¿Por Qué Los Gobiernos Fracasan?
Desde el nacimiento de la República en 1903, y sin entrar en detalles, nos percatamos de que el Estado ha sido administrado de manera caciquesca o feudal por casi todos los gobiernos, con la intención de obtener ganancias personales o de grupos. En el transcurso del tiempo hemos sido testigos de que la llamada democracia ha sido violada debido al progresivo deterioro de la calidad y capacidad humana, siendo una de las causales del fracaso administrativo del Estado.
Los partidos políticos, anteriores y posteriores a la dictadura militar, continúan su deterioro. Lo único que ambicionan en sus campañas es obtener el poder político y, por ende, el económico, mientras le prometen al pueblo la satisfacción de las necesidades básicas a cambio de un voto, muchas veces comprado con dinero o en especie. Esto decepciona al electorado que, tras votar, se siente engañado.
Los partidos políticos mienten y, a sabiendas de que la mayoría del pueblo carece de la adecuada formación ciudadana. No se preocupan por reformar los programas educativos, así mantienen una educación mediocre que genera ciudadanos sin capacidad de análisis, que no participan en la discusión ni en la solución de los problemas nacionales.
Es decir, mantienen a la población distraída, ignorante y apática, y utilizan la estrategia del paternalismo improductivo, que inclusive le hace daño a la imagen del propio gobierno. Así, aprueban leyes inconsultas que siguen líneas partidistas o del Ejecutivo para su beneficio o el de grupos, y violan la independencia de los poderes.
Los funcionarios electos o designados por el clientelismo o el padrinazgo no tienen un perfil cónsono a sus cargos. Son ignorantes y no realizan discusiones planificadas de los programas que deberían coordinarse con otras entidades, para dar un aporte real al plan de desarrollo nacional. Además de esta incapacidad administrativa, lo que más agrava el fracaso gubernamental es la corrupción, permitida y defendida por el mismo gobierno, llámese Ejecutivo, Legislativo, Judicial, la Contraloría General de la República y la Procuraduría General de la Nación. Desde los inicios de la República hasta el presente la mayoría de estos administradores considera que los proyectos positivos que realiza dentro de su gestión, justifican los actos de corrupción.
Egon Zehnder, es un ciudadano suizo que a sus 84 años se mantiene activo. Es un defensor de la meritocracia y famoso en reclutar personal calificado, pues ha participado en la selección de presidentes y directores de instituciones estatales y privadas en Inglaterra, Australia, Singapur y Suiza. Zehnder dice: “Considera que el nombramiento de un ministro o director de una institución no debe ser 100% político, pues un ministro sin credibilidad y sin habilidad para organizar un buen equipo de trabajo puede paralizar los servicios públicos que estén bajo su responsabilidad”.
Las decisiones equivocadas le hacen más daño al sector público que al sector privado, con la consiguiente baja productividad, ineficiencia e ineficacia en la gestión pública. Provocan el descontento, la protesta popular y llevan a los gobiernos a recurrir a la represión, violentando así los derechos humanos de sus ciudadanos.