Los Detalles De Un Atraco Al Estado Por $90 Millones
Mañana, martes 26 de mayo, en horas de la mañana, la propietaria legal de Cobranzas del Istmo, S.A., María Alessandra Salerno, rendirá indagatoria ante la Fiscalía Cuarta Anticorrupción en el marco de la investigación que se le sigue a esta empresa, ligada a un escándalo de corrupción de grandes proporciones.
De acuerdo con la información que ha salido a relucir, Cobranzas del Istmo, S.A. perpetró un doble atraco a las arcas del Estado, que se elevaría hasta los $90 millones. La suma incluye tanto defraudación fiscal como la obtención de pagos ilegales del gobierno.
La empresa recibió comisiones por $47.1 millones tras haber conseguido, con la colaboración del entonces director general de Ingresos Luis Cucalón, un contrato para gestionar la recaudación de impuestos morosos entre 2010 y 2014, por un monto de $172.9 millones.
Las acusaciones contra Cobranzas del Istmo, S.A. incluyen hasta el recibo de $21.8 millones sin realizar alguna gestión para recuperar la cartera morosa de $72 millones adeudada por la estatal Tocumen, S.A.
Se trata de una historia de ‘cuatreros' en la que se ha involucrado al expresidente Ricardo Martinelli, al exdirector Luis Cucalón y a Cristóbal Humberto Salerno Ballestas, conocido empresario y donante de campañas políticas.
Entre los años 2012 y 2014, mientras la empresa Cobranzas del Istmo, S.A. presionaba a quienes pretendían incumplir sus obligaciones fiscales, sus directivos elaboraban una trama para evadir el pago de impuestos por un monto $4.7 millones, declarando pérdidas por la supuesta compra de carteras de cuentas morosas a sociedades que no aparecen en el registro de contribuyentes, razón por la que se le ordenó un secuestro de $43 millones.
La diligencia de la Dirección General de Ingresos (DGI), a la que tuvo acceso La Estrella de Panamá , indica que Cobranzas del Istmo, S.A. alegó no haber podido recuperar la mayoría de las cuentas que adquirió, por lo que dedujo estas pérdidas ‘por inversión' en su declaración de renta.
De forma similar, la DGI determinó que en el año 2012, en la línea ‘‘otros gastos', la empresa dedujo la suma de $3.7 millones, por un supuesto contrato con la sociedad anónima Tierra Securities, LTD, con RUC 404016-1-424872.
La misma fórmula se aplica en la declaración de renta del año 2013, en la que, también dentro de la línea ‘‘otros gastos', Cobranzas del Istmo, S.A. dedujo $12.7 millones por supuesto contrato con Pomegranate, Corp, con RUC 454610-1-432084.
Ese mismo año, la empresa emitió cheques (cuenta No 10012126453) por $9.4 millones para abonar un préstamo otorgado por la empresa Langton International Holding, LTD, que tampoco se encuentra registrada como contribuyente.
La defraudación fiscal se produjo durante la administración de Luis Cucalón, que se jactó de haber reducido la evasión de impuestos y que, además, fue calificada como ‘perseguidora' de los contribuyentes.
NADIE TIENE CORONILLA
En su momento, Cucalón señaló que ‘nadie tiene coronilla' y que su misión en la DGI era cobrar los impuestos sin tomar en cuenta banderías políticas.
Sin embargo, a su administración se le escaparon las irregularidades en las que estaba incurriendo la empresa de su exsocio y amigo Cristóbal Humberto Salerno Ballestas, a quien favoreció al asignar el contrato para el cobro de impuestos de manera directa.
El contrato, según dijo en una entrevista exclusiva con este diario el ministro de Economía y Finanzas, Dulcidio de la Guardia, se concibió con la idea de defraudar al Estado.
También fue un negocio redondo para el exdirector Cucalón, quien, según declaraciones del propio Salerno Ballestas ante la Fiscalía Cuarta Anticorrupción, recibió $5.8 millones a través de cuentas bancarias de sus hijos.
También lo pudo haber sido para el expresidente Ricardo Martinelli, quien según el mismo declarante, recibió $900 mil en cheques para la compra de acciones de la empresa Energía del Istmo, S.A., además de maletines por sumas entre $400 mil y $600 mil cada tres o cuatro meses.
Los pagos también se hacían, según dijo Salerno Ballestas, a través del empresario Gabriel Btesh, quien formaba parte del círculo más cercano a Martinelli.
A través de Twitter , el expresidente ha negado su vinculación a este escándalo. Sin embargo, Salerno parece estar dispuesto a probarle lo contrario. El empresario, de 71 años de edad y a quien se le ha dado casa por cárcel, está dispuesto a enfrentarlo.
DEVOLUCIÓN DEL DINERO
La Estrella de Panamá conoció que Salerno Ballestas devolverá parte de los bienes provenientes del delito. En una sucursal del Banco Nacional depositará los $21 millones que de manera ilegal le cobró a Tocumen, S.A.
El empresario se ha mostrado cooperante con las autoridades porque teme que a su hija, María Alessandra Salerno, se le enjuicie por este caso. Ella es la representante legal de la empresa que perpetró el desfalco al Estado.
Pero no todos quedarán conformes con la devolución de los $21 millones. De acuerdo con el abogado tributarista Javier Rivera, esta devolución debe considerarse apenas un abono de lo adeudado.
‘La devolución parcial no satisface el total de lo adeudado', añadió el jurista, quien señala que todos los involucrados deben devolver lo que obtuvieron.
Cobranzas del Istmo, sociedad anónima inscrita en la ficha 433694, rollo 466885, obtuvo el contrato para cobrar impuestos morosos luego de que el entonces director de Ingresos Luis Cucalón insertara una declaración falsa para favorecer a la gestora de su exsocio, determinó el Ministerio de Economía y Finanzas.
La alerta por este caso se produjo meses después de que el Ministerio de Economía y Finanzas, a través de la Dirección de Ingresos, rescindiera el contrato a la empresa. También fue después de que el actual ministro de Economía y Finanzas hubiera reconocido la labor que realizó la gestora de cobros.
Hoy, Cucalón estará obligado a rendir indagatoria en la Fiscalía Cuarta Anticorrupción, para responder a las declaraciones de su exsocio en la empresa Sears.
Mientras, la sociedad civil reclama que el expresidente Ricardo Martinelli responda ante la justicia por los señalamiento que en su contra ha realizado Salerno, donante de la campaña electoral del candidato de Cambio Democrático, José Domingo Arias.
Salerno, además, pudo haber sido beneficiado con otros contratos del Estado, pues se le ha vinculado con la venta de impresoras fiscales tras la aprobación de la Ley 72 del 27 de setiembre de 2011, que obligaba a los comerciantes a comprarlas.
Los lazos entre Salerno y Cucalón se pueden trazar hasta la década de los 90, cuando ambos ocuparon cargos directivos en IDS Holding. Aun así, fue él quien firmó el contrato con la empresa.
Martinelli, por su parte, firmó la ley que autorizó la tercerización de impuestos sustentado en que la DGI no contaba con el personal calificado para gestionar una cartera morosa de más de mil millones de dólares.