Cómo Endara llegó a ser candidato a presidente? (2)

En ese momento ya Ricardo Arias Calderón, de regreso de su exilio, presidía el PDC y fue el artífice de convencer a su amigo Arnulfo Arias de la necesidad de ir a las elecciones. Yo era vicepresidente del partido. Se buscaron alternativas para que Arnulfo, por su avanzada edad y por su intolerancia política, no fuera el candidato; resultaron infructuosas. Se barajaron sin éxito alternativas con otros opositores, incluyendo el beligerante Partido Acción Popular (PAPO) liderado por Carlos Iván Zuñiga, quien a la postre prefirió aspirar solo a la Presidencia. Arnulfo impuso su candidatura, así como la de su primer vicepresidente, Carlos Rodríguez, exiliado en Miami como él, que ni siquiera había perdido su acento de España donde vivió muchos años. Esa decisión motivó la molestia del secretario general del Panameñismo, Hildebrando Nicosia, quien se creía merecedor de dicha distinción. Posterior a la elección, Nicosia se apoderó del partido, lo que originó que en 1989 los panameñistas carecieran de tolda política. Rodríguez, reconozco, coordinó en muy buena forma las negociaciones con el resto de la oposición, donde yo era el representante del PDC. Quedó Ricardo Arias Calderón como candidato a 2º vicepresidente, mismo cargo al que había aspirado en 1968.

Por los lados del Gobierno, Ernesto Pérez Balladares, siendo secretario general del PRD, aspiró a la candidatura de su partido, pero se olvidó de que esa decisión no se tomaba en esas instancias, sino en el Cuartel de la avenida A. Ya se notaba el interés de dirigentes de ese partido de asumir con independencia las riendas de su partido, vejados por inescrupulosos jefes militares. Prácticamente tuvo que exiliarse: para los milicos era su palabra y más nada. Escogieron al vicepresidente del Banco Mundial, Nicolás Ardito Barletta, pensando que así se congraciarían con el Gobierno de los Estados Unidos, donde se dijo que éste era muy amigo del entonces secretario de Estado George Schultz, en el Gobierno de Ronald Reagan.

La elección, donde se desbordaron inmensos recursos del Estado a favor del PRD, la ganaron por fraude, por una absurda diferencia de votos de 1760. Se robaron más de 15 curules de legisladores por el PRD, lo cual les dio una gran mayoría en la primera Asamblea Nacional desde 1968. Obtuve mi curul por medio cuociente en el Circuito 8-9 (hoy 8-8), quizá porque dos magistrados  ex profesores míos, Rolando Murgas Torraza y César Quintero, impidieron complacer a los militares que no veían con buenos ojos que yo entrara a la nueva Asamblea.

La oposición quedó con 22 legisladores: 13 del panameñismo, 5 del PDC, 3 molirenas y un liberal auténtico. La principal organización a la campaña la brindó el PDC, así como su permanente reclamo por el fraude después de mayo del 84. El doctor Arias Madrid se retiró a su finca en Boquete. En ese tiempo Guillermo Endara fungía como una especie de secretario del doctor Arias, siendo su subsecretario de Planificación en su efímero Gobierno de 11 días en 1968 y miembro de un grupo directivo de 7 personas. Representaba a su partido en reuniones con los demás opositores, pero carecían de una organización nacional, como sí tenía el PDC.

El trabajo opositor en la Asamblea estuvo a cargo del PDC, con menos de la mitad de los panameñistas y molirenas, algunos que le hicieron fácil su rol al PRD y que prácticamente no se hicieron sentir. Los electos por el PDC nos convertimos en una especie de legisladores nacionales, lo cual nos permitió organizar el partido por todo el país, bajo el indiscutible liderazgo del doctor Arias Calderón.

A finales de 1988 se tenía que tomar la decisión de participar en las presidenciales del año siguiente. Ya Noriega estaba al mando absoluto de la fuerza militar y todo indicaba que no soltaría el poder por las buenas. Sus antecedentes eran nefastos: había destituido a Nicolás Ardito Barletta cuando este intentó nombrar una Comisión Independiente para investigar el horrendo crimen del doctor Hugo Spadafora; destituyó a Eric Arturo Delvalle, falseando el quórum requerido en la Asamblea Nacional, ignorando en el mismo acto al segundo vicepresidente Roderick Esquivel; reemplazándolo, como ministro Encargado de la Presidencia, por Manuel Solís Palma, terminando el 1 de septiembre de 1989 con el excontralor Francisco Rodríguez, como presidente, quien duró hasta el 20 de Diciembre al momento de la invasión norteamericana.

Muchos opositores, ante esa realidad de abuso del poder, dudaban participar, exigiendo condiciones mínimas que objetivamente se sabía no darían los militares. Tal era el control que ejercieron que inclusive colocaron al mayor Daniel Delgado Diamante como el enlace de las Fuerzas de Defensa con el Tribunal Electoral; le apodaron el ‘Cuarto Magistrado'. La intromisión militar era intensa, nerviosos por la escogencia del candidato opositor. Estimularon su división, única posibilidad que veían de poder ganar.

El candidato lógico opositor era Ricardo Arias Calderón. Había recorrido el país en los últimos cinco años como ningún político lo había hecho antes. El PDC contaba con los mejores cuadros medios a nivel nacional y provincial y contaba con la mejor organización nacional. Había fortalecido su estructura enormemente y la actuación de sus 5 diputados en la Asamblea así lo demostraba. Pero Arias Calderón era una incógnita para los militares, ya que lo consideraban impredecible y muy difícil de tragar por el resto de los opositores, la mayoría residuos de la dirigencia política que había sido derrocada del poder por los militares por el golpe en el 68. Arias Calderón era muy diferente a los demás políticos. Los militares alentaron la división opositora, pensando que Arias Calderón jamás declinaría a sus legítimas aspiraciones. El ataque de la prensa oficialista hacia él fue intenso; dividiendo a la oposición era la única manera de imponer la candidatura del ‘empresario' Carlos Duque, impuesto por Noriega, como candidato del PRD.

 

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