Mossack Fonseca dice que tiene identificado autor de sustracción de papeles
El bufete Mossack Fonseca, centro del escándalo global de los papeles de Panamá, tiene la “certeza” que fue víctima de un “robo de información muy profesional y bien planificado” entre 2014 y 2016, y aseguró que ya “consta” el país en donde está el servidor y el autor del “hackeo”.
El abogado panameño que denunció en marzo del año pasado el “hackeo” a la base de datos de Mossack Fonseca, Elías Solano, declaró a Efe que la investigación “realizada por un profesional del Ministerio Público demuestra contundentemente que el delito, inequívocamente, se ejecutó desde fuera del país” para sustraer 11,5 millones de documentos y ello consta en el expediente.
Acotó que la investigación judicial está suspendida, a petición de la Fiscalía, “en espera de la asistencia judicial solicitada a varios países para corroborar la información” recogida por las autoridades panameñas y “finalmente se pueda formular cargos a la persona o personas que ejecutaron esta operación planificada”.
El letrado recordó que la denuncia del robo la puso antes de estallar el escándalo de los papeles de Panamá, el 3 de abril de 2016.
También que le pidió al Ministerio Público, infructuosamente, que citara a unos periodistas extranjeros que estaban en el país en esos días para que “por lo menos” explicaran cómo habían obtenido información de su archivo confidencial.
“Las alarmas se encendieron cuando nuestros clientes nos llamaron para pedirnos orientación sobre información que les pedían sobre documentos reservados que solo eran de conocimiento nuestro”, dijo.
El abogado prefirió no identificar los países de donde se espera respuestas “para no contaminar la investigación”, y detalló que en uno de ellos se ubicó el servidor desde donde se inició la sustracción y en los otros se corroborará como los IP (identidad de los equipos usados) pasaron por esas jurisdicciones.
Según Solano, otro equipo de abogados ya interpuso una demanda civil, que corre paralela a la penal que él presentó, en el que los abogados Jurgen Mossack y Ramón Fonseca Mora piden un resarcimiento económico “por todo el daño causado al bufete y a sus empleados”.
Aunque se abstuvo en precisar la cuantía, acotó que comprende una suma que cubriría todas las afectaciones “hasta el día de hoy”, mientras que en la esfera penal “aspiramos que se haga justicia y paguen con todo el peso de la ley”.
Solano añadió que “también está descartado, por la investigación del ingeniero del Ministerio Público, que la sustracción se hizo sin participación de personal de la oficina”, y aseguró que “está identificado que el autor intelectual no está en Panamá”.
La sustracción se hacía “en horas de la noche, en días de fiestas, en fines de semana largos y en cantidades que no alteraban el flujo normal de manera de no saturar el ancho de banda y el funcionamiento de la oficina”, relató.
No obstante, sostuvo que “siempre Mossack Fonseca ha contado con una red de protección ante ciberataques de lo más elevada”, sostuvo.
El letrado dijo que los que tomaron la información de los servidores “sabían exactamente lo que estaban buscando” y, desde su perspectiva, tras un año de estallado el caso y sus consecuencias para Panamá, “es evidente que es parte de un complot internacional para obligar al país” a aceptar las reglas de una organización “que ahora ya llegó a pedir que se considere delito penal la evasión fiscal”.
Al respecto de las consecuencias de la revelación de estos documentos, que afectan sociedades anónimas en 21 paraísos fiscales, defendió a sus clientes, pese a estar encausados en el escándalo Lava Jato de corrupción en Brasil, porque “siempre han cumplido con las reglas establecidas y la debida diligencia y ahora, en ese proceso, están aportando las pruebas que lo corroboran”.
“Los clientes son bancos y otros bufetes, ellos son los que tienen que explicar por qué los usuarios finales de esas sociedades anónimas, fundaciones sin fines de lucro e instrumentos de planificación financiera” le dieron el uso por los que se les investiga.
Los abogados Jürgen Mossack y Ramón Fonseca Mora están desde el pasado abril en libertad bajo fianza por su presunta implicación en el caso de corrupción brasileño.
EFE