Panamá de frente
La decisión de Panamá de conversar directamente con Francia, país que nos metió unilateralmente en una lista negra de países no cooperadores, demuestra que este pequeño Estado está dispuesto a solucionar rápido cualquier diferendo y con cualquier nación. Lamentablemente Francia lo ve desde otra perspectiva y en lugar de abrir una conversación franca y serena, se decantó por ‘ordenar ' lo que quiere que se haga. Panamá tiene que mirar con mucho cuidado esta política del país galo. Lejos de amilanarnos, los panameños tenemos que ir de frente. La creación de las ‘offshore ' no es un delito. Lo es la utilización de estas empresas para ocultar fortunas, evadir impuestos o lavar dinero. El que una firma de abogados panameña se haya dedicado a la creación de ‘offshore ' y que también supuestamente haya asesorado a clientes para esconder fortunas, es un delito cometido por esa firma, no por este país llamado Panamá. Así las cosas, no podemos tolerar esta altanería del Gobierno francés y mucho menos dejarnos humillar. Cierto es que somos un país chico, pero en la medida en que nos hagamos respetar, seremos grandes y más grandes que los mismos franceses. Ya lo hicimos con el Canal, cuando recuperamos esta zona bajo el poder de EE.UU., sin disparar una sola bala. Hagamos lo mismo. El apuro trae cansancio. Demostremos que nuestra diplomacia es superior a las bravuconadas de este ministro francés.