceses se tenga fundamento en la demora de Panamá en dar respuesta a sus peticiones.
‘Francia ha ejecutado 37 solicitudes a Panamá sobre asuntos fiscales, pero durante el 2013 y 2014 el país se atrasó en dar las respuestas. De ellas, los franceses pidieron una ampliación de varios casos', reconoció a La Estrella de Panamá el ministro de Economía y Finanzas, Dulcidio de la Guardia.
A pesar de que la balanza comercial es desfavorable para Panamá, el país está a punto de invertir $240 millones para adquirir de la francesa Alstom los trenes de la Línea 2 del metro, que deberá concluir en 2019.
El mandatario aseguró, de todos modos, que aún con medidas de retorsión contra Francia, el país no dejará de comprar los vagones del urbano ‘para no perjudicar un servicio para el pueblo'.