El Fin De Cerro Patacón…

El problema de la basura afecta de forma constante la calidad de vida de las ciudades de Panamá. En el plano operativo, lo podemos dividir en dos partes: primero, la recolección y el transporte de los desechos hasta un centro de procesamiento, y después, el procesamiento y disposición final de esa basura.

En este artículo haremos referencia a la segunda parte. Sin embargo, ambas están ligadas y se retroalimentan.

La idea que prevalece es la de que la basura se debe transportar a un lugar centralizado, para que sea incinerada o vertida y enterrada en un relleno sanitario. Algún porcentaje de la basura inorgánica es separado por las empresas, como parte de los programas de reciclaje y, también, por los pepenadores en el mismo relleno sanitario. Por eso, lo primero que debemos hacer es cambiar la idea de que toda la basura debe terminar en un relleno sanitario, y percatarnos de que la tecnología desarrollada en las últimas décadas permite otras opciones, no solo mucho mejores desde el punto de vista ambiental-técnico, sino rentables y autosustentables.

Hoy en día se cuenta con tecnología verde (por ejemplo, tecnología Pirsu–Arrowbio, tecnología Deisa, etc.), 100% automatizada, de centros completos modulares, para procesar de manera integral con agua reutilizable, aire, magnetos y filtradores, los desechos sin necesidad de clasificación previa. Estos separan los materiales reciclables, procesan en biodigestores los orgánicos con los que generan su propia agua, energía eléctrica, fertilizantes, material de construcción y un residuo final triturado, seco y saneado (10% del volumen inicial) que iría a un relleno sanitario, si no se logra reciclar o vender para otros usos.

Igualmente, si se desea incorporar a los pepenadores y a su familia como trabajadores del centro hay otras alternativas tecnológicas semiautomatizadas, que permiten la separación y el reciclaje por parte de dicho personal.

Si el Gobierno operara directamente o licitara a terceros esta concesión, los costos serían muy reducidos, porque la empresa generaría ingresos de la venta de los insumos reciclados, no incurriría en costos de energía eléctrica o vendería el excedente autogenerado hasta un nivel que pudiera no solo ser autosustentable, sino financieramente rentable. Una vez en funcionamiento, tanto en la ciudad de Panamá como en otros puntos del país, y dado el poco terreno que ocupan y el limitado residuo saneado que generan, se podría considerar la instalación en otro lugar fuera de cerro Patacón y de la urbe capitalina. Así se podría ubicar en Patacón una planta de energía eléctrica a base de gas metano, producto de la descomposición del relleno sanitario, o sanear y recuperar dichas tierras para el desarrollo urbano, tal como se hizo en el antiguo vertedero, hoy Costa del Este.

Con esta acción se evitarían los incendios de basura, los malos olores, la contaminación del aire, la proliferación de criaderos de mosquitos, la filtración y contaminación de las tierras y aguas subterráneas, así como permitiría generar oportunidades laborales para mejorar la calidad de vida de cientos de familias de pepenadores.

Sería interesante recopilar las experiencias en estas tecnologías en países como Israel, España, Argentina, México, Colombia y Guatemala –que ya tienen algunos años de funcionar– y evaluar las ventajas de adoptarlas y adaptarlas a las necesidades del medio panameño.

Por último, habría que adoptar una solución empresarial pública para resolver el tratamiento y disposición de la basura. Lo que servirá como un poderoso incentivo para hacer mucho más eficiente el proceso de recolección y transporte de los desechos a dicho centro de procesamiento, ya que dependerían de un flujo y volumen continuo y de calidad de esa materia prima para lograr la sustentabilidad y rentabilidad final de la planta. Con el cierre de cerro Patacón, podríamos eliminar un monumento a la desidia en la gestión ambiental y entraríamos en el siglo XXI, mirando al cambio y al futuro en pro de las nuevas generaciones. Pero esto sería materia de un futuro artículo.

 

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