Con la seguridad pública no se improvisa

Recientemente se publicó un artículo en este medio sobre el tema de la seguridad que no brindó ningún aporte y no es referente ni a manera de crítica constructiva. El artículo 310 de la Constitución Política dicta la norma sobre la que se funda la misión de proteger la vida, bienes y honra de todos los nacionales y extranjeros que habitan en el territorio de la República. A este artículo se suma el artículo 17 de la Carta Magna, donde queda plasmada la obligación de todas las autoridades del Estado elegidas para llevar adelante por obligación y mandato la política de seguridad pública, la interna y la externa. En todas las leyes orgánicas de los componentes de la Fuerza Pública se estipulan claras normas sobre el tópico.

No existe improvisación en la estructura orgánica; cada una de las administraciones en la nueva etapa institucional que comenzó en 1989 fue haciendo su aporte. Fue en la administración del Dr. Ernesto Pérez Balladares que nació la primera Ley Orgánica de la Policía Nacional, con sus respectivos Decretos Ejecutivos de Reglamentación y Jurisdicción disciplinaria. En el periodo de doña Mireya también se dieron avances en la estructura de la Policía, para el periodo 2004-2009 se dieron otros avances en materia estructural, se crearon el Servicio de Fronteras y el Servicio Aeronaval.

Ante la insuficiencia del Decreto 204 sobre disciplina en los estamentos de seguridad, se trabajó en una comisión que brindó luces sobre el tema y cuyo producto fue un borrador de reglamento. Lamentablemente, el encargado de la cartera prefirió archivarlo y no hubo momento para su discusión.

Hay que dar el mérito que fue durante el periodo 2009-2014 que toda la Fuerza Pública recibió los mayores aumentos salariales desde la época de las Fuerza de Defensa en todos los rangos y lo que más críticas causó fue el aumento a los mandos superiores. A mi criterio, este aumento salarial recompensó al mérito. No olvido que cuando se modificó la estructura para crear los dos rangos que reemplazaron los rangos de coronel y teniente coronel se les rebajó el salario.

Sin embargo, los cuadros institucionales como humanos, no son inmunes a todo lo que pasó y que ha salido en estos últimos años. Parte de la cúpula de aquel aparato de seguridad se encuentra tras las rejas, y recomiendo que cada cual realice su propio análisis de esta situación.

La nueva administración 2015-2019 heredo una Fuerza Pública con dos periodos seguidos donde los aparatos de rendición de cuentas parecieran haber sido rebasados por las actuales realidades de penetración de organizaciones que promueven conductas ilegales en su conjunto.

Cuando se está ante tan grandes retos, si vemos los problemas en esta materia en países de nuestra región, algo se tiene que hacer, no se puede esperar que el problema crezca, hay que mitigarlo y neutralizarlo antes de que se salga de control.

Esta es la razón principal de la creación del GIA, hay personal dentro de los estamentos que nos recuerda que hace algunos años monseñor Ulloa dijo que nadie es dueño de la verdad y que esta es la suma de todas las verdades.

No veo por ningún lado en el Decreto de creación del GIA algún artículo que le reste fuerza o que sobrepase la jurisdicción del Ministerio Público. Ningún verbo de acción de las funciones asignadas traspasa jurisdicción. Todo aquel uniformado de la Fuerza Pública tiene muy claro que debe ser, y de hecho es, auxiliar de la investigación y que actúa por habilitación de los fiscales. Son una ayuda para los fiscales, no rivales ni usurpadores de funciones.

La inteligencia como herramienta se adelanta con la información para cooperar con quienes llevan adelante una investigación, o quienes toman decisiones. Lo dejo aquí, por ser un tema profundo. Como herramienta preventiva funciona, siempre y cuando se use bien.

La generación que está al mando ha asumido el reto y la confianza depositada por el señor presidente, será el tiempo el mejor juez y estoy seguro de que lo harán bien. Es hora de que terminen los clanes y los combos, es hora de que la Fuerza Pública siga el camino de la meritocracia y esto solo se logra con un conjunto de acciones apoyadas en normas y por los frenos y contrapesos que se darán producto de la cadena de mando de la nueva unidad. No veo ninguna jerarquía paralela, lo que veo que se busca es que la nueva unidad sea independiente, que no tenga temor de actuar como dice el exjuez Ugaz: ‘CAIGA QUIEN CAIGA '.

No me cabe la menor duda de que el Consejo de Seguridad Nacional será garantía de que la nueva unidad lleve adelante su trabajo y que se prevenga y neutralice cualquier penetración de organizaciones o actores individuales que se mueven en el oscuro mundo de la ilegalidad y del mal.

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