Mulino deja la cárcel y se ofrece para presidente

‘Volveremos al poder', alcanzó a decir el exministro José Raúl Mulino apenas dejó la celda preventiva en la que llevaba siete meses encerrado. Calculada con un día de antelación, su salida de prisión pasó de un festejo íntimo a un mitin político en el que acabó confesando que aspira ‘sacar a los fariseos del templo' y entrar él y su partido, Cambio Democrático (CD). El templo, dijo después, es la Presidencia de la República.

‘No sé si yo sea la figura para 2019, pero sí, tengo la aspiración. Al final tampoco es que tenga más cosas que hacer', reconoció el extitular de Seguridad, que enfrenta (ahora desde la libertad condicionada) el proceso judicial por la compra a Finmeccanica de $125 millones en radares que resultaron defectuosos.

JOSÉ LUIS VARELADIPUTADO PANAMEÑISTA

‘Él está en todo su derecho de correr para presidente, es un político con mucha experiencia'

Mulino, tallado de gala y sin la prepotencia usual, hizo las veces de un estadista. Cuestionó al Gobierno por su intromisión en el sistema judicial, y acusó al presidente Juan Carlos Varela de haberse vengado políticamente de él con su reclusión en la preventiva de la Policía Nacional.

‘Él está en todo su derecho de correr para presidente, ha sido un político con muchos años de experiencia y sabe que no es un camino fácil', replicó el influyente diputado panameñista y hermano del mandatario, José Luis Varela. Se dijo, de hecho, feliz por la salida de Mulino. ‘Estar detenido es algo que no le deseo a nadie, aunque sea un adversario político', continuó.

En su arremetida política, Mulino aseguró sentir lástima por el Gobierno y el presidente, con quien compartió mesa durante 26 meses, en los inicios de la gestión de Martinelli.

Su discurso tenía la bendición del expresidente Ricardo Martinelli. Con él conversó justo después de dejar la prisión, en la que todavía quedan otros altos funcionarios de la administración pasada: Óscar Osorio, Franklin Oduber y Guillermo Ferrufino. Se autoproclamaron los Al R-9.

El expresidente, desde Miami, celebró en redes sociales ‘la primera y única gran batalla' de Cambio Democrático (CD), y sumó al festín la posibilidad de volver al país pronto, por tierra, desafiando las órdenes judiciales de arresto en su contra.

MARIO ROGNONIANALISTA

‘Su estrategia fue para unir al partido, y en medio de la emoción, meterlos en su carreta'

En el mismo espacio, internautas de CD endiosaban al exministro. Aseguraban que su retorno daba una figura de dirección al partido, en franca crisis de liderazgo desde que Martinelli dejó el poder y salió del país, temiendo las investigaciones por corrupción que ahora le pesan.

Alma Cortés, exministra de Trabajo y una de las figuras más influyentes del círculo pro Martinelli en CD, dijo ver en Mulino a un candidato ‘potable' para su partido.

El otro es Rómulo Roux, recién desplazado de la dirigencia del colectivo, por, según fuentes internas, las sospechas de que no sigue la línea de Martinelli.

‘(Mulino) cuenta con el apoyo de mucha gente y de las bases a nivel nacional', aseguró Cortés. CD se salvó.

EL OTRO LADO

Sin embargo, así como gente que respalda, las aspiraciones de Mulino encontraron críticas en las mismas redes sociales. ‘Este es un país de chiste', dijo una usuaria en Twitter , al recordar que, además del caso radares, el exministro había sido procesado por la intervención policial y la represión a los indígenas ngäbes en 2012, así como por la respuesta de la Policía a las protestas contra la venta de tierras de la Zona Libre de Colón.

El analista Mario Rognoni cree, de todos modos, que antes de hablar de una candidatura presidencial, Mulino deberá conocer el futuro de la causa en su contra.

RICHARD MORALESPOLITÓLOGO

‘El próximo paso es aprovechar cualquier capital ganado para alguna candidatura'

Si bien el Segundo Tribunal Superior de Justicia ordenó su liberación, la acusación en su contra por supuesto peculado en la compra de los radares sigue en pie. El juez Decimoquinto penal debe decidir la audiencia.

‘Y si lo juzgan, queda inhabilitado, así que todavía falta mucho', amplió Rognoni, quien valoró, además, que Mulino supo ‘meter en su carreta' las emociones de CD por su liberación.

Ese escenario hace entender al politólogo Richard Morales que se trata, sobre todas las cosas, de un plan de CD para promover la idea de que detrás de los casos contra sus dirigentes hay únicamente razones políticas. Mulino lo confirmó al asegurar, unas horas después de su excarcelación, que desde su experiencia como ministro de Seguridad Pública, ‘nada ocurre sin que el presidente lo sepa'.

‘Y menos dice la detención de una figura como yo'.

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