IPPCO: “La oferta de AES es engañosa y sin sustento”

Una de las 27 empresas que participaron en la última compra de energía de Etesa denunció ante las autoridades de Estados Unidos el acto público que se ganó Gas Natural del Atlántico, subsidiaria de AES, al considerar que hay irregularidades en la oferta.

Los reclamos contra la licitación LPI 01-15 de la Empresa de Transmisión Eléctrica, S.A. (Etesa) para la producción y suministro de 350 megavatios durante diez años a partir del 2018 aumentan. Las quejas ya no solo se limitan a posible conflicto de intereses por la relación existente entre Iván Barría, gerente de Etesa, y el Grupo Motta, socios de la estadounidense AES en Gas Natural del Atlántico. Ahora también se acusa de que se podría estar dando una estafa, ya que, según algunos, la oferta de Gasta Natural del Atlántico es ‘fraudulenta'.

Jorge Castellanos, gerente de la estadounidense International Panama Power Corp (IPPCO), una de las empresas que participó del acto público que se ganó Gas Natural del Atlántico, estuvo en Panamá la semana pasada para denunciar la situación. Tras su participación en el noticiero matutino de Telemetro, Castellanos conversó con La Estrella de Panamá sobre el tema.

Castellanos indica que la propuesta de la filial de AES ‘no tiene ni sustento técnico ni comercial ni logístico ni operacional'. El gerente de IPPCO asegura que no hay forma legal de que AES edifique en el periodo que ordena el contrato. ‘Para construir una planta, se necesita que estén aprobados la licencia ambiental [Estudio de Impacto Ambiental] y la de construcción [permiso de construcción], los estudios de conexión y que la comunidad también lo apruebe'.

El empresario agrega que ‘los permisos ambientales y para la interconexión demoran, por más rápido que sea, un año. Esos son 12 meses de los 30, lo cual deja 18 para construir la planta'.

Como parte de las evaluaciones que hizo IPPCO para participar en la licitación, comenta el gerente, se consultó a constructoras como Sacyr y Santos CMI para que les presentaran un cronograma de cuánto tiempo tomaría la edificación de una planta gas natural de ciclo combinado de 350 megavatios. La respuesta, en ambos casos, fue que 38 meses; es decir, ocho meses más de lo que contempla la licitación.

Indica Jorge Castellanos que, ante la respuesta de las constructoras, aun antes de que se adjudicara el acto público se le hizo saber a Etesa y a la Secretaría de Energía de la imposibilidad de cumplir a tiempo con el contrato. ‘La construcción toma 38 meses y esta gente [Gas Natural del Atlántico] ni siquiera tiene los permisos, lo cual les tomaría 12 meses más', destaca.

CONFLICTO DE INTERESES

Para el gerente de IPPCO, llama la atención los vínculos que hay entre Gas Natural del Atlántico y varios funcionarios de la actual administración que están involucrados en la licitación, directa e indirectamente: ‘¿Quién aprueba la licencia ambiental? El Ministerio de Ambiente, dirigido por Mirei Endara, esposa de Miguel Heras, empleado del Grupo Motta. ¿Quién aprueba el estudio de interconexión? Iván Barría, director de Etesa, hermano de Aurelio Barría, empleado del Grupo Motta. Ahí hay otro conflicto. No acuso a nadie, pero es muy elemental de entender que hay un conflicto de intereses', señala.

Incluso, el gerente de IPPCO se aventura a decir que ‘si en este proyecto no estuviera el Grupo Motta, quizás AES hubiera reconsiderado entrar en la licitación'.

Castellanos considera que esta situación podría considerase inevitable porque Panamá es muy pequeño, mas destaca que lo ideal sería que estos funcionarios se declararan impedidos en todo lo relacionado a Gas Natural del Atlántico, ‘pero vemos que eso no va a pasar', comenta.

Al ser entrevistado sobre el tema, hace unas semanas, Iván Barría Mock rechazó que el vínculo de su hermano con Grupo Motta sea relevante: ‘Mi hermano trabaja en Motta, pero yo no tengo nada que ver con eso. Ojalá en algún momento pueda usar el nombre de Stanley Motta de referencia, pero no tengo ninguna relación con el grupo. Que mi hermano trabaje ahí no significa nada. Yo me enteré de que los Motta están en este negocio después de la licitación'.

El propio gerente de Etesa admitió que no sabía en qué podría consistir la participación del Grupo Motta en el negocio, ya que, aseguraba Barría, AES se encargaría de la parte energética: ‘No tengo idea para qué AES necesitaba un socio. Supongo que para el combustible. Ha de ser que el Grupo Motta ha de estar en lo del combustible. Es la única explicación para la presencia de los Motta'.

MONOPOLIO

Uno de los principales reclamos sobre la oferta de Gas Natural del Atlántico es que calculó la energía con un precio de combustible menor al del mercado y cubrió la diferencia elevando el valor de la potencia. Para varios de los participantes de la licitación, que prefirieron mantenerse anónimos por temor a represalias, Gas Natural del Atlántico solo quiere acaparar el mercado para, luego, manipularlo a su antojo.

El gerente de IPPCO coincide con este punto: ‘La oferta de AES es engañosa y atrevida y no tiene ningún sustento. Es ilegal utilizar un precio por debajo de tu precio por debajo de tu costo en el mercado para echar a un lado a la competencia, para tener posición dominante y, entonces, apretar las cosas, eso es dumping '.

Según Castellanos, calculando el costo de todos los elementos que se requieren para la producción de energía, es imposible que Gas Natural del Atlántico haya ofertado energía a un precio aún más bajo del que se consigue en los Estados Unidos.

‘AES en Panamá quiere adueñarse del sector energético. Ya tienen posición dominante y quieren pasar del 25 al 60%. Además, le están apostando a una siguiente licitación que saldrá en cuatro meses por otros 350 megavatios. Quedarían con 700 megavatios en proyectos nuevos. Tendrían casi el 80% del sector panameño. Eso es tener posición dominante y manipularían el mercado', analiza Jorge Castellanos.

El gerente de Etesa contradice a Castellanos y niega que haya posición dominante: ‘Ellos tienen el 24% del despacho, ahora quedarán con el 40%. El límite de 25% solo aplica a concesiones de hidroeléctrica o geotérmicas. En este caso es una planta térmica, no es concesión. La ley que regula esto tiene más de veinte años. No estoy diciendo que sea lo correcto, pero es lo que es. Hasta que nadie la cambie, eso es lo que reina. Nunca se pensó que habría esta diferencia', comentaba Barría a este diario a principios de septiembre.

El gerente de Etesa añadía: ‘No le tengo aprehensión a que una sola compañía, AES, tenga tanta generación, porque es un negocio regulado… Ojalá AES tenga el 40 o el 50%, pues con la apertura que hay, hoy en día, no tienen esa fuerza dominante. Ahora hay 27 ofertas. Nadie garantiza que AES se ganará la segunda oferta'.

LEY ESTADOUNIDENSE

Tanto IPPCO como AES son empresas estadounidenses, por esta razón, comenta Castellanos, se le presentó una denuncia al Departamento de Estado de Estados Unidos para que determinara si AES, a través de Gas Natural del Atlántico, está actuando de manera correcta y si la forma en que se está manejando la licitación no afecta los intereses de empresas estadounidenses como IPPCO.

‘Denunciamos una serie de situaciones que vemos fuera de contexto. Nuestra norma universal en Estados Unidos es que nadie está por encima de la Ley. Si AES no fuera una empresa americana, no podríamos hacer nada; pero lo es. Estamos viendo que es una empresa americana la que hace cosas fuera del contexto de un proceso normal. Por eso estamos denunciando la situación ante nuestras autoridades, para que defiendan los intereses de las empresas que sí lo estamos haciendo bien', asegura el empresario.

 

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