Fiscal Exculpa A Custodios De La Muerte De Los Menores
Tal como lo hiciera el pasado 13 de junio —en el primer día del juicio que se le lleva a 12 personas por la muerte de cinco menores a causa de las heridas adquiridas durante el incendio de la celda seis del pabellón del Centro de Cumplimiento de Menores de Tocumen el 9 de enero del 2011— Geomara Guerra de Jones, durante sus alegatos, pidió pena máxima para los sindicados.
Sin embargo, ayer, a diferencia de la primera ocasión, Guerra de Jones atenuó su solicitud: La fiscal pidió que no se condenara a los custodios civiles Alexander De Gracia y Guillermo Ábrego por tentativa de homicidio ni por homicidio culposo; aunque sí solicitó la máxima sanción para ellos por el cargo de delitos contra la libertad.
Según Guerra de Jones, los custodios civiles, contrario a los otros 10 sindicados (nueve policías y la directora del Centro, Iris Nedelka Cedeño), ‘no tuvieron incidencia en el uso de las granadas de mano'; pero sí destacó que tanto De Gracia como Ábrego fueron parte del grupo que golpeó y pateó a los menores quemados cuando salieron del pabellón de menores.
LOS OTROS DIEZ
La fiscal justificó su pedido de pena máxima por homicidio culposo y tentativa de homicidio para el resto de los sindicados al decir que estos tuvieron que ver —en mayor o menor medida— con el uso de las bombas lacrimógenas que, alegan los abogados defensores, provocaron el fuego que causó graves heridas a los siete menores que estaban en la celda seis, cinco de los cuales murieron días después.
Las acusaciones de Guerra de Jones apuntaron, principalmente, hacia el teniente Joel Rodríguez, el agente Maikol González y el teniente Ernesto Blake.
Los dos primeros fueron identificados como los que tiraron las bombas lacrimógenas dentro de la celda seis.
Blake era jefe de la unidad perimetral del Centro, comentó que era quien tenía llaves del pabellón al momento del fuego en la celda y quien daba órdenes antes de la llegada del subcomisionado Luis Carlos Ortega.
Con respecto a Ortega, la fiscal indicó que si bien el subcomisionado era la figura de mayor rango y autorizó lanzar granadas de mano, sus instrucciones no tuvieron ‘correlación con lo hecho por Joel Rodríguez y Maikol González', ya que la orden era para tirar las bombas en los pasillos del pabellón y no en las celdas.
En el caso de Iris Cedeño, directora del Centro, la fiscal dijo que parte de la culpa recae sobre ella porque autorizó a Ortega para el uso de gases lacrimógenos.
La fiscal comentó que, más allá del rango, se puede determinar que ‘hubo dolo en la conducta de cada uno' de los acusados.
Por ejemplo, señaló que, a través de los videos, se corroboró que el teniente Alexis Batista estaba dentro del grupo de policías que se burlaba de los jóvenes mientras estos se quemaban dentro de la celda.
LARGO PROCESO
Los alegatos de Geomara Guerra de Jones duraron casi tres horas. La fiscal fue la primera de los 18 abogados (8 por la parte querellante y 10 de la defensa) que participan del juicio y que tendrán oportunidad de argumentar ante los jueces por qué, desde su perspectiva, los sindicados son culpables (en el caso de los acusadores) o inocentes (en el caso de la defensa).