En busca de un dirigente para Panamá
¿Quién será presidente en 2019?, es la pregunta que comencé a hacerme desde que vi en las noticias la lista de exfuncionarios llamados a rendir indagatoria por delitos de corrupción, lavado de dinero, extorsión, peculado, negligencia, etc. ¿Será que no queda ninguna figura honesta, humilde y con valores para gobernar a Panamá en el periodo 2019-2024?
Soy empresario desde 2009, anteriormente trabajé para dos compañías multinacionales durante cuatro años y medio. Tengo una licenciatura en ingeniería electrónica que hice en Panamá y una maestría en administración de negocios internacionales, que adquirí en Estados Unidos, y desde hace unos meses me pongo a pensar en mi empresa, en mis colaboradores y en qué nos deparará 2019 y los siguientes años.
¿Seguiremos en crecimiento?, ¿tendremos una economía estable?, ¿se mantendrán las oportunidades de negocios?, ¿habrá liquidez o el país entrará en recesión?, ¿tendremos menos ventas a falta de dinero de nuestros clientes? y, en consecuencia, ¿las empresas se verán obligadas a reducir su personal? Son preguntas que me hago, como empresario, pensando quién será el presidente del país dentro de tres años.
Considero que en 2019 Panamá necesitará a un líder que nos guíe hacia una economía fuerte. Esto implica mantener el producto interno bruto en un porcentaje estable, requiere mayor inversión extranjera, actualizar el sistema educativo, continuar con la modernización del sistema de transporte, actualizar la Caja de Seguro Social, dotar de mayores servicios a los sistemas marítimos y aéreos, dar más apoyo a la actividad agropecuaria, modernizar el sistema ejecutivo… En fin, podría quedarme mencionando muchas más cosas y la manera como actualizarnos para mejorar, pero por ahora solo mencionaré algunas de ellas.
El Panamá que conozco tiene todavía mucho por explotar, pero hay que trabajar a un ritmo estable evitando la recesión. Para ello se requiere tener a un presidente con un grupo de trabajo muy preparado en temas económicos, financieros, políticos, sociales y diplomáticos. En 2019, Panamá debe entrar al camino que lo aleje de ser un país tercermundista y lo lleve a cumplir con una visión planificada a 20 años, como lo han hecho muchas naciones nórdicas, orientales y europeas. Pero, si continuamos con el típico mandatario latinoamericano, entonces mantendremos el mismo estatus de hace 20 años. Para obtener resultados diferentes se deben hacer cosas distintas.
No pertenezco a ningún partido político y, quizás, me mantenga así por el momento, pues no veo a un líder adecuado para candidato a la presidencia en ninguno de los partidos que tenemos. En mi concepto, el candidato ideal para la Presidencia de la República debería tener las siguientes cualidades: ser conciliador, respetuoso, alegre, sincero, humilde, sencillo, sentido de justicia y control, con visión y carácter. Debe tener confianza en sí mismo, entablar una comunicación efectiva, emitir opiniones unificadas y ser justiciero. Debe también ser afectuoso y tener facilidad para acercarse a los demás.
Sé que muchos de ustedes se preguntarán por qué no menciono cualidades intelectuales, como experiencia en economía, finanzas, administración, política, etc., les respondo que hay muchísimos candidatos con estas cualidades intelectuales, pero carecen de carácter, control, justicia, humildad y las otras características que describí antes.
Analicemos las opciones de los partidos políticos actuales.
Cambio Democrático (CD) tiene el mismo dueño, por ende, igual régimen. Mientras que el fundador del partido mantenga su dirección, el candidato a presidente de CD será el títere del titiritero.
Si en el Partido Revolucionario Democrático sus miembros no pueden ponerse de acuerdo entre ellos, mucho menos podrán gobernar un país.
El Partido Panameñista carece de liderazgo a lo interno, y tampoco tiene una figura para gobernar a Panamá en 2019.
El Molinera es un partido que suma votos, mas no tiene candidatos a la presidencia.
El Partido Popular también suma votos y serviría como un aliado para otros partidos con candidatos a la presidencia.
El Frente Amplio por la Democracia actualmente no es un partido político, pero si llegara a tomar forma, en Panamá ocurriría lo que pasa en Venezuela, Ecuador o Argentina (cuando estaba la expresidenta).
En fin, a partir de 2019 Panamá requiere organizar un plan de crecimiento a largo plazo, para continuar como el país más competitivo de la región centroamericana. Con una visión global clara de a dónde queremos ir para que todos los panameños conozcan, entiendan y trabajen juntos hacia esa meta.