El Canal y Panamá

La historia de nuestro país ha estado íntimamente ligada al Canal de Panamá. Para muchos nuestra separación de Colombia estuvo ligada al interés de los Estados Unidos de construir el canal, algo que no lograron negociar con Colombia. Desde nuestro inicio de vida republicana estuvimos con cierto grado de dependencia en los norteamericanos, la primera policía era de ellos, el acueducto de la ciudad nos lo hicieron, la basura la recogían ellos.

Los panameños crecimos por más de 70 años en una relación de amor/odio con ellos de vecinos, mientras ellos tenían la antigua zona y el propio canal como parte de su seguridad, nosotros añorábamos ser los dueños y que nos proporcionara ingresos. Aquí pusieron la Escuela de las Américas, cuna de los dictadores de los 60 y 70, el Comando Sur y mantuvieron 14 bases militares durante la Segunda Guerra Mundial. Mientras tanto, los panameños enfrentábamos la lucha por reformar y luego derogar el tratado original.

En mi vida, los momentos más emotivos han estado vinculados al canal. El grandioso recibimiento en la 5 de mayo al general Torrijos con los Tratados en 1976, el 1 de octubre de 1979 cuando iniciábamos la reversión, en un acto impresionante en Albrook Field, al que no asistió el general, pero presidido por el presidente Royo. Y qué decir del acto en diciembre de 1999, cuando salían los últimos norteamericanos del área canalera, desaparecía la zona y Panamá celebraba en compañía de varios mandatarios que nos acompañaron junto a la presidente, Mireya Moscoso.

Hoy nos preparamos para otro momento de gran emoción a los panameños, la inauguración del tercer juego de esclusas. Esta vez el orgullo es mayor, fuimos nosotros los que lo construimos, manos de obra local ni chinos ni caribeños, panameños. Toda la administración es panameña, los cargos importantes de dirección todos son panameños y este 26 de junio veremos al primer barco cargado cruzar el istmo por las nuevas esclusas de Aguas Claras y Cocolí.

A la firma de los Tratados, Omar nos dejó como legado que usáramos lo que nos venía para el mejor uso colectivo, en el fondo eso podremos ahora cumplirlo. El nuevo Canal podrá llegar a producirle al Estado más de 3000 millones de dólares al año, más del doble que el actual, dinero que si es bien utilizado debe ayudarnos a mejorar las condiciones de vida de los más necesitados y a reducir la brecha entre ricos y pobres.

El canal es nuestro orgullo. Es lo que a ojos del extranjero justifica los rascacielos y la hermosa ciudad, los desarrollos de playa, las carreteras al interior ampliadas, todo el cuadro de primer mundo que muestra la ciudad y ya también el interior. Somos un país de servicio. y el canal. Por fin estamos explotando debidamente nuestra posición geográfica.

Curiosamente muchos han olvidado y otros no supieron de todo lo que pasamos como nación para recobrar la antigua zona del canal y el canal. Atrás están el 9 de Enero, las negociaciones con el presidente Harmodio Arias, con Remón, con el propio Torrijos. Hoy disfrutamos de los frutos de todas esas luchas, con un canal nuestro y con este tercer juego de esclusas, más nuestro que nunca. Ya no es el canal que los gringos construyeron y nos dejaron, ahora es el canal que nosotros adecuamos y modernizamos.

Esta semana, dejemos atrás las quejas, los señalamientos de los errores que el Gobierno comete o lo que deja de hacer, seamos felices, orgullosos, recibamos a los turistas que ahora se multiplicarán para ver este moderno fenómeno de ingeniería, sintámonos orgullosos por todos los panameños que trabajaron en la obra, por los que trabajan en el canal, quizá no todos hicimos nada en la obra, pero curiosamente todos nos sentimos partícipes y parte del orgullo del éxito.

El canal, decía, ha estado muy cerca de nuestras vidas desde que nacimos, hoy más que nunca el canal es parte de lo que nos enorgullece, ya dejó de ser el canal que los gringos construyeron, ahora es el canal de los panameños, el que administramos y modernizamos nosotros, con nuestra capacidad y esfuerzo.

Por primera vez, al menos yo, siento que puedo decir el Canal de Panamá, con propiedad e invitar al mundo a que venga a conocerlo y de paso a este grandioso y orgulloso país.

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