Panamá sin plan
Realmente no entiendo el rumbo ni la visión del país que estamos ejecutando y me preocupa que los gobernantes no sepan cómo activar o peor aún, no sepan cómo se mueve el péndulo ideológico del mundo y nos lleven por sus agendas, ya sea de índole religioso o conservadurismo que no se ajustan a la práctica política panameña desde la década de 1970, en donde, en vez de movernos por péndulos ideológicos, nos movíamos en función de nuestros intereses nacionales.
Panamá ha sido despreciado por Colombia y no se ha querido ejercer el liderazgo que el país requiere pensando en los mejores intereses nacionales.
Esta falta de carácter ha impactado en la economía creando desasosiego, y desempleo dentro de los panameños. Si el presidente aplicara alguna medida de retorsión, se pondría de tú a tú con el Gobierno colombiano y le tiraría la pelota al presidente Santos de resolver el problema. Esto sería la jugada maestra, porque el Gobierno colombiano, inmerso en su proceso de paz, busca aliados internos y externos; por ende, al aplicar la retorsión, los capitales colombianos con fuertes inversiones en Panamá, serían los que llamarán a su presidente para presionar por un trato justo para Panamá.
Luego, tenemos las famosas listas grises, negras y de colores sumadas a la OCDE con su bullying permanente. El Gobierno no ha visto, olfateado que el mundo está cambiando, hoy los poderes imperiales y conservadores se toman las banderas de la izquierda sin el menor desparpajo promocionando lo nacional surgiendo una nueva teoría denominada neoproteccionismo.
Ejemplos frente a este malestar antiglobalización, antitecnología, antiinmigrantes los vemos cuando los londinenses votaron a favor del brexit , siendo Londres una de las capitales financieras del mundo y ahora rematada con las elecciones estadounidenses que ponen a Donald Trump como presidente de los Estados Unidos.
El mundo se vuelca hacia el proteccionismo, hacia lo nacional, por lo tanto, en vez de estar complaciendo a los intereses de un grupo de burócratas especialistas en derecho fiscal, debe tener cautela y proteger los intereses de la nación, del centro financiero y no hacer concesiones porque la economía global que ya deja de girar en torno a la cooperación mutua perseguidora y se torna para la protección de las industrias nacionales, siendo el sector financiero una industria a ser protegida por Panamá.
Es más, podemos perder muchas ventajas competitivas que serían atractivas para los empresarios que busquen estabilidad y huir del clima de desasosiego tanto en Europa como en Estados Unidos, esto dependerá de cómo juguemos, si con pantalones largos o cortos.
No puedo dejar de señalar el caso Waked, que es un caso sin comparación alguna, preferimos defender los empleos, sin ser garantes de libertades consagradas en la declaración de derechos humanos, y esta es un juicio justo ante un juez natural.
Esto es lo que debía pedir Panamá, más que sanciones administrativas es un juicio justo con pruebas porque sumado a Panama Papers , y a otros hechos pone el nombre de Panamá en peligro y el buen nombre de una nación que hasta con la sangre se defiende.
El mundo gira hacia le protección del sector agropecuario, basados en la seguridad alimentaria, y nosotros escuchando bonitos planes para el agro, pero nada se da, nada mejora y el tema agropecuario hay que atenderlo, porque el tener comida cara y no hay empleo, se traduce en inseguridad.
Sabemos que lo que le dejó el pasado Gobierno no fue un paseo de rosas, pero llegó la hora de definir políticas migratorias coherentes, una política internacional dirigida hacia la promoción de los servicios financieros panameños, una política hacia el agro que garantice comida, una política de atracción de inversiones y de desarrollo de los capitales panameños con oportunidades.
¡El mundo cambió!, presidente, los nuevos temas son: migración, comida y sobre todo protección a nuevas visiones en nuestro país; no se desvié que Panamá no está para errores.
Los ojos de Silicon Valley y de Wall Street están buscando alternativas montémonos al tren, pero con pantalones largos.