Los nuevos retos parael Ministerio Público

Doy inicio a este escrito diciendo que el nombramiento por parte del presidente Juan Carlos Varela de Kenia Porcell, como procuradora general de la Nación, fue recibido como un golpe de aire fresco en esa posición, cuyos ocupantes anteriores, en el pasado reciente, fueron una vergüenza.

La licenciada Porcell estuvo en el Consejo de Seguridad por un tiempo corto y todos esperábamos que lograra guardar su independencia en el mismo, pues es una figura respetable y, por esta razón, contó con la consabida luna de miel por parte de la sociedad. Luna de miel que con el tiempo y las controversiales medidas cautelares ya venció.

Hoy se presentan nuevas situaciones que requieren nuevos enfoques para mantener la confianza de la sociedad a través del tiempo, por ejemplo, por un lado está la decisión controversial del juez Enrique Paniza en el caso de José Mulino; si la apelación no resulta, creará un precedente si no legal, de hecho que podría tener un efecto dominó sobre muchos otros casos, con términos vencidos que sufrirían la misma suerte, elevando aun más la frustración colectiva representada en la equivocada frase popular “no pasa nada”, y provocando igual frustración en las fiscales que trabajan en un horario de muerte, manejando 600 casos… una tarea casi imposible.

Por otro lado, en Brasil se produjo una condena a Marcelo Odebrecht a 19 años y 4 meses que agiganta la duda sobre las contrataciones (igualmente gigantescas) de la constructora Odebrecht en Panamá.

El caso investigado en Brasil comprueba que su modelo de negocios 100% con Gobiernos incluye coimas cónsonas con los gigantescos contratos. Igualmente se comprobó el uso de sociedades panameñas y bancos, en Panamá, para coimear a personajes hoy confesos.

El presidente Juan Carlos Varela prefirió pagar el precio político y mantener sus contratos, porque “trabajan bien y a tiempo”, pero no hay justificación alguna para que la Unidad de Análisis Financiero (UAF) y el Ministerio Público (MP) no abran, transparentemente, todos los movimientos de dinero de las cuentas de la sociedad panameña utilizada, como tampoco hay justificación para que el contralor no haya sometido a auditorías (técnicas y financieras) rigurosas todos sus contratos con el Estado, sabiendo que su hábito ya comprobado es el de sobreprecios, pagando las coimas a través de cuentas en terceros y cuartos países. Estos hechos requieren un cambio radical de actitud de la UAF, del MP y de la Contraloría.

Aparte de todo esto, la procuradora debe dejarse ayudar, sobre todo en sus pesquisas internacionales en que las fiscales tienen debilidades por su entendible falta de experiencia. Hay organizaciones que han ofrecido ayuda, Transparencia Internacional (José Ugaz) es solo una de ellas, y lo ha hecho en reiteradas ocasiones.

Por último, y respetando las debidas reservas jurídicas, el Ministerio Público requiere de un nuevo plan de comunicación para mantener al país informado, transparentemente, de su labor. Ha habido esfuerzos pero aislados y no consistentes. Esto requiere también un nuevo enfoque. La transparencia siempre es la mejor fórmula y siento que hay que abrirse un tanto para que las fiscales también puedan aprender de comunicación y dejar oír su voz coordinada.

Para esto también existe ayuda internacional dispuesta a asistir, sin costo alguno.

La operación durante la luna de miel es una, pero post luna de miel debe ser otra. El apoyo de la ciudadanía a la labor del Ministerio Público es vital para el futuro del país. Procuradora y fiscales: ¡déjense ayudar!

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