Martinelli seguirá preso en El Renacer
El pleno de la Corte Suprema de Justicia, en votación unánime, negó al expresidente Ricardo Martinelli el cambio de medida cautelar de detención preventiva a casa por cárcel, como había solicitado su defensa.
La decisión se produjo tras evaluar dos puntos claves: el estado de salud del expresidente y la solicitud de la defensa de abonar al proceso que se le sigue el año que permaneció en la prisión Federal de Miami, Florida, a la espera de su extradición.
Sobre el primer punto, el magistrado Luis Mario Carrasco explicó que durante su intervención, la defensa solo hizo alusión una vez al estado de salud de su cliente. El pleno analizó los informes proporcionados por la defensa en los que los médicos determinaron que el exgobernante podía continuar su tratamiento de forma ambulatoria.
Con respecto al segundo punto, el pleno decidió que el tiempo de detención del expresidente debe iniciar a partir de la fecha en que fue puesto a órdenes de las instancias panameñas, el pasado 11 de junio.
Carrasco señaló que no es posible aplicar al plazo de detención local el tiempo que estuvo detenido en el extranjero. ‘La extradición y la detención provisional son dos institutos diferentes’, explicó. Añadió que patrocinar una interpretación contraria a la detención preventiva podría suponer que habría que liberar al extraditado tan pronto pisara el territorio nacional, contraviniendo las medidas impuestas por el pleno en junio de 2015.
No obstante, el pleno aclaró que no será indiferente, en caso de ser sentenciado el acusado. En este sentido, se le conmutará el tiempo que estuvo en prisión a la espera de la extradición.
La decisión se produjo tras un receso de más de cuatro horas.
LA AUDIENCIA
Acusado de cuatro cargos que acumulan 21 años de prisión (inviolabilidad del secreto, derecho a la intimidad, fraude, y malversación de fondos públicos), Martinelli tomó la palabra durante la audiencia y repitió en tres ocasiones que es inocente, que este es un caso ‘fabricado’ y que confía en la justicia panameña.
Durante la audiencia de control, celebrada este martes a las 10:22 a.m. en el salón del Segundo Tribunal del Órgano Judicial, se presentó esposado, vestido de jeans, camiseta roja de la selección nacional de fútbol con el número 11 en el pecho y zapatillas deportivas. Se le veía sereno el rostro, llevaba las manos juntas en alto en señal de victoria, mientras era alentado por aplausos de sus simpatizantes dentro y fuera de la sala.
El salón estaba repleto. Del lado izquierdo tomaron asiento familiares —entre ellos la ex primera dama, Marta Linares; su hija Carolina; sobrinos y su cuñada—, simpatizantes y varios diputados del partido Cambio Democrático, del cual es fundador. A la derecha, representantes de la prensa y familiares de las víctimas.
La defensa estaba situada frente a la Fiscalía, representada por el magistrado Harry Díaz, y los querellantes, más de una docena.
Dirigía la audiencia el magistrado Hernán De León acompañado por ocho colegas. Al iniciar la sesión, un grupo de víctimas, representadas por el abogado Ángel Álvarez, presentó recusación contra los magistrados Wilfredo Sáenz y Secundino Mendieta. No obstante, De León negó el recurso basado en el artículo 61 del Código Procesal Penal.
Seguidamente, se dio la palabra a la defensa, Carlos Carrillo, quien solicitó al tribunal cambiar la medida de detención preventiva por casa por cárcel. Entre las recomendaciones para que se concrete esta petición, la defensa propuso que su cliente sea custodiado por un agente del Servicio de Protección Institucional; el deber de presentarse periódicamente a una oficina judicial y la prohibición de abandonar el territorio nacional bajo la retención de su pasaporte.
Carrillo trajo a colación el debate sobre el año que ha permanecido Martinelli privado de libertad. Dijo que este tiempo debe ser interpretado a su favor. Citó también la condición médica de su cliente aduciendo hipertensión y arritmia cardiaca.
Sidney Sittón, uno de los seis abogados del expresidente, apeló a los derechos humanos de su cliente.
Recurrió a los documentos diplomáticos que acompañaron la extradición el pasado 11 de junio, en los que se hizo referencia a la regla de ‘especialidad’ y a la condición de salud de Martinelli. Alegó que de los cuatro cargos, solo uno tiene pena de 4 a 10 años de prisión.
Por otra parte, la Fiscalía objetó la solicitud de la defensa. ‘No existen circunstancias nuevas para que se admita el cambio de medida’, dijo el fiscal Díaz. Añadió que la defensa mezcló temas que no venían a lugar en una audiencia de esta naturaleza.
Después aclaró que el debate sobre imputación o acusación ha sido superado y citó fallos que han sentado precedentes. Reiteró que la Fiscalía no se ha opuesto a la revisión de salud del expresidente, pero recordó que los galenos de Medicatura Forense concluyeron que la condición del paciente es ‘estable’ y que podía continuar el tratamiento desde la cárcel.
‘No es la primera vez que la defensa trata de afectar el proceso señalando la salud de Martinelli. El año pasado se acercaron a la oficina para provocar una visita de este servidor a Miami, Florida, invocando un cáncer de próstata’, dijo Díaz. El encuentro no ocurrió porque una las condiciones que había puesto el fiscal incluía asistir acompañado de un querellante, pero la prisión no autorizó la visita. ‘No hubo tal cáncer’, acotó el fiscal.
Luego, miró a Martinelli a los ojos y señaló a la defensa de querer poner en entredicho el proceso vulnerando su integridad como fiscal: ‘Si alguien le ha recomendado (a Martinelli) que me puede comprar, es un mal asesor’, advirtió Díaz.
Sobre la conmutación de tiempo, Díaz señaló que mientras Martinelli estuvo preso en el extranjero, no era a órdenes del Órgano Judicial. ‘Se han levantado suficientes elementos en contra de Martinelli. Las Fiscalías Anticorrupción enviaron expedientes en los que al menos 49 personas identificaron mensajes personales’, concluyó el fiscal.
‘Estuve encerrado como un perro’
‘Éste, como otros casos, fue fabricado políticamente. Aquí lo que está en juego es la justicia, no Ricardo Martinelli’, expresó ante los presentes en el Salón del Segundo Tribunal de Justicia del Órgano Judicial el expresidente Ricardo Martinelli. El magistrado Hernán De León le otorgó la palabra. En veinte minutos, Martinelli intentó convencer a los jueces de que es inocente —lo declaró en tres ocasiones— y de su intención de enfrentar el proceso bajo el principio de especialidad.
‘He estado encerrado como un perro, sin poder salir o leer y me mantuve como un hombre que soy. Yo estuve un año preso, no entiendo cómo pueden decir que yo vine como reo rebelde, yo me podía haber quedado a pelear ahí’, afirmó.
Seguidamente, aseguró no saber quién dijo que padecía cáncer de próstata (cuando él mismo lo mencionó en la audiencia pasada), pues él pensaba que era así por su dificultad para orinar. Luego añadió que tiene un cáncer controlable, sin especificar de qué tipo.
Martinelli hilaba las frases y reiteró que se le han violado sus derechos, que lo han calumniado, por lo que ha demandado a medios de comunicación. Buscó probar su arraigo domiciliario: ‘Yo vivo en Altos del Golf, no tengo que esconderme’.
Más tarde, pidió consideración a los jueces: ‘Cuando me fui no sufría ningún achaque, ahora tengo cuatro stends’. Aseguró que no tiene ‘cuentas de banco ni tarjeta de crédito’, y que no sabe por qué dicen que ‘tiene y tiene’, pues no es así.
Con la mirada clavada en el Tribunal, expresó que no se le ha imputado. ‘Yo confío en la justicia de este país. Ahí veo al magistrado Oydén (Ortega), que me quería imputar, ahí veo a Zamorano (Abel), que también quería imputarme’, terminó.
Adelita Coriat