Justo y necesario
Todos sabemos de la necesidad de descentralizar el Estado. De hecho, hace varios años se aprobó una ley que le daba mayor autonomía a los municipios, pero fue cómodamente engavetada durante el Gobierno pasado. Lo cierto es que la descentralización es justa y necesaria. Es la forma como empezaremos a distribuir mejor la riqueza. Y es que ¿quién sabe mejor que los residentes de un distrito sobre los problemas prioritarios que necesitan resolver? Es lógico que esto va a traer problemas y enredos al principio. Que hay que subsidiar a muchos municipios que no generan suficientes recursos para mantenerse. No obstante, es solo el principio. La lógica elemental es que las propias autoridades municipales decidan la reparación de calles y escuelas, en vez de estar esperando a que un ministro sentado cómodamente en la ciudad capital sea quien decida cuándo sí o cuándo no. La descentralización es un asunto prioritario. Por fortuna este Gobierno ha emprendido la puesta en marcha de un anhelo largamente acariciado. Ojalá que las autoridades municipales sepan cómo ganarse el respeto de la sociedad y que los dineros que reciban los destinen para resolver los asuntos comunitarios y no se vuelvan locas gastando en autos o renovando oficinas. Esperemos lo mejor.