Otra vez por estos lares, Carlos Alberto Montaner
El conocido periodista cubano-americano Carlos Alberto Montaner volvió a estar por estos lares. Montaner es uno cuya pluma es muy cotizada por los Servicios de Inteligencia Norteamericanos desde que se escapó de Cuba en 1960, donde, siendo menor de edad, fue detenido junto a otros poniendo bombas preparadas en cajetillas de cigarrillos, formando parte del Frente Revolucionario Democrático (FRD) con Alfredo Carrión Obeso; artefactos de muerte que hicieron estallar en cines y hoteles de La Habana y ya en Miami, durante la Crisis de Octubre, pudo alistarse en el Ejército de EE.UU. mientras estudiaba en una de sus universidades.
Al seguirle los pasos a su historial como periodista, encontramos que su vinculación a la Central de Inteligencia Americana (CIA) se origina desde que formaba parte del MRR. Más o menos en abril de 1962 fue cuando Carlos Alberto Montaner aceptó ese empleo que juró ejercerlo ‘hasta la caída del comunismo en Cuba '.
Una vez siendo soldado del ejército norteamericano, sus vínculos se consolidaron. Según documentos ya desclasificados, es destinado a Puerto Rico y luego a España, a fin de operar en este último país con la clara intención de un entramado que lo vinculase con países europeos en su campaña de hostilidad contra Cuba, específicamente que la Unión Europea aislara al Gobierno y la Revolución cubanos.
Montaner como dejamos expresado, como periodista al servicio de los intereses del imperio norteamericano y de las causas más innobles contra la independencia y la liberación de los pueblos, actúa siempre con maña profesional y no solo busca información sobre Cuba y sus dirigentes, sino que reclama siempre datos sobre la contrarrevolución, tanto en Miami como en España, en las tareas que le asignaban, contando desde luego con recursos muy amplios.
Es tan activo que en 1970 fundó en España la Editorial Playor y la Agencia de Noticias Firmas Press, muy conocidas en algunos medios en el mundo entero desde donde publica libros y escritos sumamente tendenciosos, conectadas a conocidos conciliábulos de reaccionarios.
Montaner en 1980 fue promotor y organizador de los congresos de intelectuales disidentes que se celebraron en Europa y América Latina, y fue más allá, escribió y publicó en su editorial obras que convirtieron a Armando Valladares en un ‘ilustre poeta ', defensor de los DDHH. ¿Lo recuerdan? Claro que sí. También publicó en su editorial la novela El tiempo es el diablo , supuestamente escrita por Ricardo Bofill Pagés. Esta edición resultó un plagio escandaloso de la novela Los ojos de papel del escritor cubano José Lorenzo Fuentes, lo cual fue demostrado por su legítimo autor.
Montaner se presentó el pasado 19 de agosto en el Salón Boquete de Atlapa, según informes, y su conferencia, cuya, sinopsis, ya conocida, quienes asistieron fue del gusto de algunos y del rechazo de otros que creen en la justeza contra la opresión de quienes tienen en sus manos el poder económico y político.
Existe una extensa historia de Carlos Alberto Montaner, que para enumerarla faltarían páginas en un libro voluminoso. Por ejemplo, apoyó la Operación Cóndor de la DINA de Augusto Pinochet, con las consecuencias que se conocieron al final de esa dictadura.
En sus ejercicios periodísticos más recientes ha demostrado su aversión al acercamiento del Gobierno norteamericano con Cuba, en un entendimiento razonable que ha demostrado el presidente Barack Obama en nuevas relaciones diplomáticas y de diálogos, en procura de solucionar las viejas causas de conflictos, principalmente de un bloqueo económico y comercial que dura más de 50 años. A ese mundo abierto, al cual aspira también el papa Francisco, es al que se sigue oponiendo el conocido periodista, cuyos criterios disentimos sistemáticamente en forma objetiva.