La Corte de la injusticia
He visto en la televisión a muchas personas denunciando algo que hace rato ocurre y que, al parecer, seguirá igual. Lamentablemente ¡nuestra Corte Suprema de Justicia está en una crisis! Todos los días hay algo nuevo, si los magistrados no están viajando, los están acusando de coimeros, por vender supuestamente fallos o sencillamente los procesos duermen el sueño eterno cuando los intereses tocan a quienes los llevaron a esos puestos.
¿Qué está pasando en nuestra Corte? Se supone que debemos tener confianza en la justicia, pero ¿cómo podemos confiar en esta institución, si vemos casos como el de Santa Mónica, donde la Corte rechaza un amparo, aceptaron firmas que resultaron ser falsas y se manejan con selectividad a la hora de aplicar lo que dice la Ley?
Pero veo una casualidad en cada uno de los casos, nombres como el de Alberto Vallarino, aparecen y desaparecen como por arte de magia. Sí, aparece en muchos casos de supuesta corrupción, pero desaparece ante los ojos de la justicia.
Señores, comprendan que todo lo que hagan hoy afectará el buen desarrollo del país, para eso es la justicia, para que un país tenga calma y pueda seguir trabajando por las futuras generaciones.
En días recientes, también fuimos testigos de cómo una madre denunciaba cómo pusieron en libertad a unos sujetos que aparentemente aparecen en un video robando a mano armada su hogar y amenazando a su hijo. ¿Y la justicia?
Lo mismo que el caso de Juan Hombrón y fallos en la Corte que buscan anular procesos y que las otras autoridades no los acogen. ¿Dónde vivimos?
Señores magistrados: Sean serios y que las autoridades acojan los procesos dictados.
El presidente debe prestarle atención a este tema, parece que la Corte funciona a razón del poder económico y no en función de una justicia verdadera. ¿Hasta cuándo van a manipular la justicia? Tenemos que alzar nuestras voces, no podemos quedarnos callados ante tanta injusticia. !Los panameños, quienes pagamos los salarios de los magistrados de la Corte Suprema, merecemos justicia!