Educación para el desarrollo:
Nuestra economía seguirá creciendo los próximos años por encima de la mayoría de los países en América. Irónicamente, el 58% de las empresas locales tiene problemas para encontrar profesionales y técnicos, reveló la Encuesta de Escasez de Talentos (Manpower, 2014) y persisten las barreras que afectan el acceso de panameños a trabajos calificados.
Según un estudio sobre Desarrollo Humano (PNUD, 2014), el 87% de los jóvenes entre 15 y 24 años obtuvo una calificación por debajo de 6/10 en pruebas cognitivas. Para la Alta Comisión de Empleo (2014): “Las falencias de la calidad educativa ameritan respuestas efectivas, no solo con respecto a la educación formal, sino también con la formación integral, que incluyan el desarrollo de las habilidades blandas”.
Con miras de revertir esta situación, la Comisión recomendó: fortalecer la articulación oferta educativa/ sector productivo, aumentar la inclusión de grupos vulnerables, promover las carreras técnicas y garantizar un financiamiento del sistema educativo. No podemos permitir que más panameños desaprovechen el auge económico al no estar preparados para ser parte del mismo ¡Debemos actuar!
El primer paso debe ser elaborar un diagnóstico de la estructura de planificación en educación y empleo, que resuelva: ¿Quiénes son los actores?, ¿cómo planifican?, ¿cuál es el marco legal?, ¿existe dualidad de funciones o falta de roles?, ¿qué hacen otros países?, etc. El segundo paso tendría el objetivo de establecer una política de Estado a través de participación y consensos, para definir la metodología de prospección de la demanda talento humano por perfil, carrera y área de la economía (salud, turismo, logística, tecnología, etc.).
El tercer paso sería comprobar la demanda satisfecha e insatisfecha, con el fin de planificar la educación para disminuir la saturación de carreras y la falta de profesionales y técnicos. Posteriormente, podríamos planificar políticas migratorias coherentes, acordes con la demanda de empleo e inversión, programas de orientación a jóvenes, que le abran los ojos hacia las oportunidades, etc. En 1996, la Corporación Intel decidió instalar una planta de manufactura en Costa Rica. Como resultado, la Corporación y la Universidad Tecnológica de Costa Rica se asociaron y establecieron un precedente en los modelos de vinculación universidad/ sector productivo. ¿Por qué este modelo fue exitoso? La Universidad fue parte del equipo de negociación para atraer a Corporación al país y se involucró en sus procesos de innovación, por su parte, Intel realizó grandes inversiones en laboratorios y tecnología en la Tecnológica. ¡En Panamá, la empresa privada debe involucrarse más! Según el Centro Nacional de Competitividad, entre 2013 y 2017, en Panamá se habrán generado 250 mil nuevas vacantes. Mientras, las multinacionales tienen dificultad para conseguir talento panameño. Analicemos estos escenarios y actuemos antes de que sea tarde.
Según un estudio sobre Desarrollo Humano (PNUD, 2014), el 87% de los jóvenes entre 15 y 24 años obtuvo una calificación por debajo de 6/10 en pruebas cognitivas. Para la Alta Comisión de Empleo (2014): “Las falencias de la calidad educativa ameritan respuestas efectivas, no solo con respecto a la educación formal, sino también con la formación integral, que incluyan el desarrollo de las habilidades blandas”.
Con miras de revertir esta situación, la Comisión recomendó: fortalecer la articulación oferta educativa/ sector productivo, aumentar la inclusión de grupos vulnerables, promover las carreras técnicas y garantizar un financiamiento del sistema educativo. No podemos permitir que más panameños desaprovechen el auge económico al no estar preparados para ser parte del mismo ¡Debemos actuar!
El primer paso debe ser elaborar un diagnóstico de la estructura de planificación en educación y empleo, que resuelva: ¿Quiénes son los actores?, ¿cómo planifican?, ¿cuál es el marco legal?, ¿existe dualidad de funciones o falta de roles?, ¿qué hacen otros países?, etc. El segundo paso tendría el objetivo de establecer una política de Estado a través de participación y consensos, para definir la metodología de prospección de la demanda talento humano por perfil, carrera y área de la economía (salud, turismo, logística, tecnología, etc.).
El tercer paso sería comprobar la demanda satisfecha e insatisfecha, con el fin de planificar la educación para disminuir la saturación de carreras y la falta de profesionales y técnicos. Posteriormente, podríamos planificar políticas migratorias coherentes, acordes con la demanda de empleo e inversión, programas de orientación a jóvenes, que le abran los ojos hacia las oportunidades, etc. En 1996, la Corporación Intel decidió instalar una planta de manufactura en Costa Rica. Como resultado, la Corporación y la Universidad Tecnológica de Costa Rica se asociaron y establecieron un precedente en los modelos de vinculación universidad/ sector productivo. ¿Por qué este modelo fue exitoso? La Universidad fue parte del equipo de negociación para atraer a Corporación al país y se involucró en sus procesos de innovación, por su parte, Intel realizó grandes inversiones en laboratorios y tecnología en la Tecnológica. ¡En Panamá, la empresa privada debe involucrarse más! Según el Centro Nacional de Competitividad, entre 2013 y 2017, en Panamá se habrán generado 250 mil nuevas vacantes. Mientras, las multinacionales tienen dificultad para conseguir talento panameño. Analicemos estos escenarios y actuemos antes de que sea tarde.