Cucalón: “Salerno Intercambió La Cabeza De Su Hija Por La Mía”

El propietario de Cobranzas del Istmo, S.A. (CISA), Cristóbal Salerno, habría negociado con el partido oficialista la postura que asumiría ante la investigación que se le sigue por el delito de corrupción de servidores públicos.

Así lo aseguró al Ministerio Público Luis Cucalón, exjefe de la Autoridad Nacional de Ingresos (Anip), detenido en la DIJ, acusado de orquestar la contratación de la empresa de Salerno y cobrar comisiones por su trabajo.

Salerno, que es investigado por su presunta participación en un entramado de corrupción que involucra a CISA, acusó al exdirector de Ingresos de recibir dinero para agilizar los trámites de pago a favor de su empresa.

Entre los años 2010 y 2014, durante la gestión de Ricardo Martinelli, Cobranzas del Istmo obtuvo comisiones por $47.1 millones por recaudar impuestos morosos.

‘El señor Salerno se fue a Miami y allá fueron a buscarlo los panameñistas. No sé quiénes fueron, pero él (Salerno) me dijo que había negociado', indicó Cucalón, en una declaración jurada del 26 de mayo, ante la fiscal Ruth Massiel Morcillo, de la Fiscalía Cuarta Anticorrupción.

Cucalón fue señalado por el propietario y principal beneficiario de CISA de haber recibido al menos cuatro cheques a cambio de mantener el contrato con el Estado, que supervisaban el Ministerio de Economía y Finanzas y la Contraloría.

Según Cucalón, las declaraciones de Salerno son una estrategia de su antiguo socio y amigo.

‘Yo tengo el presentimiento de que (Salerno) intercambió la cabeza de su hija por la mía', apuntó.

Tanto Cucalón como Salerno han declarado ya ante la Fiscalía, pero sus respuestas no coinciden, por lo que para hoy está previsto un careo entre ambos imputados.

‘(Salerno ) lo hizo por su hija que estaba metida en el baile,' dijo Cucalón refiriéndose a María Alessandra Salerno, hija de Cristóbal Salerno y apoderada legal de la empresa cuando se firmó el contrato con CISA.

En el documento, al que tuvo acceso La Estrella de Panamá , Cucalón aseguró que entiende la postura de Salerno porque él también es padre, pero que no lo perdona porque, insiste, ‘con la reputación de las personas no se juega'.

La hija del empresario fue llamada también a rendir indagatoria para determinar su participación en este entramado, tras lo cual la Fiscalía Cuarta Anticorrupción determinó prudente imponerle una medida de arraigo.

En su declaración jurada, el exdirector de Ingresos aseguró que cuando Salerno regresó de Miami, Estados Unidos, lo llamó y le dijo que pasaría a tomarse una taza de café con él.

‘Perfecto', pensó Cucalón, quien posteriormente se encontraría con la sorpresa de que Salerno, en lugar de visitarlo, fue directo a la Fiscalía Cuarta Anticorrupción a denunciarlo.

LA COARTADA PERFECTA

En la ampliación de su declaración jurada los días 8 y 9 de junio, Salerno negó todas las acusaciones de Cucalón.

‘Yo fui a los Estados Unidos a ver mi condición cardiaca', aseguró, tras calificar las aseveraciones de Cucalón como ‘una fábula que no tiene coherencia'.

EL SUPUESTO ACUERDO

Salerno declaró anteriormente que había girado tres cheques a la sociedad Strategic Hotel Alliance Inc. por un monto total de $5.8 millones, a solicitud del exdirector de Ingresos, con el propósito de ‘agilizar el pago de las comisiones'. Los cheques tienen fecha del 21 de febrero de 2014, por $1.4 millones; del 28 de marzo de 2014, por $1.5 millones y otro por $2.8 millones, sin fecha determinada, todos de Multibank, donde están dadas de altas las cuentas de Cobranzas del Istmo y de Langton International, empresa que gestiona la tesorería de Salerno, según su propia declaración.

Multibank envió una nota fechada el 22 de mayo de 2015 en la que establece que a la mencionada sociedad se giró, además, otro cheque por $1 millón.

El cheque (número 000073) habría sido emitido el 24 de diciembre de 2013, por Langton International Holding, Ltd. a nombre de Strategic Hotel Alliance Inc, cuyos directores son los hijos de Cucalón.

El cheque fue endosado y depositado en la cuenta número 0182200012-4 de Strategic Alliance, Inc. en el Capital Bank.

Pero Cucalón tiene otra versión de los hechos.

En la mencionada declaración del 26 de mayo, el exdirector de Ingresos indicó que los pagos corresponden a una suma que le adeudaba Salerno desde el 2000.

‘Salerno acordó conmigo verbalmente, debido a que no tenía garantías reales, que me daría la mitad de todo lo que pudiera recuperar' por la quiebra de Sears, S.A, asegura el indagado.

Cucalón, administrador del consorcio, recuperó $6 millones, pero la promesa no se cumplió a corto plazo. ‘Un día me dijo que me iba a devolver los $3 millones más intereses al 12% anual, lo que sumaba un poco más de $6 millones', relata Cucalón ahora para sustentar los cheques que recibió del empresario.

Salerno también niega esto. ‘Esa historia es totalmente falsa. No existe un contrato ni ninguna correspondencia que pueda avalar eso', asegura.

El empresario admitió, por otra parte, haber girado un cheque (número 766) de la cuenta de Langton International Ltd. a nombre de la empresa Corporación Energía del Istmo, S.A., para el expresidente Ricardo Martinelli.

TRANSACCIONES NORMALES

Al ser indagado por la Fiscalía, se cuestionó también al empresario en relación a las millonarias transacciones originadas desde la cuenta de Cobranzas del Istmo, S.A en beneficio de Langton Internacional Ltd., que un informe de la Unidad de Análisis Financiero (UAF) consideró ‘inusuales'.

Ante esta pregunta, Salerno respondió que se trataba de transacciones ‘normales', aunque no recordó si antes de la contratación directa de Cobranzas del Istmo, S.A. hubo transferencias similares, por montos millonarios.

El análisis de UAF también destaca que CISA emitió 35 cheques a favor de Langton, por un monto de $25.2 millones.

RECORDANDO A DULCIDIO

Durante su indagatoria, Cucalón recordó también que como director General de Ingresos (DGI) y posteriormente de la Autoridad Nacional de Ingresos Públicos (Anip, hoy desaparecida), mantenía frecuentes discusiones con su entonces jefe, el hoy ministro de Economía y Finanzas, Dulcidio de la Guardia.

‘Él argumentaba que yo lo humillaba al no hacerle caso, pero muchas veces sus instrucciones no eran acordes a la ley. Yo le pedía que las pusiera por escrito si quería que las ejecutara, ya que él era mi jefe inmediato. Eso nos llevó a choques', indicó Cucalón, según reposa en la foja 6417 del expediente del caso.

 

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