Asamblea prepara la elección del nuevo defensor del Pueblo

Lilia Herrera de Mow cumple su mandato como defensora del Pueblo el 1 de abril de 2016 y la Asamblea Nacional tiene la responsabilidad de designar su reemplazo.

En los primeros meses del 2016, una vez concluya el proceso de ratificación de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, el Legislativo iniciará el proceso que deberá concluir con el nombramiento del nuevo jefe de la Defensoría del Pueblo.

El artículo 161 de la Constitución Política establece que le corresponde a la Asamblea Nacional nombrar, entre otros funcionarios, al defensor del Pueblo. Su mandato tiene una duración de cinco años y podrá ser reelegido para un periodo adicional, dice la Ley 7 del 5 de febrero de 1997, que crea la Defensoría del Pueblo.

La Asamblea debe realizar la convocatoria para que se postulen voluntariamente y luego los diputados deciden.

La actual defensora fue candidata a diputada por el partido Cambio Democrático (CD) en el 2009, luego elegida por la Asamblea de una lista de medio centenar de aspirantes, el 4 de septiembre de 2013.

Herrera logró 38 votos del entonces oficialismo, encabezado por CD, mientras que su rival más cercano, Roberto Bruneau, logró 10 votos y Santander Tristán, uno. Un voto fue nulo y se registraron siete abstenciones.

Herrera fue elegida para completar el mandato de Patria Portugal, nombrada el 1 de abril de 2011, y destituida el 5 de agosto de 2013.

Portugal fue destituida por ‘negligencia notoria', tras darse a conocer que había otorgado, por concesión directa, varios contratos cuantiosos a particulares.

La Defensoría del Pueblo tiene entre sus funciones velar por la protección de los derechos humanos previstos en la Constitución y en los convenios internacionales.

Igualmente, puede investigar y denunciar hechos, actos u omisiones de empresas públicas, mixtas o privadas, personas naturales o jurídicas, que desarrollen un servicio público por concesión o autorización administrativa, que puedan constituir violaciones de los derechos humanos.

Ministerio Público apelará sobreseimiento de exministros investigados por comida deshidratada

La Fiscalía Segunda Anticorrupción apelará la decisión tomada por el Juzgado Decimoquinto de Circuito de lo penal que dictó sobreseimiento a dos exministros y a dos exviceministras, quienes integraban la junta directiva del Programa de Ayuda Nacional (PAN) cuando se avaló la compra de comida deshidratada en el gobierno de Ricardo Martinelli y que, según la Contraloría General de la República, ocasionó una lesión al Estado de $44.9 millones. 

 

Así lo dio a conocer la jefa del Ministerio Público, Kenia Porcell, quien agregó que el recurso se presentará en las próximas horas, una vez se haya cumplido con la notificación correspondiente.

El titular del juzgado, Leslie Loaiza, dictó un sobreseimiento definitivo a favor de los exministros Lucy Molinar (Educación) y Federico Suárez (Obras Públicas); y de las exviceministras María Fábrega (Presidencia) y Marta Susana de Varela (Desarrollo Social).

En el caso de Molinar, Loaiza sustentó que “no fue la ente regente que suscribió el contrato […] Tampoco obra que Molinar actuó con dolo, ya que a lo largo de la declaración indagatoria por parte de Tamburrelli este no la menciona como sabedora y/o conocedora de que había que adjudicar el contrato […]”.

En lo que respecta a Suárez, Fábrega y de Varela, el fallo del juez dice: “no observamos omisión alguna por parte del Consejo Directivo, por el contrario el acta [de la reunión donde se avaló la compra] consigna que se aprobó la contratación por los buenos resultados que se habían tenido por parte del cuerpo administrativo y docente de las escuelas”.

Por este caso, el Juzgado Decimoquinto llamó a juicio a cinco personas, entre los que se encuentra Adolfo Chichi De Obarrio, ex secretario privado del expresidente Ricardo Martinelli, quien tendrá que darle la cara a la justicia.

También fueron llamados a juicio por la supuesta comisión del delito de peculado al exdirector del PAN Giacomo Tamburrelli; al exjefe del Departamento de Nutrición de esa entidad Ángel Famiglietti; a la excontralora Gioconda Torres de Bianchini; y a Rubén De Ycaza, representante legal de Lerkshore International Limited; empresa a la que se le adjudicó el contrato en el año 2010.

Al respecto, Porcell afirmó que "esto acredita que la teoría planteada por el Ministerio Público fue corroborada por el Tribunal en la medida en que hubo delito. Es otro resultado positivo para la labor que se viene desarrollando porque se determinó que hubo delito y hay vinculaciones".

Juzgado falla a favor de TCT

El Juzgado Decimotercero Civil condenó a Corporación La Prensa a pagar $600 mil en concepto de daño moral a David y Daniel Ochy, propietarios de la constructora Transcaribe Trading.

La resolución del caso se da a raíz de una demanda por $6 millones interpuesta por los hermanos Ochy tras publicaciones realizadas por el diario La Prensa los días 31 de julio, 1 y 2 de agosto de 2012.

Alegaron que las publicaciones vinculadas con contratos estatales fueron “falsas, temerarias, injuriosas y denigrantes”. En ese momento el diario se opuso a la reclamación, indicando que era improcedente, ya que las publicaciones se ajustaban de forma rigurosa a documentos oficiales y se referían a asuntos de interés público.

Para ese entonces David Ochy no desmintió la información publicada, sino que criticó la prominencia dada a la misma y solicitó un derecho a réplica que no concretó. 

JUZGADO FALLA A FAVOR DE TCT

La jueza Melina Robinson, del Juzgado Decimotercero Civil, condenó a Corporación La Prensa a pagar $600 mil en concepto de daño moral a los empresarios David y Daniel Ochy, por publicaciones realizadas por este diario los días 31 de julio, 1 y 2 de agosto de 2012. El fallo también ordena el pago de costas a favor de los hermanos Ochy por otros $60 mil.

La resolución del caso, con fecha del 25 de noviembre pasado, se emite tres años después de que los empresarios Ochy demandaran a La Prensa por $6 millones por supuestos perjuicios morales y materiales a una de sus empresas, la constructora Transcaribe Trading (TCT).

Los demandantes alegaron en su reclamación del 6 de septiembre de 2012, que las publicaciones fueron “falsas, temerarias, injuriosas y denigrantes”, y que se trató de una “campaña de desprestigio” al generar “un ambiente de turbiedad e irregularidad en torno a las obras públicas que han desarrollado y/o ejecuta la empresa Transcaribe Trading”.

Los demandantes también deducen de los titulares y el contenido de estas publicaciones que el propósito de ellas era el de “establecer que han sido extraña e irregularmente favorecidos con contratos millonarios por el presente gobierno [administración del expresidente Ricardo Martinelli] (…)”.

Según el demandante, las notas periodísticas pretendían establecer que existió una “presunta maniobra irregular en el proyecto Paso Canoas-Puerto Armuelles”, insistiendo en una “inconveniencia de la obra y en el presunto escaso interés que sobre ella tiene la comunidad”. Sostiene que las notas transmiten la imagen de que los demandantes son personas “traficantes de influencias, estafadores, aprovechadores e inmorales”, cuando en realidad son “empresarios serios y responsables, relacionados con los negocios atinentes a la agricultura y a la construcción de obras civiles, los cuales jamás han sido objeto de investigación por delito alguno”.

La Prensa se opuso entonces a la reclamación, señalando que era improcedente la pretensión, dado que las publicaciones se ajustaban rigurosamente a las constancias oficiales y se referían a asuntos de relevancia e interés público, publicadas en ejercicio legítimo y regular de los derechos fundamentales de libertad de expresión e información reconocidos en la Constitución y los Tratados de Derechos Humanos suscritos y ratificados por Panamá.

La Prensa sostuvo entonces que los artículos publicados sobre los contratos asignados a la empresa TCT por el gobierno de Ricardo Martinelli, puntualmente el que se adjudicó para la rehabilitación de la carretera que une Puerto Armuelles con Paso Canoas, se sustentaron en información pública que reposa en el portal de Panamá Compra del Gobierno Nacional, en el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y la Contraloría General de la República.

Adicionalmente, informó que los periodistas del diario realizaron un recorrido in situ en la zona donde se desarrollaron las obras, conocieron las opiniones de los lugareños y constataron el buen estado de la vía de 38 kilómetros que, posterior a las publicaciones, fue ampliada a un costo de $114 millones. De la misma manera, en dos ocasiones, y tras varios intentos, periodistas de La Prensa se contactaron vía telefónica con David Ochy. El demandante no desmintió la información publicada, sino que criticó la prominencia dada a la misma y solicitó un derecho a réplica que, sin embargo, nunca envió al diario.

En una de las conversaciones antes mencionadas, el viernes 4 de agosto de 2012 David Ochy acordó dar a La Prensa una entrevista. Según lo acordado con el empresario, periodistas del diario llegaron a David, Chiriquí, el sábado 5, pero el empresario no contestó a sus llamadas hasta entrada la noche. Entonces dijo que era demasiado tarde para conceder la cita. No fue posible concertar una nueva entrevista y nunca envío una solicitud de réplica.

En su demanda, los empresarios reclamaron indemnizaciones por alegados daños morales y materiales.

Según el abogado de La Prensa, la jueza en su sentencia no hace un estudio de las distintas publicaciones que según los demandantes afectan su honra y no explica cuál es la actividad ofensora o hecho dañoso. Tampoco hace mención a la negativa de los empresarios a dar su opinión o a usar el derecho a réplica, el cual se puso a disposición en varias ocasiones, ni explica cómo puede producirse un daño a partir de la publicación de información de interés público, cuya veracidad no ha sido cuestionada en ningún momento.

Corte admite abrir proceso contra diputada Cortés

La diputada del Parlamento Centroamericano (Parlacen) Lourdes Cortés, hermana de la exministra de Trabajo Alma Cortés, será investigada por la Corte Suprema de Justicia (CSJ). Por la supuesta comisión de delitos contra el patrimonio económico y contra la administración pública.

Se le acusa de una lesión patrimonial de $7 mil 200 por no haber devuelto el pago de un viático por un viaje oficial que hizo a Suiza en el año 2011.

Mediante fallo del 29 de abril pasado y con la ponencia del magistrado Harley Mitchell, se admitió la querella interpuesta el 28 de julio de 2014 por el actual ministro de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel), Luis Ernesto Carles.

La querella detalla que Cortés, su hermana y otros tres exfuncionarios asistieran a la 310 reunión del Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que se celebró del 1 al 27 de marzo de 2011 en Ginebra, Suiza.

Para la citada reunión, la entonces ministra Cortés solicitó viáticos para ella, para Lourdes Cortés (asesora técnica), Hernán García (secretario general del Mitradel), Iván Gantes (asesor de Asuntos Internacionales) y Julia Aidée Zeballos (asistente del despacho superior).

Por la premura del viaje y los inconvenientes con el sistema de fiscalización de la Contraloría, en febrero de ese año se les pagaron los viáticos con fondos del Instituto Panameño de Estudios Laborales (Ipel).

A la exministra Cortés se le pagó $18 mil 900 y a García y Gantes $16 mil 200 para asistir a la reunión de la OIT del 1 al 27 de marzo; en tanto que Lourdes Cortés y Zeballos recibieron $6 mil para cubrir el viaje del 18 al 27 de marzo.

El compromiso era que una vez el Ministerio de Economía y Finanzas hiciese el pago de viáticos (el cual se hizo efectivo el 4 de abril de 2011), los cinco funcionarios devolverían el dinero para reembolsarlo a los fondos del Ipel.

En el fallo, al que este medio tuvo acceso, se advierte que la querella está sustentada con las pruebas aportadas al expediente.

“Los hechos que hasta el momento constan en el presente expediente ameritan continuar la instrucción sumarial”, indicó Mitchell en el fallo que recibió el apoyo unánime del pleno.

La Corte ordena suspender el proceso hasta que se desafore a la diputada y se remite copias del expediente a la Fiscalía Primera Anticorrupción para que investigue a García, Gantes, Zeballos y Alma Cortés.

Contactada sobre el tema, Cortés respondió: “Espero que cuando se aclare todo esto, así mismo tenga la disposición de publicar las disculpas”.

Mulino insiste en pedir país por cárcel

José Raúl Mulino hijo solicitará la próxima semana un cambio de medida cautelar de detención preventiva a país por cárcel, ante el juzgado tercero, en beneficio de su padre, el exministro de Seguridad Pública, José Raúl Mulino.

Mulino hijo, parte de la defensa del exministro, explicó que han aportado documentos, pero aún faltan algunas declaraciones y exámenes del médicos del Hospital Santo Tomás sobre la condición de salud de Mulino.

Esta será la tercera ocasión en que la defensa de Mulino solicita una medida cautelar diferente a la de detención preventiva. Los dos recursos anteriores presentados por la defensa han sido rechazadas por la fiscal tercera anticorrupción, Zuleika Moore.

La fiscal tercera anticorrupción lleva el caso de la compra irregular de 19 radares a la empresa Selex, filial del conglomerado italiano Finmecanica que tuvo un costo por $250 millones.

El ex ministro de Seguridad se mantiene en detención preventiva, desde el pasado 26 de octubre, después de tres días de interrogatorio por el contrato que fue firmado en el año 2010. Mulino está detenido debido a que es investigado por supuesta comisión de peculado.

Empresa de Corcione, señalada en nueva investigación del MP

Grupo Corcione, empresa del directivo de la Autoridad del Canal de Panamá, Nicolás Corcione, es mencionada dentro de una nueva investigación que adelanta la Fiscalía Cuarta Anticorrupción contra el exjefe de la Secretaría Nacional de Ciencia,Tecnología e Innovación (Senacyt) Rubén Berrocal, por la supuesta comisión de delitos contra la administración pública.

El proceso en el Ministerio Público (MP) gira en torno a que Berrocal, primo del expresidente Ricardo Martinelli, habría otorgado al Grupo Corcione un contrato sobre un estudio de factibilidad para la construcción de un complejo de edificios para la Senacyt en la Ciudad del Saber, sin embargo, el mismo contrato con la misma tarea fue pactado con Inversiones Carmanace por $250 mil.

CONTRATO

Rubén Berrocal, quien dirigió la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) en el gobierno de su primo, Ricardo Martinelli (2009-2014), es investigado por la Fiscalía Cuarta Anticorrupción por supuestamente adjudicar dos veces un contrato, una de ellas al Grupo Corcione, propiedad del directivo de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) Nicolás Corcione.

Fuentes del Ministerio Público confirmaron a este diario que la investigación se lleva a efecto por la supuesta comisión de delitos contra la administración pública.

De acuerdo con las pesquisas, Berrocal otorgó en 2011 al Grupo Corcione un contrato para el estudio de factibilidad de la construcción de un complejo de edificios de la Senacyt en la Ciudad de Saber, que ya había adjudicado a la empresa Inversiones Carmanace y pagado $250 mil.

El estudio era para la construcción del Instituto Panameño de Investigación de Ciencia y Medicina y las sedes del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología y el Centro Nacional de Metrología de Panamá.

Finalmente, Grupo Corcione se adjudicó el estudio y la construcción del complejo por un monto de $20 millones 895 mil 739. La obra fue entregada en abril de 2014.

Por este caso, también son investigados la representante legal de Inversiones Carmanace, Carmen Rodríguez Acosta; y el exfuncionario de la Senacyt Alexander Hernández Valenzuela.

La defensa de Berrocal ha interpuesto al menos cuatro recursos ante el Juzgado Decimoséptimo Penal, que han sido rechazados, incluyendo uno para que se le acumulara en un solo expediente otro proceso que tiene en la Fiscalía Quinta Anticorrupción por supuestas irregularidades administrativas en su gestión al frente de la Senacyt durante el gobierno pasado.

CORCIONE Y OTROS CASOS

Esta no es la primera vez que se menciona al Grupo Corcione en un proceso judicial.

De hecho, Nicolás Corcione se ausentó entre julio y agosto pasados de las sesiones de la junta directiva de la ACP, para evitar una orden de indagatoria formulada en su contra por la Fiscalía contra la Delincuencia Organizada, que lo investiga por la supuesta comisión del delito de blanqueo de capitales en cuentas relacionadas con el exmagistrado Alejandro Moncada Luna.Corcione alegó que, como directivo de la ACP, no le corresponde al Ministerio Público investigarlo, sino a la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

En el expediente, el empresario Jorge Espino declaró que Corcione le pidió una coima de $600 mil a cambio de que le otorgaran a su empresa, Concepto y Espacios, S.A., un contrato para la remodelación del Tribunal Marítimo.

Espino y su socio Julián París estuvieron detenidos desde junio hasta noviembre pasados, cuando consignaron fianzas.

Durante la ausencia de Corcione a las sesiones de a directiva de la ACP, varios directivos cuestionaron la situación y señalaron que era responsabilidad del presidente Juan Carlos Varela separarlo del cargo por incumplir sus funciones.

En su momento, Varela respondió que sometería a debate nacional la decisión de despedir a Corcione, pero nunca lo hizo.

El empresario retornó a las reuniones de la directiva de la ACP luego del fallo del juez decimosexto penal, Enrique Pérez, que, al inhibirse de conocer el caso del supuesto blanqueo de capitales, concluyó que corresponde a la Sala Penal de la CSJ conocer el proceso de Corcione bajo el sistema penal acusatorio. La audiencia no se ha hecho.

Piden informes de cuentas de Ricardo Martinelli Linares

La Fiscalía Cuarta Anticorrupción solicitó a la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP) informes de las cuentas pertenecientes a Ricardo Martinelli Linares, hijo del expresidente Ricardo Martinelli, en la investigación que adelanta ese despacho por presuntas irregularidades en el contrato para la operación del bingo Buko millonario.

Una fuente judicial confirmó que la petición fue enviada a la SBP, al igual que a la Junta de Control de Juegos (CSJ) para conocer el contrato bajo el cual operó el bingo televisado.

Se informó que también se pidió a la SBP información de las cuentas de Omar Chen Chan, Jacqueline Chan de Watson y Egbert Agustín Wright, quienes forman parte de la empresa Grupo de Inversión Mundial, S.A., que obtuvo el contrato de concesión.

La fiscal Ruth Morcillo investiga la presunta comisión del delito de blanqueo de capitales, por lo que intenta establecer el paradero de los 12.5 millones de dólares en ganancias obtenidas a partir de la operación del bingo.

A Martinelli Linares se le atribuye haber hecho las gestiones para que la empresa Grupo de Inversión Mundial, S.A., fuese favorecida con el contrato.

Este había sido asignado por un plazo de 20 años, pero en agosto de 2014, la JCJ decidió cancelarlo a raíz de una serie de irregularidades en la operación.

Entre los argumentos utilizados para esta decisión estuvo la falta de calificación y competencia por parte del concesionario, requisitos obligatorios para la administración y operación de juegos de azar, de acuerdo con la legislación local.

A Martinelli Linares se le asocia con la inmobiliaria San Cristóbal, Ltd., supuestamente tenedora del 55% de las acciones del Grupo de Inversión Mundial.

Además, la fiscal Morcillo solicitó a los magistrados del Tribunal Electoral el levantamiento del fuero electoral a Martinelli Linares, del que goza por ser jurado de mesa en las elecciones generales de mayo del año pasado.

Auditoría vincula a 18 en caso de granos del PAN

La posible lesión patrimonial de $12.3 millones causada al Estado por la compra de granos a través del Programa de Ayuda Nacional (PAN) en el gobierno anterior se ejecutó en dos acciones.  Órdenes de compras sin que mediaran solicitudes previas de las empresas seleccionadas y con supuestos sobreprecios.

Por la primera acción, órdenes de compras sin solicitudes previas, la Contraloría General de la República (CGR) estimó la supuesta lesión patrimonial en $9 millones 268 mil 300; mientras que por posibles sobreprecios calculó la lesión en $3 millones 39 mil 807.

En lo relacionado con posibles sobreprecios la auditoría de la CGR identificó que las empresas Vafepa, S.A. y Hialing Corporation, S.A. cumplieron con la ejecución de los contratos que iban destinados para escuelas pobres del país, sin embargo, determinó que la venta de los productos al PAN fue por un precio superior a los que establecía el Instituto de Mercadeo Agropecuario y superaba los márgenes de ganancia señalados por la Dirección General de Ingresos del Ministerio de Economía y Finanzas.

La auditoría se hizo a pedido de la Fiscalía Primera Anticorrupción, a cargo de Tania Sterling, quien investiga la presunta comisión de delitos de estafa, corrupción de servidores, contra la administración pública y contra el patrimonio económico en este proceso.

LOS SOBREPRECIOS

El PAN adquirió 30 mil quintales de arroz a $80 por cada quintal cuando el precio establecido por el IMA era de $49. También compró 10 mil quintales de lentejas verdes a $110 cada uno y el precio en el mercado era de $55 por quintal. Además compró 10 mil quintales de frijoles chiricanos a $100 y su precio en el IMA era de $76 por quintal.

Según la auditoría, las empresas que vendieron al PAN con estos márgenes de precios habrían obtenido ganancias de 52% por encima del precio señalado por el IMA, mientras que en sus libros reportaron ganancias del 25%.

LOS IMPLICADOS

El informe de la CGR vincula por presuntas responsabilidades en la lesión patrimonial a 18 personas, entre ellos 7 exfuncionarios del PAN y 11 empresarios (ver tabla). No obstante, la fiscalía ha imputado cargos a 32 personas, entre empresarios y exfuncionarios, por este proceso.

Según el informe, el principal responsable en la posible lesión patrimonial sería Rafael Guardia Jaén, quien fue jefe del PAN entre 2012 y 2014, cuando se dieron las compras de granos.

Agrega que Guardia Jaén autorizó la compra de granos a través de órdenes de compra, sustentadas con actas de entrega, en las que las firmas de los almacenistas no corresponden y, en otros casos, fueron elaborados previamente para que fueran firmadas por los almacenistas del PAN.

Según testimonios que ha rendido Guardia Jaén ante la Fiscalía Primera Anticorrupción, los contratos eran otorgados por instrucciones que provenían del entonces presidente Ricardo Martinelli y que le eran señaladas por su secretario privado, Adolfo De Obarrio.

Por estas declaraciones Martinelli es procesado en la Corte Suprema de Justicia.

Además, en el proceso que lleva el Ministerio Público, Pablo Ruiz Obregón, representante legal de Hialing Corporation, S.A., aseguró que Mario Martinelli, hermano del expresidente, era el verdadero “socio capitalista” de esa sociedad que logró varios contratos, entre ellos, la venta de granos por $4.5 millones. Mario Martinelli tiene pendiente un careo con Ruiz Obregón para esclarecer este tema. Además, Martinelli, que tiene país por cárcel, le fue concedida el 30 de noviembre pasado una fianza de un millón de dólares, que aún no ha consignado.

En cuanto al extitular del MEF Frank De Lima, detenido por este proceso, la auditoría destaca que corresponde a las autoridades competentes sancionar a los funcionarios que infringieron la norma al fraccionar los traslados de partidas para los contratos del PAN y evitar la fiscalización de la Asamblea Nacional.

Las transferencias al PAN se hicieron un mismo día.

La Ley 22 de 27 de junio de 2006, que regula la contratación pública, en su artículo 23 establece que no se puede dividir la materia de contratación en partes o grupos con el fin de que la cuantía no llegue a la requerida para la celebración de una licitación. “En caso de existir división de materia, la adjudicación será nula y al servidor público infractor se le impondrán las sanciones legales correspondientes”.

Fiscal investiga a funcionarios judiciales por delitos contra la fe pública

La Fiscalía Quinta Anticorrupción con la fiscal Janeth Rovetto al frente  investiga al juez Víctor García Gálvez, a Manuel Tuñón Sánchez. (ex asistente del juez) y a Dayra González Marín (ex secretaria judicial) por, supuestamente, falsificar documentos en contra del Banco Nacional de Panamá, según la resolución indagatoria N°247-45 del 12 de octubre de 2015, a la que tuvo acceso La Estrella de Panamá .

En 2006, al Juzgado Sexto se le asignó el expediente del proceso ordinario declarativo de nulidad que interpuso la Promotora Nacional de Vivienda (Pronavi) contra el Banco Nacional de Panamá.

Pronavi pidió la nulidad del remate de los terrenos donde se construyó la barriada Prados del Este, tal como lo había solicitado el Banco como parte del proceso ejecutivo hipotecario de jurisdicción proactiva que le sigue la entidad estatal a la promotora.

El Banco asegura que el 10 de julio del 2015, el juez García había fallado a favor de ellos, negando la nulidad del proceso. Como prueba presentan unas fotografías que, supuestamente, tomó con su celular el pasante Carlos J. Arosemena al expediente, el 14 de julio, cuando realizó una visita de seguimiento al juzgado.

Otro pasante de la institución bancaria, Luis Pérez, declaró a la fiscal Rovetto que al día siguiente de que se conoció la sentencia, el 15 de julio del 2015, él acudió al juzgado para revisar el expediente y fue informado en Secretaría de que la sentencia iba a ser corregida.

El 17 de julio, cuando se presentó de nuevo en el juzgado, tuvo acceso al expediente y notó que la sentencia era la misma que les había mostrado Carlos Arosemena.

Al preguntar cuáles eran los cambios, le informaron que se trataba de signos de puntuación, básicamente. Hasta ese momento, ninguna de las partes había sido notificada.

Una semana después  el 22 de julio el pasante Arosemena volvió al juzgado para darle seguimiento al expediente.

‘Al revisarlo, se percató que la Sentencia No. 26, de 10 de julio de 2015, de dicho expediente y de la cual tenía una fotografía, ya no estaba, había sido sacada del expediente y, en su lugar, se incorporó una nueva… la cual era diferente a la original, con un contenido totalmente diferente tanto en fondo como en forma, siendo esta sentencia contraria a la anterior', explica el documento.

Arosemena declaró que, al consultar sobre el cambio, Dayra González  entonces secretaria judicial del juzgado lo remitió con Manuel Tuñón, en aquel momento asistente del juez García.

Tuñón le explicó al pasante del Banco que ‘la primera sentencia que se dictó fue retirada porque aún no se había notificado a las partes y que por dicha situación podía ser modificada con fundamento en el artículo 999 del Código Judicial'.

El 23 de julio, un día después de conocerse el nuevo fallo, dos abogados del Banco (Yazmín Coronado y Anthony Martínez) acudieron al Juzgado Sexto de Circuito Civil para corroborar el cambio de sentencia que había reportado el pasante Arosemena.

Así como había sucedido un día antes con el pasante, Coronado y Martínez fueron atendidos por el asistente del juez, Manuel Tuñón. En presencia del asistente, Coronado y Martínez revisaron el expediente y comprobaron no solo que la sentencia era distinta a la que el pasante Arosemena le había tomado fotos el 14 de julio; sino que el abogado de Pronavi ya se había notificado del segundo fallo, el 21 de julio.

Ante esto, los abogados del Banco llamaron al notario Natividad Quirós, del Cuarto Circuito de Panamá, para que levantara un acta en la que registrara las diferencias entre las dos supuestas sentencias.

Quirós certificó cambios que iban desde el estilo de la tipografía con el que fueron escritas las sentencias, la numeración con la que fueron foliadas, y la inclusión del fundamento en la segunda sentencia (algo que no estaba en la primera sentencia), por mencionar algunas.

LOS INDAGADOS

Tras tomar declaración a los pasantes del Banco Nacional y a varios funcionarios del Juzgado Sexto que aceptaron ‘que hubo dos sentencias identificadas con el No. 26, fechadas 10 de julio de 2015, sin que tengan mayores detalles acerca de las razones o del porqué de este trámite', la Fiscalía determinó indagar al juez García, al asistente Tuñón y a la ex secretaria González.

Tanto el juez como su asistente desestimaron la denuncia interpuesta por los abogados del Banco Nacional. Tuñón acusó a los abogados del Banco de querer ‘amedrentar a la administración de justicia para que se emita o profiera un fallo en beneficio de su representado' a través del proceso en el Ministerio Público.

Tuñón aseguró en su indagatoria que el documento al que tuvo acceso el pasante Arosemena el 14 de julio era un proyecto, un borrador, del fallo del juez y no una sentencia en firme.

Según Tuñón, el juez García Gálvez había redactado el documento; sin embargo, el propio juez le solicitó al asistente que redactara un nuevo fallo tomando unas pruebas que aparecieron, después de redactada la primera sentencia, y que se añadieron al expediente posteriormente.

Explicó Tuñón que las nuevas pruebas presentaban un panorama distinto del caso que ameritaban fallar a favor de Pronavi en vez del Banco Nacional.

‘El primer proyecto, que fue el que yo hice, se cambió por el proyecto de Manuel, porque habían nuevas pruebas', confirmó el juez en su indagatoria.

García Gálvez también restó valor, durante su indagatoria, a la denuncia, porque considera que las pruebas que presentó el Banco son ilegales ya que, según el juez, el pasante Arosemena las obtuvo sin autorización.

Además, García Gálvez desestimó la veracidad de las fotos tomadas por Arosemena al considerar que, con ayuda de herramientas informáticas, las fotografías pudieron ser manipuladas, por lo cual ‘bajo ningún concepto se puede tener como una prueba sumaria'.

El juez señala que nunca se estableció que el documento que encontró el pasante Arosemena en el expediente el 14 de julio era una sentencia: ‘El primer proyecto y que ha servido para abrir esta causa criminal en mi contra no tiene en el dorso izquierdo ningún orificio o ninguna señal de orificio, lo que significa que el mismo no fue incorporado al expediente. No hubo sentencia en ese sentido, sino un proyecto que nunca se agregó al expediente'.

García Gálvez aseguró incluso que si los papeles que fotografío el pasante estaban firmados por él y por Dayra González Marín, fue por un error de la secretaria: ‘En algunas ocasiones, los proyectos son firmados por mí, sobre todo cuando los corrijo… no los debe firmar el Secretario hasta que esté limpio… yo no tengo nada que ver con eso, las instrucciones que se le han dado es que no los firme', aclara el juez.

La propia González Marín, al ser indagada, consideró que toda la situación pudo darse por un error involuntario: ‘Debido a la cantidad de expedientes y volumen de trabajo… o por falta de información oportuna a mi persona, pudo ocurrir que le mostrara el expediente con un proyecto', declaró González a la fiscal Quinta Anticorrupción.

Al ser cuestionada sobre por qué  si se trataba de un borrador y no de la sentencia final  el documento que fotografió el funcionario del Banco Nacional estaba firmado por el juez y por ella, como secretaria, González Marín reiteró que se debía tratar de un error: ‘Lo que pudo haber ocurrido fue algún tipo de falta de comunicación en cuanto al proyecto realizado'.

ABANDONOS

Dayra González Marín renunció del Órgano Judicial el 28 de julio, unos días después del incidente con los abogados del Banco.

Sobre su renuncia, que se dio de manera sorpresiva unos días después del incidente, González Marín aseguró que era algo que venía pensando y que se debió a la inmensa carga de trabajo y a la excesiva presión.

Manuel Tuñón también dejó el Judicial. Lo hizo tras dos décadas en el Órgano y unos días después de su indagatoria. Según dijo el juez García Gálvez en su indagatoria, Manuel Tuñón renunció durante sus vacaciones a su puesto sin saberse por qué.

Tras la denuncia en el Ministerio Público, el juez García Gálvez solicitó un impedimento para seguir conociendo el caso, medida que se le negó.

Reemplazo de los suplentes también espera en la Corte

Ya son cuatro las suplencias de magistrados vacantes en la Corte Suprema de Justicia, que también están pendientes de una definición por el órgano Ejecutivo.

Hasta el momento, todo el proceso de escogencia realizado por el Ejecutivo gira en torno al nombramiento de dos magistrados de la Corte Suprema principales cuyo periodo vence el 31 de diciembre (Harley James Mitchell y Nelly Cedeño) y otro que renunció tras investigaciones judiciales (Víctor Benavides).

Sin embargo, el Gobierno aún no ha informado cómo será este proceso ni en qué fecha se designará a los magistrados suplentes.

La sociedad civil ya ha solicitado que los suplentes sean escogidos lo más pronto posible y que a estos nombramientos se les dé igual tratamiento que a los principales.

Son tres vacantes de suplente de magistrados de la Corte Suprema de Justicia las que deben ser nombradas este año.

Se trata de Denia Carrizo, suplente del magistrado Harley Mitchell, de la Sala Civil, y Nelly Cedeño, suplente del exmagistrado Víctor Benavides, de la Sala Contencioso Administrativa.

A la lista se suma el reemplazo de Gabriel Fernández, suplente del magistrado José Ayú Prado, quien falleció hace 48 horas.

Además, hay que tomar en consideración al magistrado suplente Abel Zamorano, quien se desempeña como magistrado principal, luego de que el magistrado Alejandro Moncada Luna fuese condenado a cinco años de prisión por enriquecimiento injustificado y falsedad de documentos.

SUPLENTE O PRINCIPAL

En este último caso, debido a que aún faltan cuatro años para culminar el periodo para el cual fue designado Alejandro Moncada Luna, el presidente de la República, Juan Carlos Varela, mantuvo a Zamorano (su suplente) como encargado y la posición no ha entrado en el proceso de selección que está en marcha.

Al momento existen dos posibilidades para llenar la vacante.

Una de ellas es que el Ejecutivo decida que Zamorano, que está actuando como principal, se mantenga en el cargo y el Ejecutivo le nombre un suplente.

La otra opción sería que el Ejecutivo decida nombrar a un principal y regrese a Zamorano como suplente.

En cualquiera de los dos casos, hay una vacante.

Mientras estas designaciones se mantienen en un letargo, se acortan los días para que finalice el año 2015 y, aparentemente, llegará el año nuevo 2016 sin los nombramientos de suplentes que hacen falta.

Esta semana, el Consejo de Gabinete debe elegir a los juristas que ocuparán los cargos de magistrados de la Corte Suprema de Justicia, una semana después de que la Comisión de Estado por la Justicia entregara el informe final de las entrevistas que realizó a diez aspirantes.

Dos magistrados principales y sus suplentes deben tomar posesión el 2 de enero.