El fracaso de los políticos
Cualquier panameño sabe cómo resolver los problemas de su hogar, mal que bien los identifica, planifica en orden de prioridades su solución y luego pacientemente los va resolviendo. Lo curioso es que convertido en funcionario ese mismo panameño simplemente es incapaz de solucionar ningún problema que reciba en su cargo. Desde que empecé a preocuparme por los problemas nacionales, en la década de los 60, son, 60 años después, los mismos. Algunos son cíclicos, anualmente se repiten, otros son permanentes, otros se repiten cada cierto numero de años. Pero, los mismos.
Esto implica que quizá llegó la hora de que los políticos cambien su discurso electoral, es hora de que admitan que no van a poder resolver los problemas porque no tienen entre su personal personas capaces de resolverlos. Todo aspirante sabe que enfrentará en su Gobierno las prioridades de seguridad, transporte, costo de canasta básica, salud, educación, agua. Además tiene que mantener la red vial en buenas condiciones y mantener los subsidios a los más necesitados.
Pero si repasamos los últimos 25 años, quitando a los movimientos obreros que no han llegado al poder, todos, sí todos, los partidos políticos han estado en el poder. Significa que toda la clase política panameña ha gobernado y, ¿qué ha resuelto esa clase en el poder?
Absolutamente nada.
La seguridad. Cada Gobierno ha traído un plan y todos han fracasado. Y cada cinco años vendrán nuevos Gobiernos y nuevos planes para seguir con más de lo mismo. El narcotráfico y las pandillas se han adueñado del país, han infiltrado el sistema Judicial y Ejecutivo, así como los estamentos de seguridad.
La canasta básica nadie la ha podido manejar y los precios siguen subiendo sin control.
El transporte público, colectivo y selectivo, es un desastre y, al menos con el compromiso del Metro que en 10 años, cuando las 3 líneas principales estén, quizá mejore.
Educación es quizá el mejor ejemplo del fracaso de los políticos. No sabemos ni dar mantenimiento a las escuelas, todo inicio de año son los mismos problemas, escuelas distantes sin educadores nombrados, escuelas no listas para recibir estudiantes, escuelas rancho, etcétera. ¿No existen políticos que puedan ocupar la cartera y atender debidamente los problemas?
En salud, grandes planes y mucho por hacer. La integración, necesaria, lejos de lograrse. El Seguro Social mal administrado y requiere subsidio del Estado para evitar un colapso.
Si usamos los 25 años como experiencia, entonces ¿a quién tenemos que elegir en una próxima elección? Ya perredés, panameñistas, populares, CDs, molirenas han estado en el poder. Y, ¿qué resolvieron en su momento?
Todos inauguraron obras, todos presentaron memorias con logros y proyectos. Pero, los seis problemas básicos siguen allí, esperando respuesta. Hay quienes todavía creen que el secreto está en el presidente que se elija, cuando en verdad es solo el director de la orquesta, pero los integrantes de la misma son los que harán sonar bien o no al conjunto. Es más, en mi opinión, frente a las elecciones del 2019 no creo que el secreto del triunfo sea el candidato, más bien ganará el partido que logre configurar la mejor alianza.
Así, una alianza PRD-Arnulfismo casi garantiza el triunfo, como también PRD CD o bien Panameñista CD. Con tres fuerzas grandes, una alianza de dos contra uno hace difícil el triunfo del uno. Pero, volvemos a lo mismo: ¿tiene la alianza ganadora los panameños capaces de resolver los problemas nacionales?
Los políticos panameños se han convertido en grandes analistas y capaces de diagnosticar los problemas acertadamente, pero, ¿resolverlos? Por décadas hemos sabido la necesidad de crear embalses y sistemas de riego, pero, ¿los hemos hecho? Desde el Gobierno de Mireya Moscoso se dieron los estudios para riegos de Tonosí, Remigio Rojas, Santa María y Barú, 15 años después solo existe Remigio Rojas y el resto solo en planificación.
Nuestra clase policía ha fracasado. Son bomberos, reaccionan frente al problema, mas no se adelantan ni prevén el mismo. Quizá lo que haga falta es una última oportunidad a los políticos, designar seis comisiones de alto nivel para atacar los seis problemas principales del país y, por consenso, diseñar una estrategia en cada caso en un plan de, al menos, 15 años de desarrollo. Si no, seguiremos como único logro real la construcción de casas y veremos cada año los mismos problemas, las mismas denuncias de inseguridad, educación, salud, costo de vida, transporte.