Mario Martinelli recibe medida cautelar de país por cárcel

Un año después de que el empresario Mario Martinelli fuera indagado por la Fiscalía Primera Anticorrupción este jueves, 31 de marzo, le ordenó la medida cautelar de país por cárcel.

Martinelli es investigado por la presunta comisión de los delitos de peculado, estafa y fraude, derivados de la venta de arroz, lentejas y frijoles con supuestos sobrecostos comprados con fondos del desaparecido Programa de Ayuda Nacional (PAN), en la actualidad la Dirección de Asistencia Social.

Además la fiscal Tania Sterling decretó contra el hermano del expresidente Ricardo Martinelli la medida cautelar de tener que notificarse una vez a la semana ante la Fiscalía.

El 30 de marzo de 2015 la Fiscalía tuvo que trasladarse al Centro Médico Paitilla, en donde se encontraba hospitalizado el empresario Martinell, a fin de indagarlo. Ese día no se fijó ninguna medida cautelar.

Las presuntas vinculaciones contra Martinelli en este caso se dan luego de los señalamientos del comerciante Pablo Ruiz Obregón –otro de los imputados en este proceso– quien lo señaló como su “socio capitalista”.

El número de acusados en este caso es de 39 personas, entre comerciantes y exfuncionarios.

DECLARA JOSÉ DOMINGO ARIAS

Este jueves, 31 de marzo, ante la Fiscalía también compareció el excandidato presidencial por el partido Cambio Democrático José Domingo Arias, para declarar bajo juramento en este caso, tras lo expresado por las empresarias e investigadas en este caso Mara Vergara y Desiré Aranda.

Vergara y Aranda dijeron en la Fiscalía que luego de ser beneficiadas con los contratos se le pidió contribución para la campaña electoral de Arias.

El exdirector del PAN Rafael Guardia Jaén reveló a la Fiscalía que el modus operandi de la red era el siguiente: un mismo proveedor organizaba un grupo de tres empresas con sus respectivas ofertas. Una de las compañías reunía todas las condiciones para la adjudicación del contrato, en este caso para la venta de quintales de lentejas, porotos y frijoles.

El 11 de marzo la Fiscalía Segunda Anticorrupción solicitó al Juzgado Decimoquinto llamamiento a juicio para Mario Martinelli y otras 17 personas por el caso de contratos para la compra de mochilas escolares.

Alfredo Castillero Hoyos toma posesión del cargo de defensor del Pueblo

Alfredo Castillero Hoyos asumió este viernes, 1 de abril de 2016, el cargo de defensor del Pueblo durante el período 2016-2021.  

El abogado llegó a las 9:20 a.m. a la sede de la Defensoría del Pueblo, ubicada en Plaza Ágora (vía Transístmica). Allí se reunió con la defensora saliente Lilia Herrera de Mow, como parte del proceso de transición, así como con otros funcionarios de la entidad.

Alfredo Castillero Hoyos y Lilia Herrera Mow en la Defensoría del Pueblo, el viernes 1 de abril de 2016

El pasado miércoles, la Asamblea Nacional escogió a Castillero Hoyos como el nuevo defensor del Pueblo, luego de un acuerdo entre el partido Panameñista y el Partido Revolucionario Democrático.

Al respecto, Alfredo  Castillero Hoyos, quien ha prometido "una refundación" de la institución, salió al paso este viernes y dejó claro que "nunca he estado afiliado" a partidos políticos y que se basa en su criterio. “Vean lo que vamos a hacer acá”, comentó.

Anunció también que el cargo del defensor adjunto será ocupado por la perredista Elsa Fernández, quien en el período legislativo pasado fue diputada suplente del diputado del PRD, Crispiano Adames.

El nuevo Defensor admitió que el mayor reto que deberá enfrentar será la falta de presupuesto en la institución. Agregó que al inicio de su gestión atenderá temas de naturaleza administrativa, precisamente por este reto financiero. "Haremos lo que podemos".

Los 11 imputados por el envenenamiento masivo se declararon inocentes

Todo comenzó con la cadena de eventos del mes de octubre del año 2003, con la importación por parte de la empresa Medicom S. A. de bidones supuestamente de glicerina pura de calidad USP -para consumo humano- cumpliendo con una obligación de suministro adquirida con la Caja de Seguro Social.

Así inició el magistrado del Segundo Tribunal Superior Luis Mario Carrasco su intervención de este miércoles 30 de marzo, en la que explicó a los once acusados por qué son vinculados al envenenamiento masivo con la glicerina que resultó ser el mortal dietilenglicol.

Con este argumento, Carrasco entró de lleno a lo que es el juicio por dicho proceso.

El dietilenglicol que Medicom, S.A. entregó a la CSS fue utilizado para la elaboración de productos medicinales: guayacolato y jarabe expectorantes sin azúcar entre otros.

Los medicamentes fueron recetados a los asegurados; así fue como se generó un envenenamiento masivo en la población. La primera muerte se registró el 1 de agosto del año 2006. Al menos 170 personas fallecieron y 8 mil resultaron afectadas.

Carrasco pidió a cada uno de los imputados que se levantara. Ya de pie, leyó -uno por uno- los señalamientos en su contra.

El primero fue Ángel De La Cruz.

"Usted era la persona que de hecho controlaba la empresa o grupo comercial Medicom. Alteró el certificado de análisis del producto referente a la fecha de caducidad y a la presentación del mismo, ya que le producto fue enviado por el proveedor español como TD glicerina 99.5% pero en el certificado utilizado para su introducción a Panamá la referencia del mismo es como glicerina pura calidad USP para consumo humano", le dijo Carrasco.

"El señor De La Cruz fue un gestor material para la importación del producto contaminado y además alteró la fecha de caducidad en el etiquetado nacional, así como el certificado del análisis del producto remitido por la proveedora española", agregó.

Acto seguido, el magistrado le preguntó cómo se declaraba. Este contestó: "Inocente".

Josefa De La Cruz, presidenta y representante legal de Medicom; bajo esa condición firmó documentos para la adquisición de la materia prima que se utilizó para la producción de medicamentos de la CSS. De manera especifica firmó la solicitud de precios con fecha del 12 de julio de 2003, que correspondía a la compra de nueve mil litros de glicerina pura calidad USP, que posteriormente resultó ser dietilenglicol.

Además de lo anterior, durante el tiempo que ocupó la representación legal de Medicom, la misma no contaba con el permiso de la Dirección Nacional de Farmacias y de Drogas del Ministerio de Salud (Minsa). De hecho, ya había sido sancionada por esta omisión.

Llegó la pregunta de Carrasco. Y Josefa De La Cruz también se declaró inocente.

Edward Taylor Jurado era el jefe de laboratorio de control de calidad de la CSS para la época de los hechos .

Contra Taylor pesan el documento de evaluación de insumos fechado el 24 de abril de 2002, en el que se señala que el producto de muestra para criterio técnico presentado por la empresa Medicom cumplía con las especificaciones requeridas.

En ese mismo orden Taylor emitió el informe de control de calidad con fecha del 21 de octubre de 2003, consignando que se realizaron tres pruebas y análisis de la materia prima sobre el lote 0305071601 de glicerina pura correspondiente a la orden de compra 230878, al grupo comercial Medicom, certificando que la misma era satisfactoria con relación alas pruebas realizadas.

También el 28 de abril de 2006, suscribió un informe de calidad aprobando el medicamento expectorante sin azúcar al certificar como superadas las pruebas de gravedad especificas y de pureza realizadas a los mismos.

Este no se encontraba presente por motivos de salud, por los cual el magistrado explicó que se "le consigna una declaratoria de inocencia a su favor".

Ignacio Torres Echeverría fungía como asistente de farmacia en el laboratorio de control de calidad. En conjunto con otros sindicados, fue el encargado de realizar los análisis de la materia prima entregadas por Medicom.

Frente a las imputaciones en su contra el magistrado ponente del juicio le consultó a Echeverría como se declaraba. "Inocente", clamó.

Miguel Algondona era asistente de farmacia. Se le vincula porque realizó las pruebas y análisis de la materia prima para la producción de medicamentos, así como los productos terminados.

El magistrado hizo referencia de que Algondona "mantuvo contacto con el insumo tóxico utilizado para la elaboración de los productos médicos contaminados".

Algondona tampoco asistió a la audiencia por motivos de salud por lo cual el tribunal le consignó una declaratoria de inocencia.

Linda Thomas ocupaba la jefa del  laboratorio de producción de medicamentos de la CSS.

Entre los señalamientos en su contra está el informe de recepción que contiene su firma de octubre de 2003, correspondiente a la entregaba de la materia prima por parte de Medicom. Thomas declaró que se encontraba identificada en su certificado de análisis como glicerina pura, calidad USP, a pesar de que la documentación aportada presentaba irregularidades en la rotulación de los bidones y certificado de análisis.

Establecidos dichos comportamientos en el expediente, el magistrado quiso saber cómo se declaraba. Y Thomas dijo que inocente.

René Luciani, Pablo Solís, Nereida Quintero, Marta Sánchez y Teófilo Gateno también clamaron su inocencia.

Luciani era el director de la CSS de la época en que se fabricó y distribuyó el medicamente envenenado.

Solís sirvió como director nacional de Farmacias y Drogas del Minsa, por tanto, mantenía la obligación por ley de garantizar la fármaco-vigilancia para garantizar la calidad, eficacia y seguridad de los medicamentos terminados. En el expediente se acreditó que bajo la dirección de Solís, no se realizaron las evaluaciones en los laboratorios de control de calidad y producción de medicamentos de la CSS. 

Quintero fue directora de abasto de la CSS desde el 2 de julio de 2002 hasta el 3 de marzo de 2005. Según la estructura jerárquica interna de la institución le correspondía la supervisión inmediata del laboratorio de producción de medicamentos y del laboratorio de control de calidad.

Sánchez reemplazó a Quintero en el cargo. Se le vincula sobre los mismos términos que a su antecesora en el cargo.

Gateno, como representante legal de las empresas que financiaron las operaciones de Medicom, asumió los costos de embarque, impuestos y demás con relación a la orden de compra 230878, para la entrega de nueve mil litros de glicerina pura con vencimiento de 36 meses, que resultó ser el componente tóxico para los medicamentos elaborados con este producto.

Corte declara nulo el contrato de PECC

Casi 15 años después de haber sido demandado, la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) declaró nulo el contrato suscrito en 1997 entre la extinta Autoridad Portuaria Nacional (APN) y la sociedad Ports Engineering & Consultants Corp. (PECC) para el mantenimiento y cobro del servicio de ayuda a la navegación (faros y boyas).

En fallo del 4 de diciembre de 2015 y publicado en la Gaceta Oficial del pasado lunes la Sala indicó que la concesión a PECC se hizo sin cumplir los procedimientos de la Ley 16 de 1992 sobre privatización de los servicios públicos. La concesión se debió aplicar bajo las reglas de la Ley de Privatización y no la Ley 42 de 1974 de la APN.

Además, declaró nulas otras acciones administrativas del jefe de la APN, Hugo Torrijos (q.e.p.d.) y el subadministrador Rubén Reyna, en la que traspasaron a PECC bienes de la Dirección de Ingeniería de la APN.

El excontralor Alvin Weeden, que interpuso la demanda de nulidad en 2002, dijo que el fallo reivindica el respeto al patrimonio del Estado, y que el dinero cobrado desde la suspensión del contrato en 2003 debe pasar al Estado, mientras que Carlos Carrillo, abogado de PECC, dijo que respetan el fallo.

Dos empresarios de Estados Unidos fueron condenados por este caso en su país por pagar sobornos a los funcionarios involucrados, pero en Panamá no hubo castigo para ellos. 

 

CORTE: CONTRATO CON PECC VIOLÓ LEY DE PRIVATIZACIÓN

El 2 de enero de 1997, la Junta Directiva de la hoy extinta Autoridad Portuaria Nacional (APN) le dio curso a una carta, redactada en inglés, suscrita por John W. Warwick, presidente de Ports Engieneering & Consultans Corp. (PECC), sin su correspondiente traducción al español, en la que propuso la “privatización” de la Dirección de Ingeniería de la APN.

Con esa decisión, el 22 de enero de 1997, la directiva de la APN, encabezada por el administrador Hugo Torrijos Richa (q.e.p.d.) y el subadministrador Rubén Reyna, avaló el contrato, que fue firmado por PECC casi un año después el 18 de diciembre de 1997 para prestar el servicio de ayuda a la navegación (faros y boyas) que ofrecía la Dirección de Ingeniería.

Tras esa decisión, Torrijos y Reyna emitieron memorandos y resoluciones en los que se ordena la transferencia, a título gratuito, de bienes, así como de funciones, prestación de servicios y el derecho a cobrar una tasa a los usuarios del sistema, que iría a dar a las cuentas bancarias de PECC, bajo el amparo de la Ley 42 de 1974, que creó la APN.

Los bienes dados en concesión a PECC estaban asignados a la Dirección de Ingeniería de la APN y habían sido adquiridos con fondos estatales.

Estas irregularidades se cuentan entre las 354 encontradas al contrato firmado entre la extinta APN hoy Autoridad Marítima de Panamá (AMP) y PECC, de acuerdo con la demanda de nulidad que interpuso en 2002 la Contraloría.

El entonces contralor, Alvin Weeden, consideró que el contrato fue un acto de corrupción planificado, a fin de obtener provecho ilícito en beneficio de funcionarios de la antigua APN, con la participación del entonces presidente Ernesto Pérez Balladares (1994-1999).

Weeden planteó que, a pesar de que en el contrato le correspondía a PECC dar el mantenimiento al sistema de ayuda a la navegación, la concesionaria no prestaba el servicio y, en cambio, cobraba a las navieras por esta labor, sin que el importe fuera reportado al Estado.

Debido a esta situación, la Contraloría abrió una investigación por una presunta lesión patrimonial al Estado por $7 millones, y en consecuencia, ordenó la cautelación de bienes de Torrijos, Reyna y del expresidente Perez Balladares (ver nota relacionada).

CORTE ANULA CONTRATO

En fallo del 4 de diciembre de 2015, la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo de la CSJ declaró nulo el contrato con PECC y los demás actos administrativos, resoluciones y memorandos emitidos en torno a la firma del contrato.

El fallo de la sala fue respaldado por todos los magistrados, Nelly Cedeño y Efrén Tello, quienes actuaron como suplentes, y Abel Zamorano, quien emitió un voto razonado.

La CSJ estimó que el procedimiento para el traspaso de los bienes que pertenecían a la Dirección de Ingeniería de la APN a PECC se realizó sin cumplir con los procedimientos de la Ley 16 de 1992 sobre privatización de empresas y bienes estatales.

“En consecuencia, el instrumento jurídico que permitía que la institución estatal concesionara los servicios pactados era la Ley 16 de 1992 [de privatizaciones] y no la Ley 42 de 1974 [que creó la Autoridad Portuaria Nacional]”.

El fallo indica que la Ley 16 de 1992 exige la celebración de un acto público para seleccionar al concesionario del servicio, y en este caso no se cumplió. Pero, el fallo va más allá. Los magistrados concluyeron que el servicio de ayuda a la navegación y la recaudación de una tasa por su uso no podían ser privatizados.

La decisión de la sala también respaldó a la parte demandante en cuanto a que el Comité Ejecutivo de la APN violó disposiciones de la ley orgánica de esa entidad al emitir la resolución No. 0007-97 de 1997, y disponer la privatización de los bienes y funciones de la Dirección de Ingeniería de dicha institución a favor de PECC.

En ese sentido, se destaca que el director general de la APN estaba facultado por la Ley 72 de 1974 para ejercer la representación legal de la institución y administrarla, “pero ello no le concede la facultad de disponer a favor de un particular las funciones de dicha entidad estatal, de sus bienes ni sus recursos”.

VOTO RAZONADO

El magistrado Zamorano emitió el voto razonado para considerar que, tras la declaratoria de ilegalidad de los actos demandados, en el fallo se debió indicar que queda sin eficacia jurídica la suspensión provisional del contrato, emitida por la Sala el 12 de diciembre de 2003.

REACCIONES

El expresidente Ernesto Pérez Balladares no quiso hacer comentarios del fallo. “No tengo nada que opinar sobre ese tema que, además, no me concierne ni me importa”, declaró.

Mientras que el excontralor Weeden manifestó estar complacido porque con este fallo se reivindica el derecho del Estado a cobrar los impuestos.

Según Weeden, en el caso PECC, funcionarios trataron de privatizar para sí mismos un impuesto nacional, pero se confirma que este patrimonio del Estado no debió ser privatizado.

Carlos Carrillo, abogado de PECC, indicó que ahora la AMP debe abrir a licitación el servicio de boyas y faros.

Jorge Barakat, administrador de la AMP, dijo que esta semana comentaría el contenido de este fallo.

Nuevo defensor del Pueblo asumirá el 1 de abril sus funciones

Alfredo Castillero Hoyos asumirá este viernes, 1 de abril, el cargo de defensor del Pueblo durante el período 2016-2021.

Fuentes de la Defensoría del Pueblo indicaron que Castillero Hoyos llegaría a las instalaciones, ubicadas en Plaza Ágora (vía Transístmica).

Allí se reuniría con el personal de la oficina, para luego recibir el despacho de parte de Lilia Herrera Mow.

Ayer, miércoles, luego de un acuerdo entre el partido Panameñista y el Partido Revolucionario Democrático (PRD), 55 diputados de la Asamblea Nacional escogieron a Castillero Hoyos como el nuevo defensor.

El abogado ha sido activista de derechos humanos y actualmente es director ejecutivo institucional del Ministerio de Seguridad Pública.

Como parte de los acuerdos entre el oficialismo y la bancada del PRD, la designación como defensora adjunta recaería en la figura de la perredista Elsa Fernández, quien en el período legislativo pasado fue diputada suplente del diputado del PRD Crispiano Adames.

El nuevo defensor ha dicho que, bajo su gestión, trabajará en la refundación de la institución.

CSJ decidirá si investiga a diputados acusados de proselitismo

De acuerdo con el artículo 155 y el numeral 3 del artículo 206 de la Constitución Política de Panamá, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) adelanta los procesos contra miembros de la Asamblea Nacional y del Parlacen, los cuales fueron iniciados por el Ministerio Público (MP) o en la Fiscalía General Electoral. De igual forma con las denuncias o querellas que se han presentado ante la Secretaría General de la CSJ.

Mediante un comunicado, la CSJ aclara que “diferente ha sido lo concerniente a los procesos contra diputados principales y suplentes, de la Asamblea Nacional y del Parlacen, que inicialmente fueron conocidos por el Tribunal Electoral (TE), atendiendo demandas de impugnación de elecciones, por uso de recursos del Estado en la campaña electoral, en los que, luego de aplicar el procedimiento contemplado en el Código Electoral y realizadas nuevas elecciones, ante los resultados de los últimos comicios, se dispuso remitir todo lo actuado a la Corte Suprema de Justicia, con copia a la Fiscalía Electoral y al Ministerio Público”.

La CSJ, en cuanto a estos últimos procesos, aplicó la competencia privativa en materia electoral al TE que señalan los Artículos 142 y 143 de la Constitución Política.

Sin embargo, el TE declina jurisdicción, considerando la competencia de la Corte sobre los miembros de la Asamblea Nacional y del Parlacen, es decir, la investidura de las personas que serán investigadas está por encima a la competencia en materia electoral.

Sobre este específico asunto en particular, el Pleno de la Corte se reunirá en fecha próxima, para considerar si se mantiene la previa decisión de reconocerle la competencia privativa en material electoral al Tribunal Electoral o se acepta la declinatoria de jurisdicción y competencia del Tribunal Electoral a la CSJ por razón de la investidura de los miembros de la Asamblea Nacional y del Parlacen.

Finalmente, la Corte no ha recibido de la Fiscalía General Electoral ni del MP, con fundamento en el tercer párrafo del Artículo 487 del Código Procesal Penal de 2008, ningún proceso basado en las copias enviadas por el TE, luego de celebradas nuevas elecciones por demandas de impugnación que conocieron atendiendo las reglas del Código Electoral.

 

Las patrulleras italianas, una costosa ‘donación’

Hasta el año pasado, el exministro de Seguridad José Raúl Mulino acreditaba como un punto notorio y a favor de Panamá haber logrado la donación de seis lanchas patrulleras por el Gobierno italiano, encabezado en ese entonces por Silvio Berlusconi.

En una entrevista dada a TVN el 10 de agosto de 2015, Mulino dijo que las seis lanchas valían tanto o más que los tres contratos que el gobierno de Ricardo Martinelli pactó con el conglomerado Finmeccanica.

Es decir, que, según la declaración que Mulino ofreció a la periodista Sabrina Bacal, el valor de este equipo era cercano a $250 millones.

El exfuncionario seguía presumiendo del mismo discurso que años antes había liderado Martinelli como presidente del país, y quien en junio de 2012 aseguró que las cuatro lanchas que para ese momento habían llegado a Panamá tenían un valor de $20 millones; mientras las otras dos, cuyo arribo fue postergado en ese momento para los primeros meses de 2013, valían $100 millones cada una.

En aquella época, Martinelli refutaba a quienes advertían que se trababa de equipos viejos, que no servían. Aseguraba con vehemencia que no era  

“chatarra”.

El entonces presidente, Ricardo Martinelli, no detalló que las lanchas requerían de un presupuesto de 9.7 millones de euros para su reparación. LA PRENSA/Archivo

Sin embargo, todos los documentos legales que avalan y certifican la “donación” hacen la salvedad de que se trataba de equipo que se recibía “en el estado de hecho y de derecho en el que se encuentran”. Es decir, como estaba y donde estaba.

Esta línea aclaratoria es la clave del peregrinar que ha tenido que pasar el país tras aceptar una “donación” que le salió cara.

EL COSTOSO RECORRIDO

Las primeras lanchas que partieron del puerto italiano de Mesina el 5 de mayo de 2012 y llegaron a Panamá el 23 del mismo mes fueron bautizadas con el tradicional azote de una botella de licor, en este caso de champaña.

Pero el bautizo era para lanchas “repotenciadas”, porque antes de llegar a Panamá ya habían sido usadas por la Guardia Costera de Italia.

El equipo, que sería utilizado para combatir el narcotráfico y hacer labores de rescate, se clasificó como una donación que se anotaba el país a raíz de los contratos firmados en 2010 entre Panamá y Finmeccanica y sus filiales, para la compra de 19 radares con Selex; 6 helicópteros con Augusta Westland; y un mapa cartográfico con Telespazio.

Fue Mulino, en representación del Estado panameño, quien firmó en agosto de 2010 dos de los tres contratos que el gobierno de Martinelli alcanzó con el conglomerado Finmeccanica.

Por el contrato con Selex, a través del que se adquirió un sistema de radares fijos por $125 millones, la Fiscalía Tercera Anticorrupción ordenó su detención

preventiva. El juez Enrique Paniza, sin embargo, decretó el cambio de dicha medida, acción que fue apelada por la fiscalía.

El contenido de estos contratos fue secreto de Estado durante toda la administración Martinelli. Se alegaba razón de seguridad nacional.

Ahora, este diario ha tenido acceso al acta de cesión a título gratuito de las lanchas firmada por Alejandro Garuz, quien fuera viceministro de Seguridad y mano derecha tanto de Mulino como del entonces Presidente.

El documento tiene fecha del 9 de marzo de 2011 y ofrece al detalle el valor real de las patrulleras que recibiría el país.

La información delata que Martinelli, Mulino y Garuz estaban al tanto de que las lanchas donadas a Panamá no estaban ni cerca de poder utilizarse, y que su puesta en marcha sería costosa, tal como ha sucedido hasta ahora.

El documento, clasificado de estricta confidencialidad en el gobierno de Martinelli, precisa que el valor de inventario de las cuatro unidades navales clase 200-S es de solo 6.2 millones de euros. Un monto ínfimo si se le compara con los cálculos hechos por Martinelli y secundados por Mulino.

Como parte de los compromisos pactados en esta acta de cesión, se determinó que Italia –a través de su Ministerio de Infraestructura y Transporte– se comprometía a proporcionar el soporte técnico para elaborar lo que llaman “la lista de las intervenciones de refitting” o reacondicionamiento de las lanchas, pero este sería efectuado por “cuenta y cargo de la República de Panamá”.

Se exigió que Panamá asumiera el costo por las reparaciones que se harían en el país europeo, previo el arribo del equipo a Panamá.

De ello nunca se dijo ni una sola palabra al país. La ciudadanía ignoraba que el costo por reparar las lanchas, asumido por Selex, fue de 9.7 millones de euros.

Este monto fue descontado del total que Finmeccanica posteriormente acordó devolver al país, en función de un crédito y a razón del reciente acuerdo entre el Gobierno de Panamá y el conglomerado italiano para superar las diferencias legales surgidas tras la firma de los contratos con sus filiales.

Según el acuerdo alcanzando por el gobierno de Juan Carlos Varela, Panamá queda liberada de pagar 38.8 millones de euros y adicionalmente recibirá un crédito a su favor por 29 millones de euros, que se podrán utilizar para la compra de nuevos helicópteros, piezas o equipos para la flota actual.

Pero no fue posible liberarse del pago de los 9.7 millones de euros invertidos en las patrulleras, ya que el compromiso adquirido por Garuz fue que el país “asumía el costo de la reparación de las naves” según el acta de recibo.

LA HISTORIA SE REPITE

El acta de cesión de las cuatro unidades navales clase 200-S fue utilizada como modelo para firmar el 4 de diciembre de 2013 un segundo documento en el que se definieron las cláusulas de la donación de otras dos patrulleras de la serie 900.

Nada cambió, salvo las especificaciones técnicas de los equipos. Panamá nuevamente aceptaba las unidades navales “en el estado de hecho y de derecho” en el que se encontraban y exentas de gravámenes y cargos.

Estas dos lanchas, por ser más grandes y tener mayor capacidad que las de clase 200-S, tenían un valor en libros de 14.6 millones de euros.

Sumando el valor de las otras cuatro lanchas, la nación adquiría equipos que en documentos contables valían apenas 20.8 millones de euros.

Una de las lanchas de la clase 900 ni siquiera ha llegado a Panamá. Sigue anclada en el puerto de Mesina, ondeando la bandera panameña.

La otra patrullera de esta misma serie no funciona desde que llegó a Panamá y su reparación tiene un costo aproximado de $3 millones, de acuerdo con información proporcionada a finales del año pasado por el Servicio Aeronaval Nacional (Senan).

El 23 de febrero de 2013, Garuz envió un informe de aceptación de los helicópteros a Augusta Westland, en el que incluye “comentarios adicionales” relacionados con la embarcación 900.

Reconoce que no está en condiciones navegables, que la Guardia Costera de Italia no tiene contemplada ninguna adecuación, entidad que le recomendó a Panamá hablar con las autoridades de Finmeccanica, a fin de definir quién asumirá los costos de adecuación.

De las cuatro lanchas clase 200-S que llegaron al país, solo dos están operativas; una está en reparación y otra fuera de servicio.

Equipadas con una cámara con capacidad de visión nocturna conectada a un radar, y con capacidad para 11 tripulantes y 15 ocupantes adicionales, el plan era hacer patrullajes en aguas del Atlántico y del Pacífico panameños, aunque este nunca se concretó.

De acuerdo con los funcionarios de Senan, el principal problema es la adquisición de piezas para poder reparar las lanchas.

El Estado tiene capacidad para hacer mantenimientos preventivos, pero cuando se trata de piezas electrónicas, debe solicitarlas a Italia, lo que demora aun más el proceso.

Tal fue el caso de la patrullera bautizada como Presidenta Mireya Moscoso, que tenía un daño en la tarjeta electrónica de uno de sus tres motores. 

Funcionarios del Senan comentaron el año pasado que la institución esperaba desarrollar un proyecto para reconvertir las lanchas a especificaciones americanas, lo que facilitaría la obtención de las piezas y a un costo más barato.

Este reacondicionamiento se inició con la lancha bautizada como Presidente Ernesto Pérez Balladares, a la que se cambiarán los motores italianos por americanos.

Los cálculos preliminares indican que la adaptación de algunas de las lanchas le costaría al Estado una inversión adicional de $2 millones.

Dados los costos operativos y el tiempo que ha tomado poner en funcionamiento estas lanchas, la obtención de dichos equipos no podría calificarse como una donación y menos compararlo con vehículos alemanes de la marca Mercedes Benz, tal como hizo Martinelli en 2012.

CNA investigará querellas contra el magistrado Ayú Prado

Mientras la Asamblea intenta poner a dormir las siete querellas que reposan en la Comisión de Credenciales contra el magistrado presidente de la Corte Suprema de Justicia, José Ayú Prado, el Colegio Nacional de Abogados (CNA) ha asumido la iniciativa de investigarlas.

Una comisión de cinco expresidentes del CNA estudiará las querellas y posteriormente rendirá un informe público.

Los miembros de la comisión serán Mercedes Araúz de Grimaldo, Rubén Elías, Jorge Hernán Rubio, Gerardo Solís, y César Ruiloba, quien la dirigirá y coordinará.

La decisión de conformar esta comisión se originó a raíz de la gran cantidad de solicitudes de opinión que recibía la CNA de parte de colegas, periodistas y ciudadanos, detalla una carta enviada a la Comisión de Credenciales de la Asamblea.

La carta, publicada en el boletín informativo del CNA, explica que la comisión dará luces sobre la ‘prueba sumaria', que activa las denuncias contra un magistrado de la Corte Suprema de Justicia en la Asamblea Nacional.

La Estrella de Panamá contactó a tres de los cinco comisionados con el fin de obtener más detalles sobre las funciones de la comisión, pero estos prefirieron no comentar al respecto.

César Ruiloba, su presidente, informó que no daría declaraciones hasta tanto la comisión se haya constituido oficialmente.

Esto se hará la próxima semana, en una conferencia de prensa en la que explicarán los objetivos, límites y condiciones de la recién creada comisión, agregó Ruiloba.

SE VERÁN OTRAS QUERELLAS

El vicepresidente del CNA, Juan Carlos Araúz, tampoco quiso opinar.

Sin embargo, Araúz sí adelantó que la cobertura de análisis de los cinco comisionados se podría extender a las querellas interpuestas en la Asamblea contra los demás magistrados de la Corte.

DENUNCIAS PENDIENTES

Entre las siete querellas pendientes en la Comisión de Credenciales, contra Ayú Prado, está una denuncia penal, por supuestos delitos de abuso de autoridad y contra la fe pública, interpuesta por Mariano Mena.

Además de una denuncia penal por delitos contra la administración pública por los viajes al extranjero y excesivos viáticos, presentada por Carlos Lee y Rafael Candanedo en representación de Alianza Pro Justicia.

Igualmente, una denuncia criminal por la comisión de los delitos contra la administración pública, corrupción de servidores públicos y usurpación de funciones públicas que denunció Rosendo Rivera.

En la Asamblea también reposan denuncias contra cuatro magistrados más, en este caso por los viajes al exterior y los excesivos viáticos cobrados por los magistrados. Los magistrados señalados son Ayú Prado, Hernán De León y Luis Ramón Fábrega.

ARCHIVO DE DENUNCIAS

El 17 de marzo, la Comisión de Credenciales de la Asamblea Nacional archivó ocho querellas contra Ayú Prado, alegando falta de pruebas, bajo la figura denominada ‘elementos de convicción'.

Las querellas habían sido presentadas por el juez suspendido Juan Domingo Ibarra y acumuladas en un solo expediente por la diputada Zulay Rodríguez.

El juez acusó al magistrado presidente de delitos contra la administración pública, por ordenar un proceso en su contra e influir para que lo despidieran.

‘El sistema de juzgamiento recíproco entre magistrados y diputados no funciona', comentó Magaly Castillo, secretaria ejecutiva de la Alianza Ciudadana Pro Justicia, sobre estos episodios de archivo y letargo de las investigaciones a los magistrados de la Corte.

‘En la Corte archivan los expedientes contra los magistrados y en la Asamblea no admiten las denuncias contra los diputados. Así está funcionando el principio de reciprocidad. Así de sencillo', sentenció Castillo.

Aspirante a defensor Alfredo Castillero gana simpatía dentro de bancada oficialista

El diputado panameñista José Luis Varela aseguró la mañana de este miércoles, 30 de marzo, que el abogado Alfredo Castillero Hoyos sería la figura que la bancada oficialista postularía para el cargo a defensor del pueblo.

Dijo que "Castillero es una persona que la bancada está viendo con buenos ojos".

"En el día de ayer [martes] me reuní con él para ver el tema", dijo el diputado en Telemetro.

La bancada Panameñista, integrada por 16 diputados, está reunida en estos momentos para definir de manera oficial la candidatura de Castillero Hoyos.

"Hemos estado en conversaciones con otras bancadas tratando de buscar el apoyo para la figura", dijo Varela.

Castillero Hoyos, de 57 años de edad, es actualmente director ejecutivo institucional del Ministerio de Seguridad. Es activista de los derechos humanos. 

La noche del martes, la bancada del Partido Revolucionario Democrático (PRD) también sostuvo reuniones para definir su candidato a defensor. Impulsaría la postulación del abogado James Bernard.

La Asamblea Nacional deberá nombrar el reemplazo de Lilia Herrera, actual defensora el pueblo.

Entre este miércoles 30 de marzo y jueves 31 de marzo el pleno legislativo deberá elegir al nuevo defensor. 

Tribunal admite 39 de 44 querellas por el envenenamiento del dietilenglicol

El Segundo Tribunal Superior de la Corte Suprema de Justicia admitió 39 querellas y desestimó otras 5 en la audiencia por el envenenamiento masivo con dietilenglicol.

Este caso comenzó hace 10 años, cuando se reportaron los primeros afectados por envenenamiento con un jarabe fabricado por la Caja de Seguro Social (CSS).

A las 10:00 a.m de este miércoles, 30 de marzo, se reanudó el juicio y se procedió a leer la vista fiscal que consta de 150 páginas.

Por este caso hay 11 acusados, entre ellos Ángel De La Cruz y Teófilo Gateno, directivos del Grupo Comercial Medicom, S.A.; el exdirector de la CSS René Luciani, y la exjefa del Laboratorio de Producción de Medicamentos de la CSS Linda Thomas.

Al menos 170 personas han fallecido y otras 8 mil personas están afectadas desde 2006, cuando se dio a conocer públicamente que el jarabe, que había sido suministrado por la CSS, contenía dietilene glycol.