El Pacto De Caballeros Entre Cucalón, Varela Y Martinelli
En julio de 2009, tres hombres hicieron un ‘pacto de caballeros'. El trato consistía en que si Luis Cucalón, entonces director de General de Ingresos, lograba una recaudación fiscal superior a los $16,000 millones en cinco años de gestión, el presidente Ricardo Martinelli le daría un bono de productividad de $10 millones.
El acuerdo se hizo en presencia del hoy presidente Juan Carlos Varela, quien ocupaba la vicepresidencia del Gobierno al momento en que Cucalón decidió aceptar el jugoso reto.
Así lo ha contado a La Estrella de Panamá el mismo Cucalón, quien reclama a Martinelli haber faltado a su palabra de ‘caballero', de la que fue testigo Varela, a quien también involucra en la millonaria promesa.
Cucalón envió una nota a este diario en la que relata que, en los primeros quince días de julio de 2009, acudió a una reunión en el Palacio de las Garzas, donde le esperaban en el despacho principal el presidente Ricardo Martinelli y Juan Carlos Varela, su aliado político durante los dos primeros años de gobierno.
LA CITA
‘Éramos R. M, J. C. V. y mi persona. Me dijeron lo siguiente: que nadie me iba a llamar para perdonar impuestos. Todos, ricos y pobres por igual (iban) a pagar', recuerda el exdirector de Ingresos en una misiva que, desde su celda en la Dirección de Investigación Judicial (DIJ), envió a este medio.
Al inicio del gobierno de Martinelli, había por hacer una tarea casi imposible: Recuperar el 70% de la cartera morosa de contribuyentes que no pagaban impuestos, para sacarle el mejor provecho al plan ambicioso de inversiones que tenía programado Martinelli.
‘Había que incrementar los ingresos del quinquenio de $9,400 millones a $16,500 millones' para lograr las metas que se proponía el gobierno, indicó el exdirector.
Cucalón describió que el pacto se hizo según el modelo de incentivos que un empresario ofrece a sus mejores trabajadores. ‘Como si fuera una empresa privada, me prometieron un bono que saldría de sus bolsillos si llegaba a la meta', aseguró.
Pasaron los cinco años y Cucalón sobrepasó las proyecciones fiscales iniciales, recaudó dos mil millones más de lo establecido.
Pero, hasta donde contó, la promesa no quedó sellada en documento alguno. ‘Era un pacto de caballeros que yo honré. Porque para mí la palabra se honra', dijo. ‘Llegué a los $18,500 millones y no cumplieron', se lee en el papel de una libreta común que tiene la firma del detenido y se entregó de su parte en la redacción del diario.
Cucalón se encuentra en prisión preventiva después de que la Fiscalía Cuarta Anticorrupción lo acusara de delitos contra la administración pública en una investigación abierta por pagos irregulares de comisiones a la empresa gestora del cobro de los impuestos atrasados, Cobranzas del Istmo.
‘Ricardito y yo no nos hablamos', contó Cucalón a La Estrella de Panamá en marzo pasado. ‘Ahora soy yo el que le quiere tirar un carro encima porque me debe mi plata. Para mí la palabra se honra', exclamó entonces en una entrevista de la que no se publicó todo el contenido, a petición del ahora encarcelado.
A pesar de su situación, Cucalón dice que no se arrepiente de su trabajo porque con los dineros recaudados se hicieron muchas obras. Aunque está convencido de que parte de la recaudación ‘se la robaron'.
También dio detalles de cómo tuvo que resistir las presiones de distintos sectores del gobierno de Martinelli y de la empresa privada para evitar el cobro de impuestos. Esta promesa, de que tendría total independencia, tampoco la cumplieron.
Esas presiones generaron tensiones incluso con el propio presidente Ricardo Martinelli, y el entonces viceministro de Finanzas, Dulcidio De La Guardia.
RECORDANDO A DULCIDIO
‘Yo hice mi trabajo y mi trabajo era cobrar. Yo sabía que iba a ser el malo de la película', aseguró Cucalón en respuesta a su criticada gestión y su vinculación, como director de la Autoridad Nacional de Ingresos (ANIP), con Cobranzas del Istmo S. A., por cuya contratación se le investiga.
‘Yo cobraba', dijo Cucalón, al recordar el momento en que el gobierno de Varela prescindió de sus servicios, que por ley se prolongaban hasta 2020.
Su salida de la Dirección de Ingresos la asoció a sus diferencias con el hoy ministro de Economía y Finanzas, Dulcidio De La Guardia, mientras ocupó el cargo de viceministro en el gobierno de Martinelli. De él dijo que le llegó a solicitar que ‘borrara' de la lista (de cobros) las cuentas morosas de sus clientes.
‘Mi relación con Alberto era una buena relación, estrecha profesionalmente', comparó.
Cucalón alertó que el primer semestre de este año el Gobierno tendría un déficit fiscal de $600 millones. ‘La lógica es que de las declaraciones juradas y la estimada del año 2013, son mayores a los índices actuales. La economía se contrajo en el segundo semestre del 2014; ventas al por menor, exportaciones, y el impuesto de ITBM (Impuesto de Traslado de Bienes Materiales y Servicios). Por tanto, la declaración jurada será mayor y el Gobierno tendrá que darles un crédito fiscal', adelantó el exdirector desde la cárcel.
Hasta mayo de 2015, el déficit en las recaudaciones publicado por la DGI es de $245.3 millones de lo presupuestado.
‘Yo no sabía la importancia real hasta que lo ejecuté, teniendo en cuenta que Panamá no tiene papel moneda. La recaudación es la columna vertebral del Gobierno', manifestó.
‘Éramos R. M, J.C.V. y mi persona. Me prometieron un bono que saldría de sus bolsillos si llegaba a la meta. Llegué a los 18,500 y no me cumplieron',
EXDIRECTOR DE INGRESOS
Cucalón y Cobranzas del Istmo, S.A.
Luis Cucalón, exdirector de Ingresos, se encuentra en prisión preventiva por su vinculación en el entramado de corrupción en que se convirtió la tercerización del cobro de impuestos morosos en la administración de Ricardo Martinelli. El ministro de Economía y Finanzas, Dulcidio De La Guardia, denunció que el exdirector de Ingresos consideró un ‘documento falso' para favorecer la contratación directa de la empresa Cobranzas del Istmo, S.A., propiedad de Cristóbal Salerno, un antiguo socio y amigo.
El contrato, que firmó por el Estado Cucalón y la excontralora Gioconda Torres de Bianchini, omitió trámites expresos en materia de contratación pública, provocando un perjuicio al Estado panameño en concepto de comisiones pagadas a la empresa, según la denuncia interpuesta por el Ministerio de Economía y Finanzas. La contratación permitió a la empresa gestora de cobros manejar una cartera morosa de $172 millones y ganar comisiones por $54 millones, entre 2010 y 2015.
En una declaración jurada ante la Fiscalía Cuarta Anticorrupción, a cargo de Ruth Morcillo, Salerno dijo que Cucalón había recibido $5.8 millones por agilizar los trámites de pagos de las comisiones a la gestora de cobros.
El empresario también dijo que el expresidente Ricardo Martinelli había recibido ‘cada dos o tres meses' maletines con entre $400 mil y $600 mil. Era su porcentaje en el negocio del cobro tercerizado de impuestos, que le había concedido la Dirección General de Ingresos en 2010, con la ayuda de Cucalón. Pero no todo era en efectivo. Salerno dijo haber pagado a Martinelli otros $900 mil en cheques, a través de la compañía Energías del Istmo.
El 24 de mayo de 2015, después de haber sido indagado, la Fiscalía Cuarta Anticorrupción ordenó la detención preventiva de Cucalón.