Tres años de la desaparición de Vernon Ramos

Luego de tres años de la desaparición de Vernon Ramos, subdirector de Análisis Financiero de la Superintendencia del Mercado de Valores.  Su paradero sigue siendo un misterio y la frustración continúa latente en sus familiares, que aun así no pierden la esperanza.

Ramos desapareció un 16 de noviembre de 2012, cuando adelantaba una auditoría a la casa de valores Financial Pacific (FP) por un desfalco calculado en $12 millones. Aquel día salió de su casa en Chanis, vestido de pantalón corto, sin documentos ni celular. Dijo que iba a caminar. Se despidió de su hijo del mismo nombre diciendo: “Cuida mucho a tu mamá”.

Desde entonces, nada se sabe de lo que le sucedió. La Policía Nacional formó un bloque de búsqueda y no hubo resultados. El caso está bajo la responsabilidad de la Fiscalía contra la Delincuencia Organizada, que hasta el momento mantiene la investigación abierta y sin resultados concretos.

Fuentes judiciales revelaron que en las últimas diligencias, la fiscalía le tomó declaración jurada a familiares de Ramos y solicitó asistencias judiciales a Estados Unidos y Holanda.

Mayte Pellegrini, exempleada de FP y una de las 13 personas acusadas por delitos financieros en perjuicio de esa casa de valores, declaró a la fiscalía que Ramos la entrevistó días antes de su desaparición. Le preguntó por tres cuentas de FP, entre esas, High Spirit que, según ella, era del expresidente Ricardo Martinelli. La SMV determinó que High Spirit, cuyo director era Aaron Mizrachi (cuñado de Martinelli) fue utilizada presuntamente para comprar acciones de la minera Petaquilla, utilizando información privilegiada.

Víctor Ramos, hermano de Vernon, dejó clara su frustración por el tema. “Este caso ha pasado por varias etapas, cuando se da el hecho uno queda impactado y consternado. Después muy triste y con mucha rabia, pero con alguna luz de esperanza. Siempre y cuando no se encuentre un cuerpo, uno piensa que él sigue con vida”, señaló.

Según Ramos, en este momento están frustrados porque no saben nada, y no tienen pistas que aclaren los hechos. “La esperanza es lo último que se pierde, pero a medida que pasa el tiempo se va acallando el hecho, porque no hay indicio que aclare lo que pasó con mi hermano”, advirtió.

Manifestó que ha tenido contacto permanente con la fiscalía, que aunque está siguiendo pistas del caso, “no se puede decir gran cosa”.

Concluyó enviando un mensaje: “Sigo apelando a aquellas personas que nos puedan dar luces de lo sucedido con mi hermano, por lo menos para que la familia descanse, yo se los agradecería en el alma (…)”.

Annette Planells, del Movimiento Independiente, considera que “este caso es una herida que tenemos los panameños, una herida que no cerrará hasta que se logre determinar la verdad”.

Sugirió que se castigue no solo a los responsables de su desaparición, sino también a los que por acción u omisión impidieron la investigación oportuna que pudo haber traído luces a este misterio.

Por su parte, Carlos Lee, de la Alianza Ciudadana Pro Justicia, indicó que “es un escándalo que al cumplirse tres años, nuestras autoridades no hayan concluido la investigación con un informe que aclare todos los elementos que están alrededor de su desaparición”

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