Somos conocedores que el cambio de gobierno hace casi 18 meses, resultó traumático para el país en términos generales. Se descubrieron una serie de hechos que habían sido solapados, pensando en que el gobierno de Cambio Democrático, renovaría un nuevo período, basado en el conjunto de obras y acciones hechas para alcanzar el favor del electorado en las urnas.
Pero las cosas no se dieron de esa manera y el pueblo, fiel de la balanza y punto de equilibrio en las democracias verdaderas, decidió que no era oportuno ni sabio, extenderle por más tiempo, el mando del país al partido Cambio Democrático.
Mucha agua ha corrido debajo del puente, según reza un viejo refrán popular. El gobierno instalado, llegó sustentado en una campaña política diseñada, para que el elector, valorara más, las cosas hechas con transparencia y claridad, que al calor de estribillos publicitarios baratos, promovidos por algunos de los zares mediáticos de la política, que viven a costa de los presupuestos de los Estados que los contratan.
Juan Carlos Varela e Isabel de Saint Malo de Alvarado, recibieron el voto popular para que dirijan los destinos del país, en asocio con los sectores productivos, empresariales, populares, cívicos, sociales, laborales y todo el que tenga que aportar, para que la maquinaria de progreso y desarrollo no se detenga.
Al parecer el objetivo se ha logrado en parte. A diferencia de los que hoy están siendo indiciados, encarcelados o buscados por la Interpol y otras agencias policivas internacionales. Ahora las cosas se planifican de manera más ordenadas, se trabaja en base a lo presupuestado, se consultan las obras, sin violar principios básicos de administración pública, que es en esencia, lo que nos tiene ahora, pendientes de pagos de enormes sumas de dinero en sobre costos, comisiones y otros métodos de defraudación que se emplearon con regularidad en la pasada administración.
Juan Carlos Varela, hace, dice y cumple, parte de su agenda política que le aceptó el pueblo, cuando le confió el voto. Todos esperábamos que se apoyaría en un gabinete de gente dispuesta a arremangarse la camisa, a calzarse las botas de trabajo y a sudar el uniforme, en aras de concretar una serie de obras que están pendientes en muchas comunidades.
Lo que queremos recomendarle al ciudadano presidente de nuestro país, es que algunas de las personas que seleccionó para que lo acompañaran en su gestión, en estos casi 18 meses han demostrado con absoluta claridad, que son incapaces profesionales. Y pruebas palpables para corroborarlo hay muchas y habrán más, si esos amigos suyos usted los mantiene en esos cargos, para el cual no están capacitados. Recuerde, que no bastan los títulos de universidades de renombre. Es necesaria la voluntad y el ‘rofeo in situ', en algunos casos para darle velocidad de marcha a los programas que están o debieran estar en ejecución.
No se vale, que toda la responsabilidad en cuanto a la lentitud, que tanto le critican, recaiga solo sobre su persona. Son varios los funcionarios que usted nombró, los que son culpables de las ‘peñas que le lanzan todos los días, por la falta de velocidad en las obras'. Y a esos personajes, nadie los señala. Es usted el que queda expuesto en el paredón de la opinión pública y el que se lleva los motes de Tortugón, Lento, Super Lento y Parado y otros que circulan en Radio Bemba, redes sociales, peñas políticas y redacciónes de medios.
Por eso es que esta columna ha sido titulada ‘SEÑOR PRESIDENTE, AYÚDESE'. Está en sus manos tomar la sabia decisión de bajar del bus a más de ocho funcionarios, que lo están afectando. Al parecer están ‘atornillando al revés', pero no puede usted continuar con ese personal, que solo es lastre en su gestión.
El caso reciente entre Pandeportes y el Meduca, era para que de un solo ‘guevazo' usted los expulsara a ambos de la estructura de gobierno. No quisiera ser yo el que le haga una ‘ayuda memoria', para que tome la decisión que todo el país espera a inicios del nuevo año. Ya usted debe saber los nombres de los funcionarios capaces, mediocres, lentos, o incapaces, lo dejo a su decisión. Oportuno sería que evaluara una renovación de su cuerpo de relacionistas públicos y jefes de prensa. Dígale, o mejor ordénele a su jefe de prensa, que busque profesionales de verdad para que cumplan la misión de mantener al país informado de las cosas positivas que se están realizando. Y actúe, que todo el país espera eso de usted. No cometa el error de otros mandatarios, que se arrepintieron después de cosas que debieron hacer en el debido momento.