Secuelas del caso de Aaron Mizrachi

De acuerdo a lo que publicó de mi autoría La Estrella de Panamá el lunes 10 de agosto (‘¿Quién es el afortunado Aaron Mizrachi, alias Ronny'), este caso es conocido desde los inicios del Gobierno de Juan Carlos Varela. La pregunta que resulta es el porqué las autoridades permitieron su salida de Panamá a principios de mes, evadiéndose de la justicia. Hay otros, como Javier Pariente que ya se habría ido de Panamá, como lo hicieron antes Gabriel Btesh, Nicolás Corcione, Ricky Calvo, Chichi de Obarrio, Gabriel de Janón y Ricardo Martinelli.

Mis allegados me dicen que no siga tocando estos temas, porque podría ser peligroso para mi seguridad. Son muchos los callos de poderosos que se pisan. A mis próximos 70 años a cumplir, la mayor seguridad que busco es el país a legar a mis nietos: justo, decente y democrático. Por eso lucharé hasta el último de mis días, aunque implique algún riesgo personal. Lo hice en tiempo de dictadura; lo he hecho contra los tiranos venezolanos; lo haré con lo que huela a corrupción, especialmente si se trata de mi país.

Mizrachi fue uno de los beneficiarios de contratos, así como de gestiones de pagos con el Gobierno durante la gestión de su ‘cuñado' Martinelli; el director de la Autoridad de Innovación Gubernamental, Eduardo Jaén, había sido su socio en Telesis. Además, se benefició con empresas donde el Estado tenía intereses por ser de carácter mixto, caso de Cable & Wireless Panamá (CWP). Recientemente se le menciona junto a Jaén en otro caso: las coimas que pagó a funcionarios panameños la empresa alemana SAP, investigada por el FBI, tras confesión de sus representante de haber sobornado a tres funcionarios panameños para obtener contrato en la CSS.

Me hago las siguientes preguntas sobre lo que he denunciado sobre Cable & Wireless desde enero pasado y que las autoridades han actuado como si no fuera con ellas, así como lo que he conocido de Mizrachi:

1. En el periodo fiscal de octubre a diciembre de 2014, Panamá recibió la suma de B/6.939.343.44, como dividendos correspondiente al 49 % de las acciones que tiene en CWP, igual suma que se llevó la telefónica. ¿Por qué no han investigado la denuncia que presenté desde enero de 2015, donde planteé que tales dividendos podrían ser hasta duplicados, pero, con las irregularidades allí señaladas, se cometían hasta diciembre de 2014, éstos merman considerablemente?

2. ¿Por qué los medios locales, so pretexto de que son excelentes clientes (ejemplo el copatrocinio de su concurso de oratoria) ignoran lo negativo que se dice de la telefónica inglesa? ¿O es que solo hay que darle seguimiento a la gente de Martinelli que quedó fuera del Gobierno actual?

3. ¿Por qué ninguna autoridad ha auditado la cuenta que tenía el anterior gerente general de C&W, Jorge Nicolau, en la Dirección de Asuntos Corporativos, para hacer gastos discrecionales, como pagar costosas botellas de vino del presidente Martinelli, hacer posibles pagos a funcionarios para que les ayudarán a obtener contratos con el Estado, pagar, mediante notas de crédito que escondían a través de proveedores mensualidades, a partidos políticos?

4. ¿Por qué nunca, pese a tener el derecho de hacerlo por tener el Estado intereses allí, la Contraloría General de la República ha auditado a CWP? El que un deber se haya omitido antes, no significa que se deba convertir en costumbre.

5. ¿Por qué no le han dado curso a otras denuncias que he presentado de posible defraudación fiscal y lesión patrimonial contra esa empresa y sus beneficiados de que no se pagara el ITBMS de tarjetas prepago de celulares, donde los hijos de Ricardo Martinelli eran o son socios?

6. ¿Por qué no se han auditado todos los contratos con el Estado ganados por C&W y recomendado dentro de los planes de la Autoridad de Innovación Gubernamental (AIG) dirigida por Eduardo Jaén, hoy detenido?

7. ¿Por qué los actuales miembros de la junta directiva en C&W de parte del Estado panameño, Melitón Arrocha (ministro de Comercio) y Álvaro Tomás (presidente de la directiva de la Caja de Ahorros), pese a conocer mi denuncia desde enero pasado, no han dicho ni esta boca es mía ni hacen valer los intereses de Panamá dentro de esa junta directiva por la que reciben B/5000 mensuales en concepto de dietas?

8. ¿Por qué, a sabiendas de que a una empresa de Mizrachi le habían otorgado el contrato para la red troncal de radio de la Policía Nacional por más de $30 millones, aún incompleta, nada se ha sabido de este posible acto irregular?

Muchas interrogantes salen de cómo dejó el país Ricardo Martinelli, pero que requieren de mayor firmeza y coraje frente a algunos que no los han tocado o, si lo han hecho, los han favorecido con medidas como casa o país por cárcel. Además de la decisión del Ministerio Público de solicitar a la Interpol detener a algunos de los investigados que pusieron pies en polvorosa, urge que el Órgano Ejecutivo apoye con todos los recursos del Gobierno estas peticiones.

 

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