Educación, ¿derecho o negocio?
El artículo 91 de la Constitución consagra: “Todos tienen el derecho a la educación y la responsabilidad de educarse…”. De igual forma, lo ratifica el artículo 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Toda persona tiene derecho a la educación”. Por ello, el Estado tiene la obligación de garantizar este principio a todos, sin excepción.
Sin embargo, la realidad es diferente. La deserción escolar amenaza y no todos los egresados, al culminar la secundaria, pueden acceder a la educación superior. ¿Cuáles son las causas? ¿El Estado ofrece las mismas oportunidades a todos? ¿Las autoridades están desempeñando sus funciones correctamente?
Un reportaje publicado por este diario puso al descubierto los salarios que devengan las autoridades académicas de la Universidad de Panamá (UP). En este se reveló que el rector de esa casa de estudios es el tercer funcionario mejor pagado del Estado, con un sueldo mensual de $12 mil 288. La cifra me despertó una interrogante, ¿a qué le están apostando las autoridades universitarias, al fortalecimiento de la educación o a su deterioro?
Lo peor, es que Gustavo García de Paredes no es el único rector con un alto ingreso, sino que lo acompañan el de la Universidad Tecnológica de Panamá, quien recibe cada mes $10 mil 437; el de la Universidad Especializada de las Américas, con $8 mil 850, y el rector de la Universidad Marítima de Panamá, $8 mil al mes, añade la publicación.
En un encuentro con miembros de la Unión Católica Italiana de Profesores, el papa Francisco dijo: “Enseñar es un trabajo bellísimo, lástima que los profesores están mal pagados”. La alocución del sumo pontífice, al menos en el caso mencionado, escapa de la realidad. Aunque el Papa calificó el hecho de injusticia. Injusto es que se malgaste el dinero destinado para el desarrollo integral del ser humano, con salarios que están por encima de lo que dicta la ley, como lo señala la publicación.
A pesar de los esfuerzos por acabar con la burocracia, que carcome a la educación universitaria, los intentos han fallado. El pasado mes de septiembre, la Comisión de Educación, Cultura y Deporte de la Asamblea Nacional decidió archivar el anteproyecto de ley presentado por la diputada Ana Matilde Gómez, que buscaba impedir la reelección de las autoridades académicas electas de la UP para el mismo cargo en los dos períodos siguientes. Mientras que en Chile, los estudiantes salen a las calles a exigir a la presidenta, Michelle Bachelet, que cumpla con la reforma de impartir la educación gratuita en el país. En Panamá parece que aún se vive la época de la inquisición, en la que cuando alguien denunciaba significaba una amenaza contra su vida, asegura el escritor mexicano Francisco Martín Moreno. Este hecho propicia el atraso de una nación, cuya única alternativa es la educación, que ha sido el esquema de éxito utilizado en los países de primer mundo, agrega el periodista. En nuestro país la educación está en crisis. No permitamos que continúe siendo un negocio, que responde a los intereses personales, de los que se perpetúan en el poder y que han tratado de burlarse del pueblo con sus discursos populistas. Los invito a rescatar este sagrado derecho, que conduce a la libertad.