¿Por qué Panamá es atractivo para el negocio de las offshore ?
La respuesta ‘legal y rápida' a las ‘acuciantes presiones fiscales' del resto del mundo.Así venden bufetes de abogados locales la ventaja de tener una sociedad anónima offshore panameña.
La operación garantiza múltiples beneficios fiscales a cambio de un único compromiso: pagar $300 anuales de tasa única (y a veces, ni eso).
Los beneficios están fijados en la Ley 32 de 1927, cuyo espíritu ha permanecido invariable en casi un siglo. La última reforma, en 2015, limitó la discrecionalidad en el movimiento de las acciones al portador, clave para perder el rastro de los dueños de una sociedad.
Las empresas de papel, por ejemplo, no están obligadas a reportar sus ingresos ni pagar impuestos por lo que generen fuera del país, aún cuando facturen desde Panamá. Si lo depositan en una cuenta local, no deben tributar por los intereses que ganen.
El istmo, recalca la norma, tiene un régimen territorial de contribución, establecido justamente para incentivar el registro de sociedades extranjeras.
Tampoco tienen que pagar impuestos por venta de pro piedades, ni pagar los timbres fiscales que requieran para hacer alguna transacción.
El bufete Del Valle, por ejemplo, explica en su página web que la legislación protege de manera especial ‘los bienes que se encuentren en el exterior y que estén a nombre de una offshore , ya que se consideran como bienes separados de los del patrimonio del accionista'.
La ley también permite a las offshore adquirir yates y buques abanderados o no en el país, y no pagar un céntimo de impuesto por la ganancia que generen a partir de sus actividades comerciales.