Se puede consultar, pero solo uno decide
Todos pueden opinar, comentar, dar sus consideraciones y criticar sobre los candidatos a ocupar las vacantes en la Corte Suprema de Justicia (CSJ). Todos tienen el mismo derecho de expresarse y ser escuchados, no importa cuáles sean sus posturas políticas. Ninguna opinión debe pesar más que las otras, y nadie debe tener mayor influencia que los demás, a la hora de valorarse los puntos de vista. Esa es la verdadera democracia. Si, por el contrario, simplemente se hace toda una pantomima, los nuevos magistrados de la Corte Suprema nacerán del consenso y, al final, la decisión proviene de lo que digan unos cuantos, entonces, lo único que hay es un dictadura disfrazada en donde los que mandan son aquellos con poder económico y político. La Constitución lo dice, la decisión de elegir a los próximos magistrados es responsabilidad y una decisión del presidente de la República, únicamente. Se puede escuchar, consultar, comentar y evaluar; pero el que decide y tiene la última palabra es el jefe de Gobierno. Escuchar consejo es de sabios, dejarse manipular y ceder ante las presiones de aquellos que tienen intereses particulares, es de tontos. Lo que debe primar en la próxima selección de los magistrados es el bienestar y el futuro del sistema de justicia que es, al final, parte del bienestar y el futuro de la nación. Por favor Sr. Presidente: A la hora de tomar una determinación, que no prime otro factor que ese: el bien del país. Que no influyan los amiguismos ni las presiones políticas ni utilice la ocasión para saldar favores pendientes.