Preocupación continental
Durante su última Asamblea General, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) emitió la ‘Resolución Panamá I', por la cual se pronuncia ante la situación que golpea a los diarios El Siglo y La Estrella de Panamá. El mensaje de una de las más prestigiosas y longevas organizaciones en defensa de las libertades de expresión y de prensa fue claro, propugna por una salida definitiva.
Hace casi seis meses, a partir de la decisión de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de incluir al principal accionista de los diarios en la denominada ‘Lista Clinton' y a pesar de la emisión, también por OFAC, de una ‘Licencia General' para permitir a los ciudadanos y empresas estadounidenses tener relaciones con los periódicos, la situación del diario más antiguo del país y del tabloide de mayor circulación nacional se ha tornado complicada y amenaza con la posibilidad real de su cierre.
La SIP agrupa a cientos de publicaciones impresas y digitales a lo largo de todo el continente americano, durante más de 70 años ha sido una de las voces más contundentes y decididas en defensa y promoción de las libertades de expresión y de prensa en donde quiera que se impugnen en las Américas.
Reunida en México, la 72° Asamblea General de la SIP, con la participación de más de 450 representantes, revisó el estado de las libertades en la región y consignó su llamado de atención ante los principales agravios, que van desde proyectos de ley, abusos de procesos legales, intimidación, hasta el asesinato de periodistas. Esta misma Asamblea encontró espacio para expresar su preocupación por los diarios del Grupo Editorial El Siglo y La Estrella de Panamá, GESE .
Su mensaje fue dirigido al Gobierno panameño, a quien solicita realizar las acciones necesarias para encontrar una salida definitiva a la situación que atraviesan los periódicos y al Departamento de Estado de los Estados Unidos de América para que salvaguarde las libertades de prensa y de expresión.
También, instó al Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a fin de sensibilizar a la comunidad internacional sobre este caso.
Todo esto en el entendimiento de que este estatus es pernicioso y contra la naturaleza de independencia y libertad de la que debe gozar un medio de comunicación.
No puedo expresar menos que un enorme agradecimiento a la SIP por su manifestación de solidaridad y, sobre todo, por la actitud de alerta que mantiene ante la posibilidad de cierre de los periódicos. Igual agradecimiento expreso a todos los medios panameños representados en la SIP, al Consejo Nacional de Periodismo y al Fórum de Periodistas por las Libertades de Expresión e Información.
La SIP comprendió la urgencia y la importancia del tema. Los tiempos se acortan y las realidades imponen, ver desaparecer al tabloide que miles de panameños buscan cada mañana para enterarse del acontecer nacional y ejercer su derecho al acceso de información y a un diario fundado hace 167 años, que es parte de la historia y patrimonio de Panamá, no es un tema de menor importancia.
La SIP, como costumbre, invita a sus asambleas al jefe de Estado del país sede de la reunión. Fue interesante escuchar al presidente mexicano Enrique Peña Nieto decir ‘la libre manifestación de las ideas es un derecho irrenunciable de la ciudadanía, cuya defensa nos compromete a todos'.
Ya de vuelta a casa de la Asamblea de México, sentí el interés de releer el discurso que, ante la Asamblea de la SIP en Miami, en 1963, pronunció el presidente John F. Kennedy, cuando dijo aquella frase que retumbaría en la memoria de los que estuvieron allí y solo días después se enteraban de la noticia trágica de Dallas: ‘Esta Sociedad Interamericana de Prensa y sus miembros tienen una gran responsabilidad en la defensa de la libertad de nuestro hemisferio. A través de la prensa, ustedes crean la vital conciencia pública de lo que es nuestra responsabilidad y una apreciación de los peligros que nos acechan'.
Es la creación de esa conciencia pública el motor que, día a día, hace que estos periódicos se sigan publicando para beneficio de la democracia panameña y es por eso, por lo que decididamente batallamos.