MP establece que Mossack Fonseca ayudó a ocultar dinero
‘Tenemos un caso sólido’, aseguró ayer en rueda de prensa Rómulo Bethancourt, fiscal superior Contra el Crimen Organizado, sobre el caso abierto para determinar la participación de una firma de abogados panameña en la investigación por corrupción sistémica denominado ‘Lava Jato’ que se inició en Brasil.
Con ayuda de las autoridades de ese país y según pesquisas que empezaron el 30 de enero de 2016, el Ministerio Público detectó dos cuentas bancarias en el sistema financiero panameño relacionadas directamente con las actividades en Brasil de una firma panameña que vendía productos financieros para ocultar dinero y sus titulares.
Sin mencionar el nombre de la compañía, ‘para respetar el secreto del sumario’, Bethancourt indicó que una de ellas pertenecía a la representante de la firma en Brasil, y la otra a los fundadores y principales dueños del bufete, a quienes se investiga por supuesto blanqueo de capitales.
Según la Fiscalía Segunda Contra el Crimen Organizado, de la primera cuenta se hacían transferencias regulares a la cuenta de los dueños de la firma.
Aunque no se reveló las cantidades que se movieron en esas cuentas, el fiscal sostuvo: ‘estaban relacionadas con el pago hecho a la firma por prestar asesoría para ocultar dineros’. ‘La firma cobraba por haber creado una sociedad y brindar una asesoría que permitía a los clientes evitar ser conocidos, o que se conociera de dónde procedían sus capitales’. precisó el fiscal a la prensa.
Para probar en los tribunales que estas sociedades anónimas se hicieron con el propósito de ocultar dineros ilícitos y no como productos lícitos, el fiscal sostiene que cuentan con comunicaciones, declaraciones e indicios que sustentan la investigación. Y añade que el delito de blanqueo de capitales no requiere de una prueba de dolo directo. ‘Nosotros no tenemos que tomarle una foto a alguien cometiendo el delito, sino que se basa en indicios’, dijo Bethancourt .
Existen elementos vinculantes que presentan contradicciones entre las partes, también cuentan con elementos financieros y otros que permiten determinar que hay una organización estructurada, acotó.
La Fiscalía de Brasil acusó a María Mercedes Riaño, representante en ese país de la firma panameña Mossack Fonseca, de destruir y ocultar documentos de sus clientes entre los que estaban algunos implicados en el caso ‘Lava Jato’. Las autoridades de ese país guardan varias interceptaciones telefónicas de la firma panameña, que, según los brasileños, creó varias sociedades que servían para lavar dinero.
MF RESPONDE
Durante la rueda de prensa, de la cuenta de Twitter de Ramón Fonseca, detenido en la Policía Nacional, brotaban mensajes como palomitas de maíz. Los tuits criticaban la labor de la Fiscalía: ‘Parece que el MP está tratando de justificar lo injustificable. Ojalá que RFM pueda hablar pronto’, se leía en uno de ellos. También preguntaba si uno de los pagos que señaló la fiscalía fueron por la compra de las sociedades anónimas y las anualidades que debía pagar el cliente por el servicio. La cuenta parece manejarla una tercera persona que alerta que una vez liberen a Ramón Fonseca ‘dará declaraciones sobre su caso y Odebrecht’.
La Fiscalía indicó que no ha confiscado el dinero de las cuentas porque fue cerrada por sus dueños cuando se hizo público que se iniciaba una investigación fuera de Panamá. Lo que es cierto, dicen los fiscales, ‘es que el dinero entró en Panamá y es el eje cardinal ‘. ‘Hemos podido comprobar el ingreso de fondos al sistema panameño, basta con ese elemento para tener las herramientas fundamentales del delito de blanqueo de capitales que es autónomo’, sostuvo Bethancourt.
La cuenta perteneciente a los socios de la firma, según los fiscales, se abrió en 1998, mientras que la que debe ser de Riaño (que empezó a trabajar en la firma en 1999) funcionó de 2000 a 2005.
Adelita Coriat