Justicia social es progreso

Las energías creando velocidades, presiones, térmicas, entropías, magnetismo, en direcciones centrífugas o centrípetas, mueven el mundo.

Fuerzas cósmicas, lo hacen girar. ‘Se mueve ', como dijo Galileo.

También el trabajo aplicando las energías humanas es creativo intelectual, física y hasta psicológicamente. En esa producción inventa, transforma, avanza. (A veces lo hace al revés). Así nacen los logros sociales, las profesiones, las empresas, los sindicatos, los países, etc. Esa concepción social de los primitivos artesanos, los embriones de ciudades, los rudimentarios imperios, las creencias que abrieron caminos de entenderse, de ser más eficaces, de amar al prójimo, de ahorrar para usar en los malos tiempos. Apareció la honestidad, la familia, la valentía, la heroicidad, las ideologías, la política (polis), la historia, y su reconocimiento.

Pero también aparecieron los Caines, los publicanos, los fariseos, los Judas, los mercaderes y los Herodes. El aprovechamiento sectario o individual del trabajo o esfuerzos efectuados, o los beneficios alcanzados por una labor colectiva o de una participación simbólica o aleatoria de las tareas concretas en el resultado final. Las explotaciones, la esclavitud, las guerras, las traiciones, las deslealtades, la corrupción, las codicias, los usureros, la violencia, los abusos, el despilfarro pueden estar en esas consecuencias.

Los historiadores, las iglesias, las escuelas, los tribunales han intentado siempre humanizar y legislar sobre estos aspectos de sociología, economía y ética. El objetivo tal vez inicialmente fue la producción, la eficiencia. Pero las distorsiones psicosociales e individuales nos han llevado a sistemas y organización planetaria que evidentemente no nos satisface a todos. Lo dantesco de las sociedades y países lo encontramos constantemente. Los humanos producimos, pero hay hambre. Hacemos leyes y hay injusticia. Las religiones nos dan modelos, pero muchos poderosos tienen sus conciencias domesticadas. Estamos en un valle de lágrimas.

Socialismo en cualquiera de sus formas. Capitalismo en cualquiera de sus formas. Salvajes, egoístas, corruptos, autoritarios, asesinos, torturadores, demagogos, cínicos. Pésima distribución de los panes y las mieles de la naturaleza. Hay más inteligentes, más vivos, y más tramposos que otros que parecemos más tontos, honestos, sacrificados, altruistas, modestos, etc.

Los mercados, las fábricas, la publicidad, las industrias, el agro, la comunicación y el transporte que deberían ser soluciones, se han convertido e instrumentos de beneficiarse algunos y perjuicios para otros. Todo esto a nivel internacional.

La producción y las necesidades de los actuantes son la fórmula y equilibrio de la salud social, de la justicia, del progreso colectivo, de la seguridad ciudadana y es la meta de la responsabilidad empresarial. La riqueza o ganancia depende de la producción. Los sobreprecios, le eficiencia, las ganancias que se toman como gran negocio, pueden interpretarse como explotación, engaño, usura. Y lo mimetizan de crecimiento económico. Los inversionistas y los capitalismos de Estados deberían investigar hacia el progreso social de los trabajadores en todos sus niveles (pala y computadora).

Al mejorar la calidad de vida, mejora el capital humano que producirá aún más ‘productos ', y al superar las pobrezas con empleos y sueldos adecuados se hará a los colaboradores o socios periféricos más felices. Esto trae un incremento del circulante que justamente es el ‘mercado '. Los productores (trabajadores) y el mercado (compradores o usuarios) son los mismos. Reducir los precios básicos mejora el nivel de vida de los más necesitados y el consumo de todos. El agro, los servicios, las industrias y el comercio producen relativamente más ingresos ascendentes, en ese orden. Cuando, por las necesidades generales, los costos y el consumo deben ser a la inversa, más económicos en el mismo orden. La justicia económica y el desarrollo social son progreso.

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