Es momento de combatir la corrupción”
Vasco Torres De León, docente especializado en el sector laboral, fue la séptima persona entrevistada por la Comisión del Pacto de Estado por la Justicia, que hoy pretende concluir el proceso con miras a rendir un informe al Ejecutivo, aunque no será vinculante.
Se busca llenar dos vacantes de magistrado de la Corte Suprema de Justicia, el 2 de enero de 2016.
Torres De León reconoció estar inscrito en el Partido Popular, colectivo aliado al gobernante Partido Panameñista, aunque desde hace ocho años no ocupa puesto directivo.
‘La militancia política no desacredita para ser magistrado. Ello no impide tener criterio e independencia', se defendió Torres De León en su turno ante la audiencia pública para ocupar el puesto en la Sala Tercera de la Corte.
Los cuestionamientos por el tema dominaron gran parte de la sesión. ‘Salí del puesto directivo del partido porque no podía ponerme de acuerdo con el grupo dominante', explicó.
Los miembros de la comisión le preguntaron a Torres De León si su paso por el partido podría dar lugar a un futuro escándalo, a lo que respondió que cuando se retiró de esas responsabilidades, las tres auditorías a las que fue sometido mostraron que no hubo ‘ninguna irregularidad' en su actuación.
De ser designado magistrado, prometió Torres, se apartaría del partido en el cual todavía está inscrito.
Contrario a lo que han dicho los otros aspirantes, aseguró que si el presidente de la República lo llama, siendo magistrado de la Corte, le ‘contestaría la llamada', pero aclaró que si el jefe del Ejecutivo intenta interferir en algún fallo o decisión que esté en sus manos, ‘lo rechazaría'.
La falta de transparencia abona a la corrupción, por lo que la Corte debe optar por comunicar más y mejor, sentencia el también miembro del Colegio Nacional de Abogado, desde donde preside la Comisión de Asuntos Sindicales y Laborales.
El aspirante a reemplazar a la magistrada Nelly Cedeño, quien ocupa el cargo tras la renuncia de Víctor Benavides en medio de una investigación en la Salta Tercera de la Corte, dijo que la lucha contra la corrupción y la impunidad requiere de normas, pero también disposición de los operadores de la Justicia.
Su aspiración a entrar a la Corte, pese a la crisis institucional que vive, se basa en su vocación fundamentada en sus valores y principios familiares.
Reitera que lleva años preparándose para ser magistrado de la máxima corporación de justicia y que no aceptaría ser postulado para ocupar la Sala Primera, otra de las vacantes que se producirá en diciembre próximo.