Juan Carlos Marciaga deberá explicar ventas al PAN
Al mismo tiempo que la Fiscalía Segunda Anticorrupción reveló que citará al empresario de Penonomé Juan Carlos Marciaga para que explique su participación en la obtención de múltiples contratos en el Programa de Ayuda Nacional (PAN), un comerciante detalló el modus operandi que usaron muchas compañías para defraudar al fisco.
El comerciante –que se distanció de uno de estos grupos empresariales al enterarse del delito y que pidió no revelar su identidad– explicó que en estas transacciones varias sociedades simularon un margen de ganancia mínimo con el objetivo de no pagar impuestos de las ventas reales.
El informante reveló que estos empresarios constituían sociedades en islas Caimán –en el Caribe– y en Belice, que se encargaban de gestionar las cartas de crédito a China para importar artículos que posteriormente venderían al PAN.
Detalló, por ejemplo, que un abanico adquirido por una de estas sociedades en China por 30 dólares era luego revendido a sociedades panameñas del mismo grupo empresarial en 110 dólares. Estas, a su vez, pactaban con el PAN un precio de venta de 140 dólares, por lo que pagaban impuestos en base una ganancia ficticia de solo 30 dólares.
Sin embargo, su ganancia era de 110 dólares, ya que ni en Belice ni en Islas Caimán pagan impuestos. “Así lograrían esquivar problemas fiscales que pudiesen surgir por estos movimientos”, sostuvo el empresario.
Agregó que todo se puede probar si las autoridades exigen las facturas y cartas de crédito a los dueños de esas compañías que fueron disueltas meses antes de estallar el escándalo en el PAN, cuyos dos exdirectores –Giacomo Tamburrelli y Rafael Guardia Jaén– ahora enfrentan procesos judiciales por graves irregularidades en múltiples contrataciones.
OTRA ACUSACIÓN
Justamente, Guardia Jaén, en su declaración indagatoria sobre el negocio de las bolsas con alimentos, señaló que contrataba las compañías del empresario Marciaga –unas 20 que ya fueron disueltas– por instrucciones precisas de Adolfo 'Chichi' De Obarrio, exsecretario privado del expresidente Ricardo Martinelli.
Incluso, reveló más detalles de los negocios de Marciaga. Declaró que este empresario también está vinculado con las compañías Dagmar LTD, S.A. y Contrataciones Lourdes Valle, S.A., constituidas en 2010 y 2011, respectivamente, y cuyos directivos son los mismos. Según documentos que reposan en la Contraloría General, ambas compañías fueron beneficiadas con 20 órdenes de compras por 4.5 millones de dólares para proveer bolsas con comida.
Dagmar LTD, S.A. y Contrataciones Lourdes Valle, S.A. también hicieron negocios con el programa “mi primer empleo”, cuando estaba en el Ministerio de Trabajo, bajo la administración de la exministra Alma Cortés.
El testimonio de Guardia Jaén coincide con lo declararado por un testigo protegido del Ministerio Público (MP), identificado como “Euro-14”, quien también vinculó a Marciaga con ‘Chichi’ De Obarrio.
Según “Euro-14”, Marciaga también está relacionado con el negocio de mejoras y construcción de acueductos rurales que ejecutó el PAN a nivel nacional.
El testigo informó que para ello, Marciaga usaba a la compañía Voda Solutions, S.A., que inflaba los precios y que el contacto era Félix Ríos, exjefe de mantenimiento del PAN.
De acuerdo con información de la Contraloría, esta compañía fue beneficiada con 14 órdenes de compras directas, que suman un total de 2.6 millones de dólares. Estas transacciones se hicieron entre 2010 y 2014.
Marciaga ha dicho que aportará todas las pruebas a la Fiscalía que probarían que no hubo sobrecostos en ninguno de los negocios que hizo con el PAN a través de múltiples compañías que ya están “inoperativas”.
Así, pues, Marciaga tendrá que explicar cómo unas botas que se consiguen en el mercado local a 10 dólares, las vendió al PAN en 25 dólares a través de la compañía Mister Rooster Corporation, S.A. que ya fue disuelta. Es decir, 150% más caro de lo que se consigue al detal.
No es el único caso. El empresario también vendió lámparas solares fabricadas en China a 150 dólares cada una, cuando el mismo producto fue importado a un costo promedio de 21 dólares, según los registros de la Autoridad Nacional de Aduanas.
Si cada lámpara fue vendida al PAN en $150 la unidad, ello significaría una ganancia para el importador de más del 600%, o sea, 6 veces más su costo.
Este último negocio lo hizo con la sociedad Chess Development, que también fue disuelta recientemente.