Viajes de los diputados
El intercambio de información, los seminarios o la interacción con similares es natural y saludable entre órganos legislativos o parlamentos. De allí a utilizar los viajes para provecho propio, so pretexto de que lo hacen por el bien del país, es otra sinvergüenzura más de nuestros políticos. La propia Asamblea Nacional, esos diputados que se jactan de que están legislando por y para el pueblo, tienen la obligación de establecer como norma ética de los diputados que cualquiera que se aproveche para viajar por placer o de turismo, a nombre de la Asamblea, sea sancionado de la forma más estricta y que el caso se considere como un acto de corrupción. Y es que no es para menos. Los diputados fueron electos para hacer leyes y vigilar el comportamiento de los diferentes ministerios y entidades; y exigir cuentas. Los diputados no fueron electos para hacer periplos a Asia, Europa o África… Necesitamos una Asamblea dinámica, que apruebe leyes importantes para el país. Está, por ejemplo, la Ley de Salud Sexual y Reproductiva o aquella iniciativa que obliga a los terratenientes a proteger los ríos y quebradas que pasen por sus propiedades. No necesitamos diputados que vayan a Marruecos a domar camellos o a fotografiarse con sultanes, para luego ‘pavonearse ' en las redes sociales. Ya basta de tanta sinvergüenzura en la Asamblea Nacional, respeten al pueblo que los puso allí.