Las reformas electorales y la democracia
En el pasado, he manifestado que el sistema democrático no crece silvestre. Es deber de todos cuidarlo y vigilar su crecimiento.
Bien decía Aristides Calvani que la democracia “hay que implementarla donde no esté implementada. Fortalecerla donde esté implementada y perfeccionarla donde está fortalecida”.
La democracia es un sistema de pesos y contrapesos, en que estos últimos, es decir, la oposición política, la Constitución Política, los sindicatos, los medios de comunicación y otros, hacen un balance para que el ejercicio del poder sea justo, y no se abuse de este.
Las elecciones también son fundamentales para el sistema democrático. Nuestro sistema constitucional establece que el poder público solo emana del pueblo en elecciones libres. Las reformas electorales dictarán las reglas de cara a las elecciones venideras que, lamentablemente, en el quinquenio anterior sufrieron un serio retroceso.
Para que la democracia sea, como decía Lincoln, “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, las reformas al Código Electoral deben hacer posible lo necesario para que la política sea una competencia de ideas y se promueva el debate, la formación política e ideológica; para que las elecciones se den en igualdad de oportunidades, en tiempos cortos de campaña, con financiamiento público que evite la penetración de dinero mal habido, y se respete el principio de la representación proporcional de las minorías.
Entiéndase como “competencia de ideas”, aquella en que el vencedor se debe al convencimiento de sus ideales, propuestas o programas, y no sobresale por su capacidad económica, compra de votos o por medio de campañas sucias.
La Comisión Nacional de Reformas Electorales (CNRE), constituida por los partidos políticos vigentes y grupos de la sociedad civil, en conjunto con el Tribunal Electoral, ha hecho sendos esfuerzos para llevar una serie de propuestas encaminadas a fortalecer la democracia.
Ahora la pelota la tienen nuestros diputados de la Asamblea Nacional, quienes deben considerar las propuestas del CNRE, otras propuestas que se presenten en el periodo de consultas y, también, presentar las suyas propias, basadas en sus experiencias, y por ser representantes del pueblo ante nuestra Asamblea.
Termino como empecé: es deber de todos estar pendientes y presentar nuestras ideas para fortalecer el sistema, pues con estas reformas tendremos el perfil de quienes serán nuestros próximos líderes, sus políticas y, por ende, el futuro de la nación.